SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En una fecha
como la de hoy, pero de 1906, nació uno de los hombres de más peso en la
República Dominicana. Joaquín Antonio Balaguer Ricardo.
Se cumplen 107 años de su nacimiento.
Balaguer fue
un abogado, escritor y político dominicano. Presidente de la República
Dominicana en los periodos 1960-1962, 1966-1978 y 1986-1996. Se caracterizaba
por su personalidad enigmática y llena de secretismo heredado de la Era de
Trujillo, su afán de perpetuarse en el poder por medio de cuestionados procesos
electorales le ganó el mote de caudillo. Fomentó el desarrollo de la
infraestructura urbana del país mediante la construcción, avenidas y
edificaciones; el Faro a Colón es uno de los monumentos más relevantes
construidos en su gobierno.1
A su legado de gobierno se le atribuye el
clientelismo político existente hasta estos días.
Balaguer compartió el Premio Nacional de Literatura
de 1990 con su rival político y también escritor Juan Bosch.
Balaguer nació en Villa Bisonó (también conocida
como Navarrete), en la provincia de Santiago. Hijo de Joaquín Balaguer Lespier,
puertorriqueño de ascendencia catalana, y Carmen Celia Ricardo Heureaux hija de
Manuel de Jesús Ricardo y Rosa Amelia Heureaux. Balaguer fue el único varón de
una familia de varias mujeres, pero tuvo un medio hermano por parte de padre.
Desde muy temprana edad se sintió atraído por la
literatura y la composición de versos, los cuales fueron publicados en revistas
locales. Se interesó en la política debido a la ocupación militar
norteamericana (1916-1924). Después de graduarse de bachiller en ciencias
sociales en 1916, Balaguer obtuvo una licenciatura en Derecho en la Universidad
Autónoma de Santo Domingo, mientras asistía a las clases en la universidad,
comenzó a ganarse la vida en el ámbito periodístico, como corrector de pruebas
y, desde 1924 hasta 1928, como articulista en el diario La Información de
Santiago de los Caballeros, y estudió por un breve período en la Universidad de
París I Panthéon-Sorbonne. En su juventud, Balaguer escribió de la admiración
que sentía por el paisano de su padre, el líder político de Puerto Rico, Pedro
Albizu. A pesar de las profundas diferencias con respecto a la ética y sus
visiones del mundo, la vehemente y carismática retórica de Albizu cautivó la
imaginación de Balaguer a tal punto que motivó su pasión por la política y el
debate intelectual.
Antecedentes
políticos
Balaguer comenzó su carrera política en 1930 (antes
de que Trujillo tomara el control del gobierno), cuando fue nombrado Fiscal.
Más tarde se inscribe en el Partido Dominicano y así pasó a formar parte del
círculo de los colaboradores cercanos del dictador Rafael Trujillo.
Durante la Era de Trujillo se desempeñó como
Secretario de la Legación Dominicana en Madrid (1932-1935), Subsecretario de la
Presidencia (1936), Subsecretario de Relaciones Exteriores (1937), Embajador
Extraordinario en Colombia y Ecuador (1940-43 y 1943-47 ), Embajador en México
(1947-1949), Secretario de Educación (1949-1955), y Secretario de Estado de
Relaciones Exteriores (1955-57).
Relación
con Trujillo
Ha habido mucha discusión sobre el papel de Balaguer
durante la Era de Trujillo, a lo largo de las tres décadas de trabajo como
político trujillista, Balaguer fue visto alternativamente tanto como empleado
del régimen y como un distinguido colaborador cercano a Trujillo. A pesar de
que Trujillo disfrutaba humillando e insultando sus "sirvientes" en
público, el dictador nunca trató de degradar a Balaguer.
Balaguer reciprocó ese respeto hacia Trujillo
durante los treinta años de dictadura como uno de los colaboradores más
eficiente del régimen, sin parecer perturbado ni mostrar el menor gesto de
disgusto por los excesos y aberraciones que eran comunes en aquella época.
Balaguer fue, sin duda, un ministro útil de Trujillo.
Primer
mandato presidencial (1960-1962)
Cuando Trujillo dispuso que su hermano Héctor
Bienvenido fuera reelegido a la presidencia en 1957, optó por Balaguer como
vice-presidente. Tres años más tarde, cuando la Organización de Estados
Americanos (OEA) convenció al dictador de que no era apropiado tener a un
miembro de su familia como presidente, Trujillo obligó a su hermano a
renunciar, y Balaguer le sucedió en el cargo. Sin embargo, Balaguer no tenía
prácticamente ningún poder, y fue considerado como un mero títere de Trujillo.
