MÉXICO (19
Abril 2014).- Las cenizas de Gabriel García Márquez se repartirán entre su
Colombia natal y México, el país que lo acogió hace medio siglo, lo que
reafirma el sentimiento de doble nacionalidad de un autor que, sin embargo,
llegó a ser universal.
Así lo confirmó el embajador de Colombia en México,
José Gabriel Ortiz, en declaraciones a los periodistas a la puerta de la
vivienda que fue el último refugio del Premio Nobel y donde murió, a los 87
años, en la tarde de este jueves.
"En México se queda desde luego alguna parte
(de las cenizas), por lo menos, y pensaría que se pueden llevar otras después a
Colombia", afirmó el embajador colombiano.
El diplomático dijo que, como los colombianos quieren hacer su propio homenaje al autor, la idea es que "reposarán parte de sus cenizas allá".
García Márquez vivía en México desde comienzos de la
década de los 60, pero nunca perdió su nacionalidad colombiana. Contó que había
llegado a México para una semana y visitar a su compatriota y escritor lvaro
Mutis, pero aquí se quedó para siempre.
La casa que habitó en México se ha convertido en las
últimas horas en el epicentro de un homenaje póstumo al autor de "Cien
años de soledad" que le están tributando amigos y personalidades de la
cultura que quieren despedirse de él y dar el pésame a su familia.
También están llegando admiradores que traen ramos
de flores y los depositan a la puerta de la residencia, cerrada a cal y canto
para los periodistas que hacen guardia ante la vivienda.
Uno de los que llegó ayer a la casa fue el director
del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), Jorge Sánchez, amigo del
autor desde hace cuarenta años y quien lo había visitado en las últimas
semanas.
"Se estaba apagando y ya, así, tal cual,
sonriendo siempre, con el ánimo arriba", dijo Sánchez en declaraciones a
los periodistas que hacían guardia ante la residencia de García Márquez,
situada en el sur de Ciudad de México.
En el interior de la casa, la viuda, Mercedes
Barcha, se encontraba "tranquila" y "serena", según algunos
amigos, pero también "llena de tristeza", como declaró Jacobo
Zabludovsky, un reconocido periodista mexicano que tuvo una estrecha relación
con la familia del autor.
"Está bien, contesta constantemente al
teléfono, llena de tristeza, pero tranquila", afirmó Zabludovsky.
Desde esta mañana llegaron otras personalidades de
la cultura mexicana y compatriotas de García Márquez que se acercaron a la
vivienda para dejar sus flores y rendir tributo a una de las principales
glorias de la lengua castellana.
"Inmortalizó el nombre de Colombia junto con él
y su literatura", afirmó el ingeniero colombiano Carlos Eduardo Quiroga,
de 36 años, quien vive en México desde hace trece años y que llegó a la casa
acompañado de su familia.
Quiroga trajo un ramo de rosas amarillas, las
favoritas del autor, que depositó en una esquina del portón de la vivienda.
También llegó un arreglo de margaritas y rosas
blancas que envió la cantante colombiana Shakira, con una tarjeta que decía:
"Mi más sentido pésame. Shakira". Otros colombianos o mexicanos
llegaron también para dejar sus rosas o girasoles.
Se hicieron presentes también dos representantes
diplomáticos de España, que entregaron a la familia dos cartas de los reyes de
España y de los príncipes de Asturias, herederos de la Corona, dando el pésame
a los familiares del Premio Nobel de 1982.
Entre quienes llegaron a la casa se encontraba
también el cineasta Felipe Cazals, quien destacó no sólo el aporte cultural de
García Márquez, sino también su vertiente humana. "Nunca, desde que lo
conocí (hace 40 años), nunca lo oí hablar mal de nadie", dijo.
La atención está enfocada ahora en el homenaje que
se celebrará el lunes por la tarde en el Palacio de Bellas Artes de la capital
mexicana, aunque se espera que además de ese acto haya otros para despedir al
autor.
El embajador colombiano confirmó que él mismo y el
director del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael
Tovar, recibirán ese día las cenizas de García Márquez que le entregarán la
familia, y harán la primera guardia de honor.
Está previsto que la última guardia sea hecha por
los presidentes de Colombia y de México, Juan Manuel Santos y Enrique Peña
Nieto, añadió Ortiz.
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