CEIBA (2 Agosto 2017).- No tenía reparos en
compartir qué hizo en Puerto Rico durante el tiempo libre cuando recesaba el
rodaje de la película Cigarette. Pero algo debía quedar claro antes: que el que
hablaría sería John Travolta y no su personaje “Ben Aronoff” en el filme.
Era el el 24 de julio, último día de filmación. El
llamado fue a las 8:00 de la mañana en la Antigua Base Naval Roosevelt Roads,
en Ceiba. Travolta llegó dos horas después. No había tiempo que perder.
Faltaban por rodar varias secuencias marítimas y debían hacerse antes de que se
escondiera el sol.
La casa productora Pimienta y el equipo inmediato de
trabajo del actor le consultó en qué momento se le hacía más cómodo conversar
con Primera Hora. Él respondió que había dos opciones: tener la charla durante
su hora de almuerzo o al concluir el rodaje, a eso de las 8:30 de la noche.
Pero tras meditarlo un poco, la estrella de Saturday
Night Fever decidió que nuestro encuentro sería al final de la filmación,
porque quería que el mismo se diera con tranquilidad y más tiempo.
El encuentro finalmente se dio dentro de su camper
de lujo, el cual contaba con todas las comodidades que te puedas imaginar. Eran
las 8:40 p.m. Travolta ya se había removido el cargado maquillaje que requería
su personaje, se puso una gorra deportiva negra y se vistió cómodamente:
pantalones blancos, camiseta negra ajustada al cuerpo y unas sandalias.
La espera fue larga, de más de nueve horas, pero
valió la pena. Hablar con el protagonista de Grease y Pulp Fiction fue todo un
placer: Educado, generoso, humilde y complaciente... una figura sin aires de
estrella, aunque lo sea.
“Hola mucho gusto, (soy) John. ¿Cómo estás? ¿Te
quieres tomar algo? ¿Agua? ¿Té?”, fue lo primero que dijo.
Travolta se divirtió en Puerto Rico mucho más de lo
que pudiesen imaginarse. Trabajó mucho, sí. Las jornadas eran de 12 a 18 horas
diarias, pero siempre tuvo libre los sábados y domingos.
La estrella de Hollywood no solo se recreó, sino que
también quedó maravillado con los escenarios naturales de la Isla.
“Sin duda, Puerto Rico es un país hermoso. Compite
con el resto de los destinos tropicales que hay alrededor del mundo. Es tan
hermoso o más hermoso que Hawai o Tahití. Pero la parte más importante, aparte
de la geografía, es la gente. La gente es lo más importante de Puerto Rico. Son
personas calurosas, amorosas, atractivas y profesionales”, enfatizó a este
diario Travolta.
Entérate, en sus propias palabras, de todo lo que
hizo para divertirse y recrearse durante su tiempo en la Isla. Ah, pero el
actor quiso dejar claro que sus tiempos libres los disfrutó junto con su
esposa, la actriz Kelly Preston, sus hijos Ella Bleu, de 17 años, y Benjamin,
de seis.
“Mi familia estuvo tres semanas en Puerto Rico. Dos
de mis tres hermanas vinieron con ellos también”, reveló a Primera Hora quien
es considerado un ícono en Hollywood.
¿Qué hizo mientras estuvo aquí? Él te lo cuenta en
sus propias palabras.
"Cené en restaurantes divinos cerca de la
playa. Comí de todo, desde paellas hasta platos típicos”
Durante su estadía no se limitó a comer en el hotel
donde se hospedó y experimentó la gastronomía criolla
"Disfruté mucho de las hermosas arquitecturas
españolas que hay en Puerto Rico del siglo 17 en San Juan”
Travolta también sucumbió a los encantos del Viejo
San Juan
"Fui al cine en Canóvanas a ver Wonder Woman”
Asistió como
cualquier hijo de vecino a los cines de Belz Outlets, sin seguridad, sin cerrar
la sala... muy probablemente hubo quien asistió a la misma tanda sin saber que
vio el filme junto al actor
"En varias ocasiones fui a las playas que son
hermosas y cogí algo de bronceado”
John Travolta y su familia visitaron varias de las más
de 1,000 playas que hay en la Isla
"Jugué mucho, mucho tenis, que me encanta”
"Fuimos a ver la Bahía Bioluminiscente. A mi
esposa, mis nenes y hermanas les fascinó. Quedaron maravillados”
Los paseos de travolta no se limitaron a los que
suelen dar los turistas durante las horas del día
Por MELBA BRUGUERAS/Primera Hora
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