PAU PEREZ, SE CONVIERTE EN LA VÍCTIMA NÚMERO 15 DE LOS ATENTADOS EN CATALUÑA
Pau Pérez trabajó como cooperante en Haití, ayudando a los
afectados por el terremoto del 2010
|
BARCELONA (21 Agosto 2017).- “Soy una persona divertida, organizada y
responsable. Me gustan los animales y los niños. Juguetón. Me encanta ver
películas, salir con los amigos y conocer gente. Me interesa trabajar en países
menos desarrollados ayudando a la gente y, si es posible, ver diferentes
lugares y paisajes increíbles”. De esta manera se presentaba a sí mismo en una
red social Pau Pérez Villán, de 34 años, asesinado por arma blanca el pasado
jueves y cuyo cadáver fue encontrado en el interior de su vehículo en un
aparcamiento de Sant Just Desvern, frente al edificio Walden. Aunque la
identidad de su asesino sigue siendo una incógnita, la investigación policial
señala como probable responsable al autor del atropello masivo de la Rambla,
que lo apuñaló para robarle el coche y así poder eludir los controles de
seguridad de los Mossos d’Esquadra. Así pues, todo apunta a que Pau Pérez es la
víctima número 15 de los atentados de Barcelona y Cambrils.
Vecino de Vilafranca del Penedès e ingeniero de
formación, aquellos que lo conocían lo describen como una persona buena,
afable, divertida, apasionada por el fútbol y, por encima de todo, solidaria. Esa sensibilidad le llevó a trabajar con
varias oenegés de cooperación internacional y otras entidades sociales. Su
implicación le condujo a Haití, donde realizó tareas solidarias durante meses,
después del terremoto que en el año 2010 asoló el país. Su interés en conocer
otras culturas también le llevó a vivir en Argentina y Francia.
Licenciado en ingeniería electrónica por la
Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), Pau Pérez trabajó de manera puntual
como técnico de bodega para Bodegas Torres durante la vendimia del 2013 y el
2014, según confirmaron a La Vanguardia fuentes de dicha empresa. Pero en la
actualidad trabajaba para la Seat, a través de Leder, una empresa
subcontratada. Ejercía de controller de averías en el taller número 9.
Su otra gran pasión era el fútbol. Marc Izquierdo,
jefe de comunicación del FC Vilafranca, informó a este diario de que Pau jugó
de pequeño en las categorías inferiores del equipo cuatro años, y que de allí
pasó al Agrupació Esportiva Moja, donde jugó dos años más. En la actualidad
practicaba fútbol 7 con los amigos. Su hermano, Guille Pérez, llegó a ser
jugador del primer equipo del Moja, club de Tercera Catalana, pero abandonó la
formación hace dos temporadas. Tanto el AE Moja como el Atlètic Vilafranca
transmitieron su pesar por lo sucedido a través de sus cuentas de Twitter, y el
club rojiblanco, además, le rindió un sentido homenaje ayer.
Deportista y solidario, había trabajado durante
meses como cooperante en Haití
Su familia es además conocida en el barrio del
Poblenou de Vilafranca porque la madre, Concepción, ahora jubilada, había sido
profesora en una guardería municipal. Aunque su familia lleva décadas afincada
en Vilafranca, donde nacieron tanto Pau como su hermano Guille, la madre y la
abuela materna, Paula, son originarias de la localidad burgalesa de Tórtoles de
Esgueva. Hasta allí se extendió la conmoción por la noticia y el viernes se
guardaron cinco minutos de silencio y se celebró una misa en su memoria, según
informó el Diario de Burgos. También tenía vinculación con la localidad
extremeña de Navalmoral de la Mata, lugar en el que nació su padre, y donde la
familia solía acudir de vacaciones.
Precisamente, la tarde del jueves volvía a su casa
en Vilafranca, después de haber visitado a su abuela Paula en Barcelona. Había
llamado a sus padres para tranquilizarles e informarles de que, a pesar del
atentado, se encontraba sano y salvo. La mala suerte hizo que se cruzase con el
terrorista que había conseguido escapar tras el atropello masivo cometido en la
Rambla. Según apuntan las pesquisas policiales, el asesino llegó en metro hasta
la estación de Zona Universitària. Allí asaltó a la víctima y lo apuñaló para
robarle el coche, un Ford Focus. Y con él malherido en el asiento trasero,
emprendió de nuevo la fuga, arro-llando en su camino a una agente de los Mossos
al saltarse un control policial situado en la Diagonal. Los Mossos hallaron el
vehículo pasadas las 19 horas, y al principio pensaron que el cadáver de su
interior era el responsable del atropello y la fuga. Hipótesis que quedó
descartada poco después.
El caso de Pau Pérez está aún bajo secreto de
sumario, mientras los Mossos siguen intentando identificar a su asesino. El
Ayuntamiento de Vilafranca está a la espera de confirmación oficial para emitir
un comunicado y decretar el duelo por la decimoquinta víctima de los atentados
del pasado jueves.
Por
AITZIBER AZPEITIA/LaVanguardia
No hay comentarios.: