LAS VEGAS (25 Octubre 2016).- Hasta la semana pasada, Manny Pacquiao se
concentraba en impulsar una iniciativa que restablecería la pena de muerte en
Filipinas.
Ahora, se enfoca en algo menos polémico, su regreso
a los cuadriláteros para enfrentar a Jessie Vargas el 5 de noviembre.
"Trabajar en el Senado no es tan fácil cuando
uno está entrenando", reconoció Pacquiao. "Uno debe administrar su
tiempo, y eso es lo que hice para esta pelea".
El filipino, quien está en su primer periodo como
senador en su país, no tendrá que compaginar dos empleos al menos durante unas
semanas. El Senado filipino está en receso, y Pacquiao llegó a Los Ángeles el
fin de semana, ansioso por concluir su preparación para librar otro combate en
una trayectoria profesional que abarca ya 21 años.
Está por verse cuán ansiosos se encuentran los
fanáticos por ver al boxeador asiático ante un rival relativamente desconocido,
a quien no se le conceden muchas probabilidades de vencerlo.
"Pueden decir lo que quieran sobre Pacquiao y
Vargas", dijo el promotor Bob Arum. "Creo que es una pelea
competitiva. Otros no lo piensan, y ésa es su opinión".
Pacquiao se unió a Arum el lunes, en una conferencia
telefónica para hablar de la reinvención más reciente del púgil que se
convirtió en político. La conversación abordó tanto el boxeo como las
principales metas de Pacquiao como senador.
Esos objetivos incluyen formar una comisión de boxeo
en Filipinas y restablecer la pena capital, abolida hace 30 años.
"Disfruto trabajando duro en el Senado mientras
sigo como boxeador", aseguró Pacquiao. "Disfruto las dos cosas".
El filipino, a quien Nike le revocó un contrato este
año tras afirmar que los gays eran "peores que animales", es aliado
del nuevo presidente Rodrigo Duterte, quien ha sugerido recientemente que su
país estaría mejor sin mantener una alianza estrecha con Estados Unidos.
Pacquiao desestimó las preocupaciones de que esos
comentarios puedan retirarle el apoyo de algunos fanáticos en un país donde ha
ganado millones de dólares.
"Todo está bien", aseveró. "Él ha
aclarado todo sobre la relación entre Estados Unidos y Filipinas".
El entrenador Freddie Roach comentó que marcha
adecuadamente la carrera boxística de Pacquiao, misma que entró en una pausa
tras un retiro temporal, el año pasado. En abril, el boxeador lució al
imponerse sobre Timothy Bradley en el tercer combate entre ambos, y Roach informó
que Pacquiao ha dedicado semanas a entrenarse en Filipinas para el pleito
contra Vargas.
La mayoría de esas sesiones fueron nocturnas, dado
que Pacquiao ha cumplido una promesa de campaña: asistir al Senado todos los
días de sesión.
"Es lo mejor que he visto de Manny en mucho
tiempo", afirmó Roach. "Ha sido mucho más agresivo".
La estrella de Pacquiao perdió algo de brillo
después de caer ante Floyd Mayweather Jr, en la pelea que más ganancias ha
dejado en la historia. Subir al ring con Vargas difícilmente le devolverá el
lustre. Arum ha añadido tres peleas por el título a la función, y busca por su
cuenta vender el combate a la televisión, en la modalidad de "pago por
ver".
Como parte de su labor de ventas, Arum sostiene la
posibilidad de que Pacquiao pelee contra el invicto Terrence Crawdord en el
segundo trimestre del año próximo, en caso de que derrote a Vargas.
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