Cuando Trujillo fue asesinado en 1961 y a pesar de
haber sido durante mucho tiempo colaborador del dictador, Balaguer tomó medidas
para liberar al país del régimen con la concesión de algunas libertades civiles
y suavizando la estricta censura que Trujillo tenía sometida a la prensa. La
OEA se mostró satisfecha y levantó las sanciones económicas impuestas a la
República Dominicana, debido al intento de asesinato que Trujillo tramó en
contra del presidente venezolano Rómulo Betancourt. Sin embargo, las reformas
provisionales de Balaguer fueron rechazadas por gran parte de la sociedad, ya
que era presionado por la derecha, por los militares, por la izquierda, por la
oposición, era abucheado en las calles por la ciudadanía y llamado entre otras
cosas muñequito de papel.
Debido a la presión ejercida por la Unión Cívica
Nacional, un Consejo de Estado creado después de la muerte de Trujillo.
Balaguer sólo retuvo el poder hasta 16 de enero de 1962. Un golpe de Estado
militar, dirigido por el jefe de la fuerza aérea Pedro Rodríguez Echavarría, lo
obligó a exiliarse en Nueva York y Puerto Rico.
Regreso
a RD y guerra civil de 1965
Durante el periodo 1962-1964 la República Dominicana
sólo tuvo siete meses de verdadera democracia, bajo la presidencia de Juan
Bosch. Cuando un golpe militar derrocó a Bosch, el país comenzó un período
tumultuoso que dio lugar a la guerra civil del 24 de abril de 1965. Los
militares se habían rebelado en contra de la Junta provisional para restaurar
Bosch, con lo cual el Presidente de EE.UU. Lyndon Johnson, bajo el pretexto de
eliminar la influencia comunista en el Caribe envió 42.000 soldados para anular
la rebelión.
El gobierno provisional, encabezado por Héctor
García Godoy, anunció elecciones generales para 1966. Balaguer aprovechó la
oportunidad, y con la enfermedad de su madre como excusa, le pidió permiso para
regresar del exilio, el cual le fue concedido. Formó el Partido Reformista y se
centró en una lucha política contra Bosch, en la campaña utilizó la táctica
presentándose como un candidato moderado y conservador. Rápidamente ganó el
apoyo del pueblo y derrotó con facilidad a Bosch.
Segundo
mandato presidencial (1966-1978), "Los doce años"
Balaguer encontró una nación severamente golpeada
por décadas de turbulencia, con tiempos cortos de paz, y prácticamente
ignorantes de la democracia y los derechos humanos. Durante su campaña
electoral solía dirigir sus mensajes propagandísticos a la mujer dominicana y
al campesino, tratando de atar a su proyecto político personal las fracciones
más conservadoras de estos sectores sociales.
Balaguer trató de apaciguar a los supervivientes
antitrujillistas y a los de la guerra civil de 1965, pero los asesinatos
políticos continuaron siendo frecuentes durante su administración. Tuvo éxito
en parte la rehabilitación de las finanzas públicas, que estaban en un estado
caótico, e impulsó un modesto programa de desarrollo económico.
Durante los tres primeros meses de instalado su
segundo gobierno, la Asociación Dominicana de Derechos Humanos, declaró que
había recibido quejas. Con la anuencia de sectores del gobierno se inició en el
país la "Operación Chapeo" con la finalidad de exterminar los
remanentes izquierdistas sobrevivientes al conflicto de abril del 65.
En noviembre de 1969 un grupo de mujeres anunció la
formación del Comité de madres, esposas y familiares de los muertos y
desaparecidos, donde dieron a conocer un listado de muertos y desaparecidos, y
revelaron que en los tres primeros años del gobierno, 366 personas fueron
muertas o desaparecidas por causas políticas.
Con la abstención electoral del Partido
Revolucionario Dominicano, debido a la represión política y a la participación
de las Fuerzas Armadas en las actividades proselitistas, Balaguer fue reelegido
para el periodo 1970-1974.
El 1 de enero de 1971 designó al general Enrique
Pérez y Pérez como jefe de la Policía Nacional. Varias semanas después hizo su
aparición en las calles de Santo Domingo un grupo autodenominado Frente
Democrático Anticomunista y Antiterrorista, mejor conocido como La Banda, un
grupo de jóvenes reclutados por el gobierno de Balaguer con fines de represión.
Durante esa época fueron asesinados numerosos dirigentes de la izquierda
dominicana.
