NUEVA YORK (30 Septiembre 2014).- Cuando uno llega a
la entrada de Central Park por Columbus Circle, se encuentra con una imagen que
se queda en la retina: un hombre hace negocios desde una silla con ruedas se
dirige el servicio de carruajes que pasean turistas por el parque.
La imagen no deja de ser una anécdota, pero refleja
la carestía del espacio en Manhattan, donde el alquiler de una estancia muy
normalita de una habitación cuesta la friolera de 3.000 dólares mensuales (2.360
euros).
Cuando se llevan esos precios a gran escala y a los
enormes y nuevos rascacielos se llega a la noticia de la semana en la ciudad:
Nueva York acaba de sacar al mercado el piso más caro de su historia, de 130
millones de dólares, 42 millones por encima de la venta más cara hasta el
momento.
Upper East Side
Con vistas cotizadas a Central Park, se trata de un
tríplex de 1.150 metros cuadrados y otros 115 de terraza ubicado en el número
520 de Park Avenue, esto es, entre la calle 60 y la 61, y muy cerca de la
Quinta Avenida, en pleno Upper East Side.
Es el bautizado como el nuevo rascacielos de los
multimillonarios y lo curioso es que se puede permitir el lujo de pedir ese
precio (ya aprobado por las autoridades neoyorquinas) sin ni siquiera estar aún
construido.
Lo estará en 2017, cuando, según los promotores, se
convertirá no sólo en el piso más caro de Manhattan, sino también en el más
grande. En ese año saldrán también a la venta los otros 30 apartamentos del
edificio: siete dúplex de 850 metros cuadrados por los que se pide un mínimo de
67 millones, y 23 apartamentos de una planta de 16 millones y 430 metros
cuadrados.
Antecedentes
¿Se podrán alcanzar esas cantidades? Los expertos
inmobiliarios tienen pocas dudas, y piensan incluso que el nuevo rascacielos
marcará una referencia en Manhattan.
Ponen como prueba lo que sucedió en el número 15 de
Central Park West, que por ahora es la torre con más grades fortunas por metro
cuadrado y donde no hay ni un piso libre. Allí, han pagado millonadas
históricas por sus casas Lloyd Blankfein, consejero delegado de Goldman Sachs;
Daniel Loeb, fundador del hedge fund Third Point; el cantante Sting o el actor
Denzel Washington.
Y allí es donde se ubica precisamente el apartamento
de 88 millones de dólares que ostenta hasta ahora el récord de venta cerrada en
Manhattan. Es lo que pagó el millonario ruso Dmitry Rybolovlev a Sandy Weill,
exconsejero delegado de Citigroup, por un piso para su hija.
El precio queda
muy lejos de los 130 millones de dólares que se piden ahora por el nuevo
tríplex, pero «sí hay compradores para este precio», según concluyen desde la
casa de tasación Miller Samuel.
Por
ESTELA M. SAZO/El Mundo
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