MIAMI (26 Febrero 2015).- El presidente
estadounidense Barack Obama defendió de forma categórica en Miami sus decretos
para regularizar a millones de inmigrantes, luego de que un juez decidiera
suspenderlos hasta que haya un fallo firme sobre su constitucionalidad.
El mandatario afirmó que sus medidas ejecutivas -que
beneficiarían a unos 4 de los 11 millones de inmigrantes indocumentados en el
país - son "lo correcto", y garantizó que su gobierno peleará la
decisión del juez de Texas que la semana pasada las bloqueó.
"Es un solo juez federal. Hemos apelado muy
agresivamente. Y vamos a seguir actuando tan agresivamente como podamos, no
solo porque la ley está de nuestro lado, sino porque la historia está de
nuestro lado", dijo el mandatario en la Florida International University
en Miami.
La decisión del juez de Texas llevó al departamento
de Seguridad Interior a detener la recepción de peticiones de inmigrantes para
regularizar su situación, que debía iniciarse la semana pasada. Las medidas
anunciadas por Obama en noviembre buscan dar permisos temporales de residencia
a ciertas categorías de inmigrantes sin papeles -padres de ciudadanos (DAPA) o
jóvenes traídos de niños por sus padres, conocidos como "dreamers"
(DACA).
De todas maneras, el mandatario admitió que sus decretos
son una solución temporal y que la definitiva debe ser una reforma migratoria
que abarque a todos los indocumentados, que solo puede ser aprobada por el
Congreso.
Reto
a candidatos
Durante el evento, que fue transmitido por la cadena
Telemundo, el mandatario instó a los votantes a reclamar a los candidatos que
aspiren a la Casa Blanca en el 2016 que apoyen dicha reforma. "Cuando
empiecen a buscar votos, la primera pregunta debe ser: '¿Realmente van a
deportar a 11 millones personas? Si no, ¿cuál es su plan?'", dijo Varios
activistas le hicieron preguntas a Obama, sobre todo referidas a qué pueden
esperar ahora para sus familiares indocumentados que podrían beneficiarse de lo
decretos mientras están en suspenso.
Obama instó a las personas a seguir preparando sus
papeles para registrarse en los programas una vez que estén disponibles. El
mandatario se mostró confiado en que eventualmente la situación migratoria en
Estados Unidos se solventará. "En algún momento, habrá un presidente
Rodríguez o un presidente Chin", dijo Obama, que fue bastante aplaudido.
Algunos activistas presentes valoraron las palabras
de Obama, pero le pidieron no bajar la guardia. "Mientras el Congreso no
actúe, el trabajo del presidente no acaba", dijo en un comunicado la
organización Dream Action Coalition.
La visita de Obama a Florida tuvo especial
significación, ya que este es el tercer estado estadounidense con mayor número
de indocumentados, más de 900.000, un tercio de los cuales podría beneficiarse
de las medidas de Obama, según el centro de análisis Pew Hispanic.
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