Durante este segundo mandato de gobierno (conocido
popularmente en la política dominicana simplemente como "los 12
años"), Balaguer incentivó la construcción de escuelas, hospitales,
presas, carreteras, y muchos edificios importantes. Los proyectos también se
utilizaron como medio para recompensar a sus partidarios políticos con
lucrativos contratos de obras públicas, los favorecidos en dichos contratos se
conocen como "los 300 millonarios". También presidió un sistema de
crecimiento económico estable. Sin embargo, su administración pronto desarrolló
un modelo autoritario, a pesar de las garantías constitucionales.
Balaguer se consolidaba según algunos como
representante de la derecha dominicana, iniciando un gobierno caracterizado por
la influencia de Estados Unidos; un gobierno que contribuyó inestimablemente al
estado de subdesarrollo y atraso de la República Dominicana.
La sensación de que en la República Dominicana había
un híbrido de dictadura y democracia, y con más rasgos de la primera que de la
segunda, se reprodujo en las elecciones del 16 de mayo de 1974, cuando el
Partido Revolucionario Dominicano y los otros partidos signatarios del
denominado Acuerdo de Santiago retiraron a su candidato Antonio Guzmán, por
considerar que no se daban las mínimas garantías y como protesta por los
desafueros de los paramilitares balagueristas. En estas circunstancias,
Balaguer sólo compitió con un rival, el contraalmirante Luis Homero Lajara
Burgos, del Partido Popular Demócrata (PPD). Balaguer obtuvo el 84,7% de los
votos, y su partido ganó mayoría en el congreso donde la abstinencia alcanzó el
50%.
Una coyuntura favorable en los precios
internacionales del azúcar, el auge del turismo estadounidense, las inversiones
privadas foráneas, y los programas de obras públicas produjeron una fase de expansión
económica, favoreciendo la emergencia en la sociedad dominicana de clase media.
Balaguer eludió siempre su responsabilidad en los crímenes cometidos por La
Banda y otras irregularidades vinculadas con las Fuerzas Armadas, siempre
achacó la violencia política a sectores incontrolados del oficialismo y a la
subversión de izquierdas, cuya verdadera fuerza exageró enormemente.
También, incumplió las promesas sobre la reforma
agraria, ya que la pequeña minoría de propietarios autóctonos y las compañías
estadounidenses continuaban poseyendo la mayoría de las tierras cultivables y
las de mejor calidad. Pero cuando anunció su intención de optar a un cuarto
mandato consecutivo en las elecciones del 16 de mayo de 1978, y con un fondo de
deceleración económica, el repudio popular alcanzó tal calibre que la derrota
en las urnas ante el PRD se antojó inevitable. Balaguer se enfrentó a Antonio
Guzmán del Partido Revolucionario Dominicano, pero cuando los resultados
electorales mostraron una tendencia en favor de Guzmán, el ejército detuvo el
conteo. Sin embargo, en medio de enérgicas protestas en el país y una fuerte
presión en el extranjero por parte de Jimmy Carter, el conteo se reanudó.
Cuando se dieron los resultados, Guzmán dio a Balaguer la primera derrota de su
carrera política. Cuando Balaguer dejó el cargo, fue la primera vez en la
historia de la República Dominicana que un presidente en ejercicio
tranquilamente cede el poder a un miembro elegido de la oposición.
Tercer
mandato
Balaguer se volvió a presentar como candidato en
1986 aprovechandose de una división en el Partido Revolucionario Dominicano
para ganar la presidencia de nuevo después de una ausencia de ocho años, donde
derrotó por escaso margen al candidato por el PRD, Jacobo Majluta. Para
entonces, tenía 80 años y casi ciego por completo (había sufrido de glaucoma
durante muchos años).
El tercer gobierno de Balaguer fue mucho más liberal
que el anterior. En este periodo Balaguer era mucho más tolerante a los
partidos de oposición y los derechos humanos.
Para el 1984, el Partido Reformista se alía con el
Partido Revolucionario Social Cristiano, formando así el Partido Reformista
Social Cristiano (PRSC).
Siguió con sus grandes proyectos de infraestructura,
tales como la construcción de carreteras, puentes, escuelas, proyectos de
viviendas y hospitales. Siguiendo el estilo de Trujillo, estos proyectos de
gran visibilidad eran muy publicitado en los medios de comunicación controlados
por el gobierno y través de grandiosas ceremonias públicas destinadas a mejorar
la popularidad de Balaguer. La economía también mejoró considerablemente.
En este período, Joaquín Balaguer mantuvo una cierta
política de populismo, en lo que se refiere a la entrega de canastas, dinero y
otras "dádivas" al pueblo dominicano con el propósito de gobernar a
base de demagogia. El Clientelismo políticoclientelismo también se manifestó en
gran medida.
