IRMA GOLPEA ISLAS DEL CARIBE, EL OJO DEL SISTEMA PASÓ SOBRE BARBUDA, SAINT MARTIN Y SAINT BARTS
ANTIGUA (6 Septiembre 2017). - El huracán Irma, el más potente del
Atlántico del que se tiene registro, tocó tierra esta madrugada en islas al
noreste del Caribe, avanzando en una ruta hacia Puerto Rico, República
Dominicana, Haití y Cuba, antes de posiblemente dirigirse a Florida el fin de
semana.
La falta de datos precisos es la tónica general
hasta el momento del paso del ciclón, de una magnitud que no se recuerda en la
región, aunque los medios locales y las redes sociales muestran ya imágenes de
la destrucción causada por Irma, que golpea la región con desigual virulencia y
ha causado graves inundaciones.
El ojo del huracán Irma pasó sobre Barbuda a eso de
la 1:47 a.m, según el Servicio Nacional Meteorológico de Estados Unidos.
Vecinos de la zona dijeron en la radio local que las
líneas telefónicas se cayeron. Aguaceros y fuertes vientos castigaron la vecina
isla de Antigua, levantando escombros por los aires mientras la gente se resguardaba
en casas o en refugios del gobierno.
Las autoridades advirtieron a la gente que se
resguardara del “violento ataque” de Irma, en un comunicado que concluía con la
frase “Que Dios nos proteja”.
En Barbuda, la tormenta arrancó el tejado de la
comisaría de Policía, obligando a los agentes a buscar refugio en el cuartel de
bomberos cercano y el centro comunitario que servía de refugio oficial.
La tormenta
de categoría 5 también suspendió la comunicación entre islas.
Se registraron daños en varias viviendas, según
Midcie Francis, de la Oficina Nacional de Servicios en Desastres, aunque era
demasiado pronto para evaluar la extensión de los daños.
El extremo norte de la isla se vio especialmente
castigado, señaló en un mensaje de texto a The Associated Press el ministro de
Exteriores, Charles Fernandez, que supervisaba de forma temporal la gestión de
desastres. No entró en detalles sobre el alcance de los daños.
El huracán mostraba vientos sostenidos máximos de
185 millas por hora (mph), según el Centro Nacional de Huracanes de Estados
Unidos, con sede en Miami.
Su previsión de ayer en la noche era de una leve
fluctuación en los vientos, aunque se esperaba que conservara fuerza de
categoría 4 o 5 durante uno o dos días más.
El huracán también azotó la isla de Saint Maarten
como se muestra en este vídeo.
El ojo del huracán
hizo estragos además en las islas de Saint Barts y Saint Martin como se
ve en este otro vídeo.
El presidente del territorio de San Martín, Daniel
Gibbs, señaló en declaraciones a medios locales que "nunca antes se había
vivido algo parecido", ya que, incluso, resaltó, "las paredes de
algunos edificios llegaron a temblar".
Dijo que las comunicaciones están completamente
interrumpidas y los intentos de contactar con otros territorios cercanos ha
sido infructuosos.
Medios regionales recogen unas palabras del ministro
francés del Interior, Gerard Collomb, en las que señala que "algunos de
los edificios más sólidos de la isla fueron destruidos", lo que significa
que "las estructuras más rústicas probablemente han sido total o
parcialmente destruidas".
En la vecina San Bartolomé los bomberos tuvieron que
refugiarse en el primer piso de la estación debido a que la inundación a nivel
de calle era de un metro de agua.
La información disponible hasta el momento de San
Bartolomé es que muchas viviendas fueron dañadas, con techos arrancados y un
apagón total debido al colapso del sistema eléctrico.
La previsión apuntaba a que los vientos más
peligrosos, normalmente más cerca del ojo, pasarían cerca de las Islas Vírgenes
norteñas y cerca o justo al norte de Puerto Rico a lo largo del día de hoy.
“Escuché que ya es categoría 5 y estoy
aterrorizada”, dijo ayer Carol Josep, residente de Antigua, mientras concluía
su último viaje al supermercado antes de buscar refugio.
“Tuve que regresar por más baterías porque no sé
cuánto tiempo más estaremos sin energía”., agregó.
En la isla de 108 millas cuadradas, los residentes
en zonas bajas se alojaron con amigos y familiares en terrenos más altos o
dormían en iglesias, escuelas y centros comunitarios construidos para soportar
huracanes. Sin embargo, ninguno de los refugios se había visto probado por
vientos de categoría 5.
Muchas viviendas en Antigua y Barbuda no están
construidas sobre cimientos de concreto o tienen tejados de madera endebles y
vulnerables a daños por viento.
Otras islas en la ruta de la tormenta son las Islas
Vírgenes y Anguilla, un pequeño territorio de baja altitud con unas 15,000
personas.
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