CENTENARES DETENIDOS ESTADOS UNIDOS REDADAS CONTRA INMIGRANTES: NUEVA ERA CASA BLANCA

NUEVA YORK (12  Febrero 2017).- Guadalupe García de Rayos, de 35 años, se ha convertido en el rostro de esta nueva época de deportaciones. Del dolor por verse separada de su familia. Desde Phoenix (Arizona), su imagen ha recorrido EE.UU. y el mundo, presentándola como víctima –y ejemplo, según los antiinmigración– de la política del presidente Donald Trump.

Pero Guadalupe, que llegó a Estados Unidos cuando había cumplido los 14 y que tiene dos hijos adolescentes nacidos en la tierra prometida, no está sola en su desandar. Entre los indocumentados, en especial los hispanos, cunde el pánico de costa a costa. Creen que se abrió la veda para su cacería, tras constatar que esta semana centenares de ellos han sido detenidos en media docena de estados.

“Se palpa el temor y mucha ansiedad por ver qué va a pasar y a dónde llega esta situación”, confesó Gabriel Villalobos, que lleva casi doce años como productor del programa de radio Contacto Total, el de mayor audiencia en la comunidad hispana del área metropolitana de Phoenix.

“La preocupación –prosiguió– se traduce en cosas reales. Hemos constatado una bajada tremenda en la asistencia a los restaurantes o a las carnicerías. La gente ahorra, muchos se plantean moverse a estados más amigos o incluso regresar a México”.

“Esta es la primera oleada de ataques bajo la administración Trump y sabemos que no va a ser la única”, opina Cristina Jiménez, directora ejecutiva de United We Dream (organización de jóvenes inmigrantes), en una conferencia con expertos en la materia. Los agentes adscritos a la agencia de control de aduanas (ICE) confirmaron que esta semana se realizó una operación en hogares y lugares de trabajo en el área de Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Atlanta, Carolina del Norte y Carolina del Sur. Las ciudades refugio, que se niegan a cooperar con los federales contra los inmigrantes, parecen ser la diana.

Ante la irrupción en las redes sociales de informaciones sobre diversas operaciones, los inmigrantes indocumentados, sus abogados y los grupos de derechos civiles se preparan para un incremento de la represión.Ya han surgido movilizaciones.

Los directores de colegios de Los Ángeles han enviado a los padres una listas de cosas que hacer en caso de que los agentes de inmigración se dirijan a ellos.

El Gobierno de México se ha dirigido “a la entera comunidad de mexicanos” para que “tomen precauciones y se mantengan en contacto con los consulados cercanos”. The Wall Street Journal informó ayer que mexicanos influyentes animan a desarrollar una política agresiva para tratar de colapsar los tribunales de inmigración. De esta manera, el sistema de deportaciones sufrirá una sobrecarga que lo hará totalmente inoperante.

Para el ministro de Asuntos Exteriores mexicano, la expulsión de Guadalupe “ilustra la nueva realidad en Estados Unidos”. La administración Obama, que podría haber desterrado a esta mujer desde el 2013, prefirió centrarse en verdaderos criminales y no en alguien que se limitó a falsificar un documento (“robo de identidad”) hace una década para trabajar.

Este es el escenario, en un país con 11 millones de simpapeles, tras la orden ejecutiva de la Casa Blanca del 25 de enero. Esta iniciativa expande de forma amplia la categoría de indocumentados a los que se les prioriza para su expulsión. Está en línea con lo que el magnate prometió de echar de inmediato a tres millones que cuentan con antecedentes penales, su proclama de “ley y orden” que estigmatiza a los foráneos. Sin embargo, esta orden abarcaría a los que tienen pequeñas faltas o incluso carecen de condena.

Si el presidente ha sufrido un varapalo por el veto a prohibir la entrada a los musulmanes, las acciones para neutralizar a los ilegales se han desarrollado sin problemas en los últimos días. “No habléis de redadas, sino de acciones específicas”, indicó Gillian Christensen, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, que ha descrito lo ocurrido como un “servicios rutinarios”. Oficiales de la ICE, responsables de estas acciones, aseguraron que hay 960.000 individuos con orden de expulsión que no se hallan en custodia. Insistieron en que no ha habido un incremento en el ritmo respecto a la etapa Obama, que tocó la cima en el 2012 con 409.849 expulsados.

“Es falso e irresponsable hablar de controles o de detenciones al azar”, remarcan en la ICE , donde además ponen el ejemplo de que entre los 160 detenidos en Los Ángeles, 150 tenían antecedentes. De ellos, el 75% había cometido algún delito, mientras el resto tenía faltas o la simple estancia sin papeles.

Esta explicación no ha hecho más que aumentar la preocupación. Guadalupe cayó presa por cumplir con la obligación de registrarse cada año ante la ICE. Los agentes la metieron en un furgón policial y la dejaron en Nogales, cruzada la frontera. A la vista de esta situación, las organizaciones en defensa de los inmigrantes aconsejan no acudir a estos controles e, incluso, cambiar de piso en caso de que vivan en el mismo que dieron cuando fueron detectados sin la documentación correcta.

El periodista Gabriel Villalobos ha recibido la filtración de que el gobierno federal, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, remite a las agencias estatales toda la información sobre la clasificación de los inmigrantes, con su estatus y datos personales. Corren peligro incluso cuando van a pedir cualquier tipo de ayuda.

A Villalobos le queda la duda si el caso Guadalupe, que no suponía peligro alguno pero tenía antecedentes, es una tendencia o “Trump ha aprovechado este asunto para montar su show y justificarse ante sus votantes”.



Por FRANCESC PEIRÓN/LaVanguardia.com

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