MORÓN, Ciego de Ávila, Cuba (8 Septiembre 2017).-
Los efectos del huracán Irma comenzaron a sentirse en la faja nororiental de
Cuba desde esta madrugada, donde las condiciones del clima comenzaron a
deteriorarse con vientos, lluvia y fuertes marejadas.
Desde la noche del jueves comenzaron a reportarse un
incremento en las fuerzas de los vientos en las provincias de Guantánamo,
Santiago de Cuba y Holguín, las primeras en recibir los efectos de Irma.
En la medida que el ojo del fenómeno atmosférico, de
categoría 5, fue pasando al norte de la isla desde las 5:00 a.m. de hoy, se
comenzó a sentir el rugir del viento y las marejadas comenzaron a aumentar.
En la zona de Morón, en la costa norte de Ciego de
Ávila, ya la brisa era notable y los ciudadanos hacían preparativos de última
hora para recibir a un huracán que, si bien su ojo no se espera que toque
tierra en la isla grande, sí se espera provoque serios daños en la zona
turística de Los Cayos, donde ubica el corazón de la actividad hotelera del
área central de Cuba, porque el ojo pasará muy cerca e incluso podría tocarlos,
según las proyecciones.
"Si esto sigue como va, los Cayos van a acabar
en Florida", dijo a El Nuevo Día el empleado de un hotel mientras miraba
la ruta del huracán.
Se espera un oleaje de entre 16 y 29 pies, así como
ráfagas de viento huracanado con vientos sostenidos de tormenta tropical en una
franja que se extiende entre las provincias de Guantánamo y Villa Clara.
Se proyecta que la zona norte de Ciego de Ávila,
donde ubica Morón, sea la más castigada, pues es el punto más cercano por donde
pasará el huracán.
Irma debería hacer un violento giro al norte y
enfilar directo hacia el sur de la Florida.
El gobierno cubano convocó la alarma de huracán para
las provincias centro-orientales y ordenó a la población a seguir un estricto
protocolo de seguridad dictado por la Defensa Civil.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos
colocó toda esa franja de provincias bajo aviso de huracán.
Unos 40,000 turistas que vacacionaban en la región
fueron desalojados y los autobuses repletos de ellos se movían a toda velocidad
en dirección a La Habana para buscar resguardo o tomar vuelos.
En el municipio guantanamero de Baracoa, donde ya se
habían comenzado a sentir algunas ráfagas de viento, más de 2,000 personas
residentes en el litoral de la ciudad fueron desalojados hacia lugares seguros.
En Holguín, unos 3,300 turistas que vacacionaban en
la costa norte de esa provincia oriental fueron evacuados ante la amenaza de
Irma.
También se adoptaron las medidas necesarias para
preservar las instalaciones hoteleras y disminuir al máximo los daños a la
infraestructura por las penetraciones del mar. Las embarcaciones, medios
náuticos, autos de renta y ómnibus fueron trasladados a lugares seguros.
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