Madrid vence 3-1 al Barcelona

MADRID (25 Octubre 2014).- El futbolista colombiano se convirtió en una de las figuras de los dirigidos por Ancelotti.

A su habitual fútbol y al cumplimiento del funcionamiento táctico que le ordenó Carlo Ancelotti, este sábado James Rodríguez le sumó mucho carácter y personalidad al partido más importante que enfrentó desde que llegó a las filas de los ‘merengues’.

Nuevamente y tal y como sucedió en los últimos compromisos del Real Madrid, el colombiano jugó en la zona de volantes cargado a la banda derecha. Y fiel a su costumbre, cumplió en ataque, se asoció bien, entregó la pelota con acierto, cambió de frente y descongestionó cuando Barcelona intentaba trabar y frenar los intentos ofensivos de los locales.

A eso, además, le sumó un pase gol a Karim Benzema, quien definió bien para anotar el tercero y definitivo para los blancos. También James tuvo una posibilidad de anotar cerrando el primer tiempo, aunque no pudo impactar con suficiente fuerza y ubicación el esférico cuando quedó solitario y sin marca en pleno corazón del área.

A Rodríguez también se le reconoce el desgaste físico de principio a fin y su despliegue, sin ahorrar esfuerzo y con coraje cuando lo tuvo que poner en la cancha, Así fueron varias las oportunidades en las que el número 10 del Madrid apareció solo por derecha, pero sus compañeros no hicieron llegar la pelota con claridad y en dos ocasiones, Cristiano Ronaldo lo quiso habilitar y Mascherano interceptó, y en la otra, Marcelo se equivocó en el pase.

James se notó tranquilo, pausado cuando el partido así lo exigió, aceleró en momentos clave y no se arrugó en ningún momento ante la expectativa que generó su debut en los famosos clásicos españoles, del que estuvo pendiente el mundo entero.

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El cucuteño estuvo a la altura del duelo contra las estrellas del Barcelona y prueba de su buen desempeño es que a la hora en la que Ancelotti le metió muñeca a su equipo en el complemento para cerrar el juego, ni miró al colombiano que al final festejó con sus compañeros, se vio con una sonrisa de oreja a oreja y se marchó para el camino con la satisfacción del deber cumplido.


Con 22 años, James Rodríguez parece que llevara años de los años en el Real Madrid y que ya hubiera jugado muchos, muchísimos, clásicos. El 10 jugó como veteranazo, como un ‘perro viejo’ y así se erigió como una de las grandes figuras del derbi español.

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