PELIGRA PROGRAMA QUE AYUDA A EVITAR DESALOJOS DE MAYORES EN EL BRONX

NUEVA YORK (8 Junio 2017).- A Rosa Carrasco la vida se le empezó a complicar en 2012 cuando se cayó por las escaleras de su casa y se lastimó la espalda. Las tres operaciones que necesitó esta mujer, que ahora tiene 61 años, solo fueron el principio de una época profundamente amarga que estuvo a punto costarle su propio hogar.

Pero esto no fue así, gracias a que la organización de asistencia BronxWorks consiguió mantenerla a ella, a su hija de 26 años -enferma-, y a sus cuatro nietos (menores de ocho años) en su casa. Sin embargo, esta ayuda, y otras similares para evitar el desamparo que ha podido ser brindada a 424 ‘seniors’ (adultos mayores) del condado de El Bronx en los últimos tres años, tiene los días contados por falta de fondos, a no ser que la Ciudad, una fundación o una donación lo remedien.

El fondo que cubre el programa de ayuda se queda sin dinero a finales de junio y aunque desde la organización se están buscando fondos públicos o privados, de momento, no los hay.

BronxWork, que durante tres años ha contado con la ayuda de la británica OAK Foundation para financiar este programa que evita desalojos, precisa de unos $250,000 para seguir ayudando a una comunidad muy vulnerable que mayoritariamente es hispana.

Carrasco es de origen dominicano aunque se naturalizó estadounidense. Trabajó como asistente de salud en el hogar hasta que la caída le inhabilitó para el trabajo a partir de 2013.  Nunca tuvo mucho porque trabajó durante años con un sueldo de $7.50 la hora y su cheque del seguro social apenas llega a $400 al mes. A esa cantidad suma los $733 que recibe de la pensión de viudedad pues su marido, compañero de 28 años, falleció en junio de 2016.

Mientras explicaba a El Diario que con ambos cheques no podía hacer frente a los $1,178 que le costaba la renta de su apartamento de una habitación luchaba contra unas lágrimas que rápidamente trataba de eliminar con su pañuelo mientras se disculpaba por la emoción. Carrasco describe esos momentos hablando de dolor por la pérdida de su esposo, un dolor que fue incluso más fuerte que la angustia que tuvo cuando al retrasarse con la renta durante dos meses el casero la llevó a la corte para buscar la salida del hogar.

Casos comunes

El suyo fue un caso de miles que cada semana tratan los juzgados de vivienda de El Bronx, el condado con mayor porcentaje de desalojos de la ciudad. Solo el 10% de los ‘seniors’ llegan a la corte con representación legal cuando el 98% de los caseros lo hacen apoyados en sus abogados. Es algo que se aliviará en el futuro tras la reciente aprobación del derecho a representación legal en los juicios por vivienda. No obstante, la crisis es fruto de la difícil situación económica de muchas familias y el aumento de los alquileres. Según el Instituto for Children, Poverty and Homelessness, el desamparo de los ‘seniors’ en esta área de la ciudad puede llegar al 30% en 2020 y seguir subiendo en el futuro.


En 2014 la ya exjuez supervisora de la corte de vivienda de El Bronx, Jaya Madhavan, llegó a un acuerdo con BronxWorks para establecer un programa llamad Senior Homelessness Prevention Project (SHPP), refiriendo a este muchos de los casos que se ven en estos juzgados. El SHPP trata de buscar las alternativas que tienen los adultos mayores en la corte de vivienda identificando programas de ayuda social, de vivienda, cupones de comida y otros medios para asegurar ingresos o ayudas al pago del apartamento y evitar la evicción inmediata, además de asegurar la permanencia a largo plazo. Se buscan fondos para asegurar la renta, maximizar los ingresos individuales, por pequeños que estos sean, o ayuda con planificación financiera.

Según la coordinadora de este programa, Amanda Brown, el SHPP fue inicialmente un programa piloto que excedió los objetivos fijados a la hora de ayudar a este segmento de la población.

