MADRID (14 Septiembre 2014).- Isidoro Álvarez
Álvarez, presidente de El Corte Inglés y del Patronato de la Fundación Ramón
Areces desde 1989, ha fallecido a primera hora de la tarde en Madrid a los 79
años, según han informado fuentes de la compañía. Álvarez llevaba ingresado en
el hospital Puerta de Hierro de la capital desde el pasado miércoles por una
insuficiencia respiratoria.
Los médicos informaron el viernes que Álvarez había
experimentado una mejoría, pero su estado de salud se agravó al día siguiente y
no superó esta nueva crisis.
La capilla ardiente se instalará esta tarde en
Madrid en la Fundación Ramón Areces, situada en la calle Vitrubio número 5, ha
informado la compañía en un comunicado. Estará abierta de 20 a 22 horas y el
lunes de 10 a 14 horas.
El empresario está considerado uno de los grandes
expertos españoles en distribución comercial, tras más de 60 años de trabajo en
la cadena de grandes almacenes y 25 de ellos como presidente ejecutivo.
Responsable de la expansión de la marca, con la compra de Galerías Preciados y
creación de nuevos centros, y de la diversificación, desde la entrada en el
sector de la alimentación, con sus distintas marcas de hipermercados, al de
agencias de viajes, informática y tiendas de ropa juvenil, hizo de aquella
tienda que revolucionó la céntrica calle Callao de Madrid un grupo con un
volumen de facturación de 14.000 millones de euros.
El pasado agosto, presidió (sin saberlo) su última
Junta General de Accionistas, en la que anunció unas ganancias de 174,3
millones de euros, un 6,2% superiores al ejercicio precedente y con unas ventas
de 14.292 millones, menores en un 1,8% en relación al ejercicio de 2012, que en
un contexto de seis años consecutivos de caída de las ventas en el comercio
minorista se pudo hablar de ejercicio positivo.
Unos años de caídas de ventas en el sector que, sin
embargo, no afectaban con igual dureza a la cuenta de resultados del grupo
Inditex, con marcas como Zara o Massimo Dutti. Atento a la evolución del
sector, a la innovación y a la competencia, hace unos tres años que Isidoro
Álvarez salió de su despacho para recorrer, de incógnito, las cuatro plantas
que albergaba la tienda de Zara en la calle Serrano de Madrid, justo enfrente
de la nueva abierta este año, para enfrentar el éxito de Amancio Ortega al
declive de los centros de El Corte Inglés, que representan el 59% de las ventas
totales del grupo.
En los mejores resultados anunciados en la Junta de
agosto tuvo mucho que ver el acuerdo de venta al Santander del 51% de su
financiera. Una alianza estratégica acordada con Emilio Botín, presidente aún
de la entidad que murió justo el mismo día en que Álvarez era ingresado en un
hospital madrileño aquejado de una insuficiencia respiratoria.
Otro movimiento estratégico fue presentar a los
accionistas al sucesor. En julio, Álvarez designó a Manuel Pizarro como su
adjunto, un cargo de nueva creación en el tradicional organigrama del grupo, y
el 31 de agosto, fecha de celebración de la Junta de Accionistas, se designaba
al ex presidente de Endesa, Ibercaja y de la Ceca como consejero, el noveno que
comparte mesa en el consejo con Dima Gimeno (director general), Leopoldo del
Nogal, Juan Hermoso, Florencio Lasaga, Carlos Martínez, Paloma García (en
representación de Cartera Mancor) y Carlota Areces (en representación de
Corporación Ceslar).
Pizarro tendrá que abordar la refinanciación de la
deuda del grupo y cuya gestión anticipa una nueva era en la historia de El
Corte Inglés. "Hoy son ustedes trabajadores y accionistas de una empresa
mejor y con capacidad para afrontar el futuro que, ejercicio a ejercicio, ha
aumentado su patrimonio, ha conservado sus cuotas de mercado y dispone de una
alta fidelidad de sus clientes". Unas palabras que hacían balance de su
gestión tras recoger el testigo de Ramón Areces, fundador de la empresa y que
ahora se entienden como su despedida.
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