GUATEMALA EN EBULLICIÓN A DOS DÍAS DE LAS ELECCIONES GENERALES; MORALES FAVORITO
CIUDAD DE GUATEMALA (4 Septiembre 20915).- Guatemala
vive este viernes su último día de campaña para las elecciones generales del
domingo, en un clima histórico marcado por la renuncia y prisión provisional
del ahora ex presidente Otto Pérez por presuntos actos de corrupción.
Más de 7,5 millones de guatemaltecos, cuyas
movilizaciones coadyuvaron a la dimisión del mandatario, están convocados a la
primera ronda de lasa elecciones presidenciales, legislativas y municipales.
Los guatemaltecos "indignados", que no
cesaron de protestar pacíficamente cada semana desde que comenzaron a
destaparse los casos de corrupción en abril, dejaron claro que no están
dispuestos a tolerar la corrupción, en tanto reclaman un cambio del sistema
político.
Los electores se muestran ahora menos confiados y
más vigilantes con respecto a los candidatos.
La revelación del escándalo de corrupción conocido
como "La Línea", que cobraba sobornos para evadir impuestos
aduaneros, desató en Guatemala la más grave crisis política desde el
restablecimiento democrático en 1985.
"Los políticos hacían lo que querían pero estos
casos de corrupción hicieron que muchos despertaran y ya no nos vamos a
dejar", dijo a la AFP Luisa Monterroso, una nutricionista de 34 años quien
ha acudido a varias protestas.
"Creo que Guatemala ha cambiado y de ahora en
adelante los diputados y nuevas autoridades serán más fiscalizadas",
agregó.
Al frente de las encuestas figuran tres aspirantes
-de 14 postulados- con posibilidades de pasar a la segunda ronda el 25 de
octubre si ninguno alcanza al menos 50% de los votos.
Una encuesta de la empresa ProDatos, publicada el
jueves por el diario Prensa Libre, situó en primer lugar a Jimmy Morales, un
comediante de 46 años postulado por el derechista Frente de Convergencia
Nacional, con 25% de las preferencias.
Le siguen el abogado derechista Manuel Baldizón, 45,
del partido Libertad Democrática Renovada, con 22,9% y la exprimera dama Sandra
Torres, 59, de la socialdemócrata Unión Nacional de la Esperanza con 18,4%.
Para muchos guatemaltecos, las elecciones de 2015
son diferentes a las que se hacen cada cuatro años porque la caída de Pérez
marcó un antes y un después.
"Cada presidente que llega promete una cosa y
ya no cumple. Todos son corruptos y todos son ladrones, pero ahora sí deben
cumplir porque la gente los estará vigilando", dijo a la AFP Orlando
Pérez, de 22 años, vendedor de la versión guatemalteca de los "hot
dog" llamados "shucos", en el centro de la capital.
Sin embargo, algunos observadores alertan que la
renuncia de Pérez no erradica la práctica clientelista de la política
guatemalteca que sustenta la corrupción.
El diputado indígena Amílcar Pop, un opositor que en
junio hizo el primer intento de privar a Pérez de su inmunidad, alertó en el
Congreso que la corrupción tiene raíces profundas que no se eliminan con el
procesamiento de de las autoridades salientes.
"El que el presidente y la vicepresidenta estén
siendo procesados por corrupción, no resuelve la crisis. Elegir un nuevo
presidente no resuelve la crisis, porque hay muchos candidatos involucrados en
actos cuestionados", manifestó Pop en la sesión legislativa que aprobó el
jueves la renuncia de Pérez.
A su juicio, el nuevo gobierno debe pensar en
"una ruta para la verdadera transformación del Estado guatemalteco".
En el mismo sentido, el economista Mynor Cabrera, de
la Fundación Económica para el Desarrollo, el problema de fondo es el modelo de
finaciamiento de los partidos políticos, en el cual quienes financian
"esperan recuperar ese dinero después".
"El problema es que hay gente que se ha nutrido
de ese sistema y tiene mucho poder", consideró Cabrera.
La revelación del escándalo de corrupción conocido
como "La Línea", que cobraba sobornos para evadir impuestos
aduaneros, desató en Guatemala la más grave crisis política desde el
restablecimiento democrático en 1985.
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