Una historia dolorosa
El de Carrasco fue uno de los casos que se refirió por parte de la corte a BonxWorks. Pero lamentablemente el drama vino a visitarla de nuevo. En febrero, mientras su caso seguía abierto su madre falleció y ella tuvo que ir al funeral y entierro en la República Dominicana. “Yo no sabía que desde la corte me iban a mandar más cartas pero recibí una que no pude contestar porque no estaba en Nueva York. Yo no tenía dinero para pagar la renta, ya no sé ni cuánto debía”, explica, de nuevo pañuelo en mano.

Las autoridades le cerraron la casa y su hija (que dada su enfermedad entra y sale con frecuencia del hospital) y sus cuatro nietos terminaron temporalmente en un refugio en Brooklyn. En ese momento, Carrasco se olvidó de su luto, “tuve que dejar mi dolor y buscar soluciones”, dijo, añadiendo que fueron momentos de angustia, ansiedad y depresión pero la necesidad “me ayudó a curarme”.

Su familia fue acogida de casa en casa temporalmente, “y los niños son buenos, pero son pequeños y molestan”, se disculpó. Pero para entonces el SHPP de BronxWorks ya había identificado un programa, el Family Eviction Prevention Supplement (o FEPS) que impide desalojos y presta apoyo con la renta a familias durante un periodo de cinco años siguiendo una escala de miembros de la familia elegibles para el programa. Según Brown, el hecho de que los niños vivan con la abuela da una cierta tranquilidad a la familia y BronxWorks trabaja con todos los programas disponibles para poder . Ahora Carrasco paga $364 por su hogar.

“Vivo en un apartamento de una habitación”, explicó la dominicana hablando de lo humilde de su situación. “Vivo un poco mejor, más tranquila”, admitió. “Vivimos al día comiendo pescado en lata y sin televisión porque se dañó y no tenemos para otra, pero estamos todos juntos”, dijo agradecida. “Aunque sea pequeña, es mi casa, estar de casa en casa dormir cada día en un sitio es desesperante”.

Brown indicó que BronxWorks está buscando financiación y que la versión del presupuesto de la Ciudad que ha hecho público el Concejo Municipal, acordado el pasado viernes en la noche, no prevé una dotación para este programa. La organización confía en que la Ciudad todavía revise esta decisión porque sin dinero, a finales de mes dejarán de ofrecer la crucial ayuda. Actualmente tienen 60 casos abiertos a los que están dando cobertura desde la organización y van a resolverlos pero si el dinero no llega, no podrán tomar más casos y muchos de los ‘seniors’ se verán obligados a marchar a refugios que tienen un costo mucho más caro para la Ciudad que lo que cuesta la ayuda que presta su organización.

Carrasco espera que el programa no se cierre, y que haya dinero para ayudar a más gente. “A mí me devolvieron la vida”, indicó la abuela, agregando que “y como yo hay muchos”. Carrasco ahora asegura que ha encontrado fortaleza: “los problemas son parte de la vida”.

Esto es diario

Todos los días oímos historias como estas, tenemos que buscar el dinero para seguir manteniendo el programa y que la corte siga pudiendo dar alternativa a la gente, explicó Amanda Brown coordinadora de prevención de desamparados. “Ayudamos a todo el mundo en El Bronx independientemente del código postal que tengan”, cuentó, indicando que en algunos casos les toma un mes, en otros casos más. Todo depende del programa que se use, explica.

Proyecto de prevención de desalojo de adultos mayores

424 adultos mayores evitaron la evicción y quedarse sin hogar en más de tres años.
$1,250 es el costo promedio por caso en el programa.
$27,350 es el ahorro anual al evitar que un adulto mayor vaya a un refugio.
10% de los adultos mayores comparecen en la corte de vivienda con representación legal, comparado con el 98% de los caseros.
30% se incrementaría el número de adultos mayores sin hogar para el 2020 y para el 2050 esta cifra se duplicaría.




Por ANA B. NIETO/El Diario La Prensa

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