CUARENTA AÑOS SE CUMPLEN DEL PROTOCOLO DE MONTREAL PARA PROTECCIÓN A LA CAPA DE OZONO
Un número de productos químicos de uso común han
resultado ser extremadamente dañinos a la capa de ozono.
Los halocarbonos son compuestos químicos en los que
uno o más átomos de carbono están unidos a uno o más átomos de halógenos
(flúor, cloro, bromo o yodo).
Los halocarbonos que contienen bromo por lo
general tienen mucho mayor potencial de agotamiento del ozono (PAO) que
aquellos que contienen cloro.
Los productos químicos sintéticos que han
proporcionado la mayor parte del cloro y bromo para el agotamiento del ozono
son el bromuro de metilo, el metilcloroformo, el tetracloruro de carbono y las
familias de productos químicos conocidos como los halones, los clorofluorocarbonos
(CFC) y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC).
Convenio
de Viena sobre la protección de la capa de ozono
La confirmación científica del agotamiento de la
capa de ozono impulsó a la comunidad internacional a establecer un mecanismo de
cooperación para tomar medidas para proteger la capa de ozono. Esto se
formalizó en el Convenio de Viena sobre la protección de la capa de ozono, que
fue aprobado y firmado por 28 países, el 22 de marzo de 1985. En septiembre de
1987, esto condujo a la redacción del Protocolo de Montreal relativo a las
sustancias que agotan la capa de ozono.
Protocolo
de Montreal
El objetivo principal del Protocolo de Montreal es
la protección de la capa de ozono mediante la toma de medidas para controlar la
producción total mundial y el consumo de sustancias que la agotan, con el
objetivo final de eliminarlas, sobre la base del progreso de los conocimientos
científicos e información tecnológica.
El Protocolo de Montreal se estructura en torno a
varios grupos de sustancias destructoras del ozono. Los grupos de sustancias
químicas se clasifican de acuerdo a la familia química y se enumeran en los
anexos al texto del Protocolo de Montreal.
El Protocolo de Montreal exige el control de casi
100 sustancias químicas en varias categorías. Para cada grupo o anexo de
sustancias químicas, el Tratado establece un calendario para la eliminación
gradual de la producción y el consumo de esas sustancias, con el objetivo de
eventualmente eliminarlas por completo.
El calendario establecido por el Protocolo de
Montreal se aplica al consumo de sustancias destructoras del ozono. El consumo
se define como las cantidades producidas, más importadas, menos las cantidades exportadas
en un año determinado. También existe una deducción por la destrucción
verificada.
Las reducciones porcentuales se refieren al año
designado como referencia para la sustancia. El Protocolo no prohíbe el uso de
sustancias controladas o recicladas existentes más allá de las fechas de
eliminación.
Hay algunas excepciones para usos esenciales cuando
no se encuentren sustitutos aceptables, por ejemplo, en los inhaladores de
dosis medidas (IDM) comúnmente utilizados para tratar el asma y otros problemas
respiratorios o sistemas de supresión de incendios de halón utilizados en los
submarinos y aviones.
En 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas
proclamó el 16 de septiembre Día internacional de la preservación de la capa de
ozono, en conmemoración de la fecha de la firma, en 1987, del Protocolo de
Montreal sobre sustancias que agotan la capa de ozono (resolución 49/114
Documento PDF).
Aplicación del Protocolo de Montreal
La aplicación del Protocolo de Montreal ha
progresado bien en los países desarrollados y países en desarrollo. Todos los
calendarios de eliminación se han respetado en la mayoría de los casos, algunos
incluso antes de lo previsto. En vista del progreso constante realizado en el
marco del Protocolo, ya en 2003, ex Secretario General Kofi Annan declaró: «Tal
vez el acuerdo internacional más exitoso hasta la fecha ha sido el Protocolo de
Montreal». Sus puntos de vista son compartidos ampliamente en la comunidad
internacional.
La atención se centró inicialmente en los productos
químicos con mayor potencial de agotamiento del ozono, incluidos los CFC y
halones. El calendario de eliminación de los HCFC era más relajado, debido a su
menor potencial de agotamiento de la capa de ozono y porque también se han
utilizado como sustitutos de transición de los CFC.
El calendario de eliminación de los HCFC se creó en
1992 para los países desarrollados y países en desarrollo, este último con una
congelación en 2015, con eliminación completa en 2030 en los países
desarrollados y en 2040 en los países en desarrollo.
En 2007, las Partes en el Protocolo de Montreal
decidieron acelerar el calendario de eliminación de los HCFC para los países
tanto desarrollados como en desarrollo.
Ratificación
universal:
El 16 de septiembre de 2009, la Convención de Viena
y el Protocolo de Montreal se convirtieron en los primeros tratados de la
historia de las Naciones Unidas en lograr la ratificación universal.
Enmienda
de Kigali
Las Partes en el Protocolo de Montreal relativo a
las sustancias que agotan la capa de ozono llegaron a un acuerdo en su 28ª
Reunión de las Partes el 15 de octubre de 2016 en Kigali, Rwanda, para eliminar
gradualmente los hidrofluorocarbonos (HFC).
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