AUMENTA LA CIFRA DE MUERTOS EN ATENTADO TERRORISTA DE ESTAMBUL

ESTAMBUL, Turquía (28 junio 2016).- Unas 41 personas murieron y 239 resultaron heridas el martes en un ataque suicida en el concurrido aeropuerto de Ataturk, una masacre en la terminal internacional que las autoridades turcas atribuyeron a tres supuestos combatientes del grupo Estado Islámico.

Según informó el gobierno turco esta mañana, de las 41 personas fallecidas, hay 13 extranjeras.

Además, el primer ministro turco, Binali Yildirim, dijo que los tres atacantes suicidas que se inmolaron.

Otro funcionario de alto rango dijo a The Associated Press que la cifra de muertos podría ascender todavía más. El alto funcionario, que solicitó el anonimato de acuerdo al protocolo gubernamental, había informado en un principio que casi 50 personas habían fallecido, pero después señaló que previsiblemente se acercaría a esa cifra.

Centenares de aterrorizados pasajeros huyeron del aeropuerto ante el último de una serie de atentados con bombas que en los últimos meses han conmocionado a Turquía. Los atentados han aumentado de escala y frecuencia, ahuyentado a turistas y golpeando a la economía del país, que depende considerablemente de los visitantes externos.

Hevin Zini, de 12 años de edad, acababa de llegar de Dusseldorf con su familia y lloraba por la conmoción.

"Había sangre en el piso", dijo Zini a The Associated Press. "Todo quedó hecho pedazos... Si hubiéramos llegado dos minutos antes, podríamos haber sido nosotros".

En declaraciones a la prensa en el aeropuerto, Yildirim dijo que tres atacantes suicidas habían perpetrado el atentado y todos los indicios iniciales apuntan a que el grupo Estado Islámico estaba detrás de los hechos.

"Los hallazgos de nuestras fuerzas de seguridad apuntan hacia la organización Daesh como los perpetradores de este ataque terrorista", afirmó Yildirim. El funcionario utilizó el nombre árabe del EI. "Aun cuando los indicios apuntan hacia Daesh, prosiguen nuestras investigaciones".

Turquía comparte largas y porosas fronteras con Siria e Irak, países sumidos en la guerra y donde el grupo EI controla amplias extensiones de territorio. Las autoridades han acusado al grupo extremista de varios atentados importantes en el último año, que han golpeado la capital, Ankara, y a turistas en Estambul.

Turquía ha redoblado la seguridad en sus aeropuertos y fronteras terrestres, además de deportar a miles de combatientes extranjeros, pero ha tenido problemas para afrontar la amenaza de milicianos del grupo armado al tiempo que realiza una gran campaña militar contra rebeldes curdos, a los que también se ha acusado de ataques recientes.

La devastación en el aeropuerto de Estambul sigue al atentado de marzo contra el aeropuerto de Bruselas, donde dos atacantes suicidas destrozaron los mostradores de facturación y mataron a 16 personas. El grupo EI reclamó la autoría de ese ataque, así como de la posterior explosión en el metro de Bruselas, donde murieron otras 16 personas.

El primer ministro turco indicó que el tráfico aéreo del museo, que fue suspendido después del ataque, había vuelto a la normalidad el miércoles de madrugada. Durante varias horas se suspendieron los vuelos entre Turquía y Estados Unidos, pero se reanudaron más adelante, indicó una fuente estadounidense que habló bajo condición de anonimato para comentar temas sensibles de seguridad.

Yildirim dijo que los atacantes llegaron en taxi al aeropuerto y detonaron sus explosivos después de hacer varios disparos con armas de fuego. A la pregunta de si un cuarto atacante podría haber escapado, el primer ministro dijo que las autoridades consideraban todas las posibilidades aunque no podían pronunciarse al respecto todavía.

El primer ministro señaló que entre las víctimas figuran algunos extranjeros y apuntó que, si bien muchos de los sobrevivientes tenían heridas menores, algunos estaban muy graves.

Otro funcionario turco dijo que dos de los atacantes habían detonado sus explosivos a la entrada de la terminal de llegadas internacionales después de que la policía disparara contra ellos y que el tercero se inmoló en el estacionamiento.

El funcionario, que también solicitó el anonimato de acuerdo con las normas del gobierno y citó información del Ministerio del Interior, dijo que ninguno de los atacantes logró pasar los puestos de seguridad en la entrada de la terminal.

Los aeropuertos turcos tienen puestos de seguridad a la entrada de los edificios de las terminales y después en la entrada de las puertas de embarque.

Las calles alrededor del aeropuerto fueron cerradas al tránsito regular después del ataque entre un ir y venir de ambulancias en la zona. Muchos pasajeros aguardaron sentados en el pasto afuera del aeropuerto.

La sudafricana Judy Favish, quien pasó dos días en Estambul mientras hacía conexión en camino a su casa en Dublín, acababa de registrarse cuando escuchó una explosión, seguida de varios disparos y un fuerte estallido.

Dijo que se escondió debajo del mostrador durante un tiempo.

Dos turistas sudafricanos, Paul y Susie Roos originarios de Cape Town, estaban en el aeropuerto alistándose a volar a casa al momento de las explosiones, y quedaron sorprendidos con lo que vieron.


"Veníamos de la sección de llegadas hasta la de salidas, y subíamos la escalera cuando escuchamos varios disparos", dijo Paul Roos. "Estaba ese tipo deambulando, vestido de negro y con una pistola en la mano".

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