En 1990, con una abstención del 40%, Balaguer logra
reelegirse con el 35.1% de los votos, contra el 33.9% de Juan Bosch del Partido
de la Liberación Dominicana, y un Partido Revolucionario Dominicano que
mantenía una crisis interna. Este proceso se caracterizó por la expresión de
amplios sectores de la vida política y social, que criticaban la legitimidad de
dichas elecciones, a lo que Balaguer respondió lanzando los militares a la
calle y decretando un toque de queda.
Balaguer mandó a construir el Faro a Colón, una de
las obras más controversiales de su gobierno. La misma se construyó en
conmemoración de los 500 años del Descubrimiento de América, el cual fue
terminado en 1992.
En 1992 para el 500 aniversario de la llegada de
Cristóbal Colón a América y la visita del Papa Juan Pablo II, Balaguer gastó
millones en la restauración de la histórica ciudad colonial de Santo Domingo,
para que el Papa pueda pasar por ella.
Ese mismo año gastó más de doscientos millones de
dólares en la construcción del controvertido Faro a Colón, un faro de diez
pisos en honor a Colón. Terminado en 1992, el Faro a Colón fue diseñado para
transmitir la imagen de una cruz cristiana en el cielo nocturno y para que sea
visible a decenas de kilómetros. Desde que se terminó, el Faro que
supuestamente alberga los restos de Colón, ha sido una atracción turística de
menor importancia. Su luz no se utiliza muy a menudo debido a los costos de
energía y los apagones en el país. Sin embargo, su simbolismo y el gasto fueron
fuente de mucha controversia.
En enero de 1994 Balaguer decidió optar de nuevo por
la presidencia, incluso cuando ya tenía casi 90 años de edad y ciego por
completo. Esta vez, su principal competidor era José Francisco Peña Gómez del
Partido Revolucionario Dominicano.
Esta campaña fue una de los peores de la historia
dominicana. Balaguer con frecuencia utilizaba la ascendencia haitiana Peña
Gómez a su favor, el dominicano históricamente tienden a desconfiar de
cualquier persona con sangre haitiana. Por ejemplo, Balaguer llegó a decir que
Peña anexionaría el país con Haití en caso de ganar. Con igual capacidad de
maniobra en las elecciones, se impusó con un 42.3%, contra un PRD que obtuvo el
41.6% de los votos, donde se asegura que ocurrieron alteraciones de actas y del
padrón electoral en la misma Junta Central Electoral. Peña alegó fraude, y
llamó a una huelga general. Las manifestaciones tuvieron lugar en apoyo a la
huelga.
En este periodo se sucedió la misteriosa
desaparición del profesor universitario y activista Narciso González
(Narcisazo), un vehemente crítico de la política de Balaguer. Su desaparición
que hasta la fecha es un misterio, se le atribuyó a Balaguer.
Una investigación posterior reveló que la Junta
Electoral no sabía el número total de votantes registrados, y el resultado en
las listas distribuidas en los colegios electorales no coincideían con las
dadas a los partidos. La investigación también reveló que unas 200.000 personas
habían sido retiradas de las urnas. En medio de tales preguntas sobre la
legitimidad de la encuesta, acordaron celebrar nuevas elecciones en 1996, pero
esta vez Balaguer no sería candidato. En este sentido, cumplió su palabra de
poner su cargo a disposición de la administración estadounidense.
En los últimos años de su vida, su casa era muy
frecuentada por personalidades de la política dominicana, quienes lo veían como
un "consejero político".
El acuerdo político de los gobernantes, de sectores
del poder fáctico que incluye a la Iglesia Católica, y de los dirigentes de los
partidos políticos, dejaron establecida una reforma constitucional que se hizo
el 14 de agosto de 1994. Este acto de consenso jurídico fue preferido a la
anulación total de las elecciones y fue conocido como "Pacto por la
Democracia".
En las elecciones de 1996, Jacinto Peynado, terminó
muy lejos de llegar a la segunda vuelta. Balaguer entonces dio su apoyo a
Leonel Fernández del Partido de la Liberación Dominicana en una inusual
coalición con Bosch, su enemigo político de más de 30 años.
En las elecciones presidenciales de 2000, Balaguer,
a la edad de 94 años, se postuló por novena y última vez a la Presidencia de la
República Dominicana; pese a las enormes limitaciones físicas debidas a su
avanzada edad y al cúmulo de críticas de sus anteriores gobiernos, logró más
del 20% de los votos, ubicándose en el tercer lugar.
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