ABOGADO DE TRUMP NIEGA QUE SEA INVESTIGADO, PERO EL PRESIDENTE LO ANUNCIÓ EN TWITTER
WASHINGTON (19 Junio 2017).- En el día 150 de presidencia de Donald Trump, la
Casa Blanca mandó a Jay Sekulow, uno de los abogados del mandatario, a
participar en una ronda de entrevistas televisivas para desmentir que el
presidente está siendo investigado, como él mismo admitió el viernes. Pero, en
su intento de atajar la polémica, el abogado acabó agrandándola porque admitió
que no puede garantizar que no exista ninguna pesquisa sobre Trump. Todo ello
garantiza que al menos unos días más el debate en Washington no gire alrededor
de la agenda política del republicano sino de la legalidad de su conducta,
mientras la sombra de la trama rusa sigue erosionado su presidencia.
“El presidente no es sujeto ni objetivo de una
investigación”, dijo este domingo Sekulow en la cadena CNN. “El presidente no
ha estado y no está bajo investigación”, agregó en CBS. Pero en otra
entrevista, presionado por un periodista de Fox News, Sekulow reconoció que no
puede "leer la mente de la gente” y que, por tanto, no puede garantizar
que Robert Mueller, el fiscal independiente sobre Rusia, no esté investigando a
Trump y que simplemente no lo haya notificado públicamente. Mueller lleva por
el momento la investigación en absoluto secreto.
El embrollo de afirmaciones no sería sorprendente si
no fuera porque Trump escribió el siguiente mensaje el viernes por la mañana en
Twitter: “¡Estoy siendo investigado por despedir al director del FBI por el
hombre que me dijo que despidiera al director del FBI! Caza de brujas”.
Ese “hombre” es Rod Rosenstein, el fiscal general
adjunto del Departamento de Justicia, que fue quien escribió un informe muy
crítico con James Comey, sobre su gestión del caso de los correos de Hillary
Clinton, que Trump utilizó como argumento para despedirlo en mayo como director
del FBI. El cese, y las contradictorias versiones del presidente al respecto,
propició que Rosenstein designará a Mueller como investigador independiente
para determinar si el entorno de Trump se coordinó con Rusia en el ciberataque
contra el Partido Demócrata durante la campaña electoral. Comey asegura que el
mandatario le instó a cerrar las pesquisas del FBI sobre la conexión rusa. Y
Mueller, según publicó el miércoles The Washington Post, ha empezado a
investigar si eso es cierto y si Trump pudo incurrir en un delito de
obstrucción a la justicia.
En un complicadísimo juego de equilibrios, Sekulow
trató de justificar su afirmación tajante de que no hay investigación a Trump a
la vez que intentaba no contradecir al presidente. Alegó que el mensaje era en
reacción a la información del Post, pero que Trump no pudo explicarse con más
detalle por la limitación de 140 caracteres por mensaje en la red social. “Hay
una limitación en Twitter, como todos sabemos”, esgrimió. Sin embargo, Trump no
tiene problemas otras veces en publicar varios mensajes en serie, unidos por
puntos suspensivos.
No es la primera vez que los asesores de Trump se
ven obligados a rebajar el efecto de los mensajes incendiarios que publica en
Twitter. Ya sucedió con la acusación, carente de pruebas, que hizo de que el
expresidente Barack Obama ordenó espiarle o su admisión de que compartió
información delicada con el ministro de Exteriores ruso en el Despacho Oval.
Trump se creó un problema a sí mismo cuando amenazó
en Twitter a Comey con difundir posibles “cintas” de sus conversaciones en la
Casa Blanca. Y también ha denigrado a su propio Gobierno en la red social. Al
margen de atacar a Rosenstein, hace unos días escribió que el Departamento de
Justicia debería haber defendido una versión más agresiva de su veto
migratorio, que está paralizado por los tribunales.
Por JOAN FAUS/El País
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