CENTENARES DETENIDOS ESTADOS UNIDOS REDADAS CONTRA INMIGRANTES: NUEVA ERA CASA BLANCA
Pero Guadalupe, que llegó a Estados Unidos cuando había cumplido los 14 y que tiene dos hijos adolescentes nacidos en la tierra prometida, no está sola en su desandar. Entre los indocumentados, en especial los hispanos, cunde el pánico de costa a costa. Creen que se abrió la veda para su cacería, tras constatar que esta semana centenares de ellos han sido detenidos en media docena de estados.
“Se palpa el temor y mucha ansiedad por ver qué va a
pasar y a dónde llega esta situación”, confesó Gabriel Villalobos, que lleva
casi doce años como productor del programa de radio Contacto Total, el de mayor
audiencia en la comunidad hispana del área metropolitana de Phoenix.
“La preocupación –prosiguió– se traduce en cosas
reales. Hemos constatado una bajada tremenda en la asistencia a los
restaurantes o a las carnicerías. La gente ahorra, muchos se plantean moverse a
estados más amigos o incluso regresar a México”.
“Esta es la primera oleada de ataques bajo la
administración Trump y sabemos que no va a ser la única”, opina Cristina
Jiménez, directora ejecutiva de United We Dream (organización de jóvenes
inmigrantes), en una conferencia con expertos en la materia. Los agentes
adscritos a la agencia de control de aduanas (ICE) confirmaron que esta semana
se realizó una operación en hogares y lugares de trabajo en el área de Los
Ángeles, Nueva York, Chicago, Atlanta, Carolina del Norte y Carolina del Sur.
Las ciudades refugio, que se niegan a cooperar con los federales contra los
inmigrantes, parecen ser la diana.
Ante la irrupción en las redes sociales de
informaciones sobre diversas operaciones, los inmigrantes indocumentados, sus
abogados y los grupos de derechos civiles se preparan para un incremento de la
represión.Ya han surgido movilizaciones.
Los directores de colegios de Los Ángeles han
enviado a los padres una listas de cosas que hacer en caso de que los agentes
de inmigración se dirijan a ellos.
El Gobierno de México se ha dirigido “a la entera
comunidad de mexicanos” para que “tomen precauciones y se mantengan en contacto
con los consulados cercanos”. The Wall Street Journal informó ayer que
mexicanos influyentes animan a desarrollar una política agresiva para tratar de
colapsar los tribunales de inmigración. De esta manera, el sistema de
deportaciones sufrirá una sobrecarga que lo hará totalmente inoperante.
Para el ministro de Asuntos Exteriores mexicano, la
expulsión de Guadalupe “ilustra la nueva realidad en Estados Unidos”. La
administración Obama, que podría haber desterrado a esta mujer desde el 2013,
prefirió centrarse en verdaderos criminales y no en alguien que se limitó a
falsificar un documento (“robo de identidad”) hace una década para trabajar.
Este es el escenario, en un país con 11 millones de
simpapeles, tras la orden ejecutiva de la Casa Blanca del 25 de enero. Esta
iniciativa expande de forma amplia la categoría de indocumentados a los que se
les prioriza para su expulsión. Está en línea con lo que el magnate prometió de
echar de inmediato a tres millones que cuentan con antecedentes penales, su
proclama de “ley y orden” que estigmatiza a los foráneos. Sin embargo, esta
orden abarcaría a los que tienen pequeñas faltas o incluso carecen de condena.
Si el presidente ha sufrido un varapalo por el veto
a prohibir la entrada a los musulmanes, las acciones para neutralizar a los
ilegales se han desarrollado sin problemas en los últimos días. “No habléis de
redadas, sino de acciones específicas”, indicó Gillian Christensen, portavoz
del Departamento de Seguridad Nacional, que ha descrito lo ocurrido como un
“servicios rutinarios”. Oficiales de la ICE, responsables de estas acciones,
aseguraron que hay 960.000 individuos con orden de expulsión que no se hallan
en custodia. Insistieron en que no ha habido un incremento en el ritmo respecto
a la etapa Obama, que tocó la cima en el 2012 con 409.849 expulsados.
“Es falso e irresponsable hablar de controles o de
detenciones al azar”, remarcan en la ICE , donde además ponen el ejemplo de que
entre los 160 detenidos en Los Ángeles, 150 tenían antecedentes. De ellos, el
75% había cometido algún delito, mientras el resto tenía faltas o la simple
estancia sin papeles.
Esta explicación no ha hecho más que aumentar la
preocupación. Guadalupe cayó presa por cumplir con la obligación de registrarse
cada año ante la ICE. Los agentes la metieron en un furgón policial y la dejaron
en Nogales, cruzada la frontera. A la vista de esta situación, las
organizaciones en defensa de los inmigrantes aconsejan no acudir a estos
controles e, incluso, cambiar de piso en caso de que vivan en el mismo que
dieron cuando fueron detectados sin la documentación correcta.
El periodista Gabriel Villalobos ha recibido la
filtración de que el gobierno federal, a diferencia de lo que ocurría hasta
ahora, remite a las agencias estatales toda la información sobre la
clasificación de los inmigrantes, con su estatus y datos personales. Corren
peligro incluso cuando van a pedir cualquier tipo de ayuda.
A Villalobos le queda la duda si el caso Guadalupe,
que no suponía peligro alguno pero tenía antecedentes, es una tendencia o
“Trump ha aprovechado este asunto para montar su show y justificarse ante sus
votantes”.
Por
FRANCESC PEIRÓN/LaVanguardia.com
No hay comentarios.: