Maduro rompe con Rajoy

MADRID (25 Octubre 2014).- "He ordenado que se revisen todas las relaciones con España por el acto inamistoso, de injerencismo y de apoyo a los grupos de ultraderecha que ejercen la violencia en Venezuela por parte de Rajoy". Casi como si de una declaración de guerra se tratara, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro anunció ayer en un discurso televisado que su Gobierno abre la mayor crisis política con nuestro país de los últimos años. El dirigente chavista no ahorró calificativos contra el Ejecutivo español, conminándole a "ocuparse de sus asuntos".

Se refería al encuentro mantenido el pasado miércoles en Madrid por el presidente español y Lilian Tintori, mujer del líder opositor venezolano Leopoldo López, encarcelado desde el pasado febrero, y que se ha convertido en una de las más combativas activistas por los derechos humanos y contra la represión chavista.

Rajoy se reunió con Tintori en la sede del partido, en Génova, 13, y no en La Moncloa. Lo hizo para visualizar que la recibía en calidad de presidente del Partido Popular y no del Gobierno, un gesto diplomático con el que trataba de no molestar a Caracas. Por lo mismo, la declaración de Rajoy no se movió un ápice de la ambigüedad calculada, mostrando la "preocupación de la UE por el juicio de Leopoldo López y por la necesidad de respetar la libertad de expresión y el derecho de manifestación". Pero de poco sirvió mantenerse en el alambre diplomático. El Ministerio de Exteriores venezolano tachó el jueves de "irresponsable e irrespetuosa" la reunión entre Rajoy y Tintori. Y, ayer, Maduro, con tu tono destemplado habitual, fue más lejos al advertir directamente a su homólogo español: "Respete a Venezuela como nosotros respetamos al pueblo español". El sucesor de Chávez recalcó que "el respeto a la vida interna [de terceros países] es sagrado".

"Ahí está el presidente Rajoy abusador metiéndose en los asuntos internos de Venezuela, cuando sencillamente no tiene moral para hablar de la Venezuela bolivariana", afirmó Maduro, dejando claro su deseo de provocar una crisis bilateral de primer grado.

"Con mi patria no te metas Rajoy, Venezuela se respeta ¿oyó? Bastante paciencia le hemos tenido a gente como usted de ultraderecha que viene ahora a apoyar grupos responsables de la muerte de más de 40 venezolanos, responsable de los ataques terroristas; vino usted a alentar desde España, desde Madrid, el terrorismo contra Venezuela", recalcó el mandatario venezolano, en alusión al encarcelado Leopoldo López y otros 70 opositores -en su mayoría, estudiantes- que fueron detenidos en febrero, tras las masivas protestas contra el Gobierno que paralizaron las principales ciudades venezolanas.

Sin embargo, frente a la arenga de Maduro, el Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, exigió el lunes la inmediata liberación de López y el resto de presos políticos, "cuya arbitraria y prolongada detención causa preocupación internacional".

Al día siguiente, Lilian Tintori expresó en su visita a España a EL MUNDO su satisfacción por el dictamen del organismo de la ONU, mostrándose optimista por la pronta liberación de su esposo, quien ni siquiera ha podido defenderse aún de las acusaciones en un juicio con garantías. Tintori hizo desde este mismo diario un llamamiento a todos los partidos políticos españoles para que secundaran la exigencia de Naciones Unidas, y en concreto pidió a Pablo Iglesias, líder de Podemos, que reclame a Maduro la excarcelación de López. Tintori pidió igualmente su apoyo al Gobierno español, quien directamente no se ha pronunciado sobre el caso para tratar de evitar una tormenta diplomática como la que finalmente se ha producido. De hecho, Rajoy trató de paliar con su entrevista fuera de agenda oficial, y de absoluto perfil bajo, las críticas recibidas en los últimos meses por la falta de un pronunciamiento contundente de Moncloa sobre la represión en Venezuela de estos últimos meses.

Fuentes de Exteriores aseguraron anoche a EL MUNDO que el Gobierno no tiene intención de momento de pronunciarse sobre este episodio. Se trata de una nueva patata caliente en unas relaciones bilaterales extraordinariamente complicadas desde hace años, a pesar de que los fuertes intereses económicos que comparten ambos países y de que hay asuntos de Estado que exigen la colaboración, como el tema migratorio -más de 200.000 venezolanos residen en nuestro país-.

Tras la victoria electoral de Maduro en abril de 2013 y las acusaciones de fraude electoral, el ministro de Exteriores español se pronunció a favor de una "auditoría" de los votos, lo que fue calificado por Caracas como una "inaceptable injerencia". Ya entonces, Maduro exigió "una rectificación; si no, tomaremos las medidas ejemplares en todos los órdenes diplomáticos, económicos y políticos". Aquel fuego lo apagó días después el jefe de la diplomacia española con un reconocimiento explícito de la victoria de Maduro, que el chavismo recogió como unas disculpas.

Más complicado fue recomponer las relaciones entre España y Venezuela en 2007 tras el episodio protagonizado por el Rey Juan Carlos, cuando espetó al entonces presidente Chávez "¿Por qué no te callas?". Durante cuatro meses, se rompieron los canales diplomáticos bilaterales. La situación se recompuso cuando los dos protagonistas del incidente se encontraron en el Palacio de Marivent (Mallorca) y el monarca le regaló a Chávez una camiseta con la inolvidable pregunta impresa.




Por EDUARDO ÁLVAREZ/El Mundo

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