SANTO DOMINGO, República Dominicana (26 Octubre
2017).- Ha llegado este jueves al exclusivo círculo de los 70. Siete décadas
han transcurrido del nacimiento en Chicago, de Hillary Diane Rodhman; abogada y
política estadounidense, esposa del presidente demócrata Bill Clinton (1993 -
2001) y secretaria de Estado en la administración de Barack Obama.
Hija de Hugh y Dorothy Rodham, cursó su educación
primaria y secundaria en el Wellesley Collage de su ciudad natal, donde destacó
tanto por su excelente historial académico como por su participación en la
representación del alumnado.
Tras finalizar su educación secundaria ingresó en
1969 en la Universidad de Yale (New Haven, Connecticut), donde se matriculó en
Derecho. De aquella época, en la que volvió a destacar por la dirección de una
de las revistas de la universidad, data su primer encuentro con su futuro
esposo, Bill Clinton. Una vez graduada como doctora en Derecho (1974), comenzó
a trabajar en Cambridge para la Children's Defense Fund. Desde entonces dedicó
gran parte de su actividad a labores de apoyo y mejora de la calidad de vida de
la infancia. Al mismo tiempo ingresó en el consejo directivo de la compañía de
distribución Wal-Mart, cuyas responsabilidades compaginó con otras actividades
empresariales.
En 1975 contrajo matrimonio con Bill Clinton. Su
única hija, Chelsea, nació en 1980. Poco tiempo después el matrimonio se
trasladó al estado de Arkansas, donde comenzó a fraguarse la carrera política
de su esposo. Allí Hillary impartió clases de derecho en la universidad
estatal. En 1978 Bill Clinton fue elegido gobernador de Arkansas, y su
consorte, convertida en primera dama del estado, fue designada por el entonces
presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, como miembro de la Legal
Service Corporation, organismo no lucrativo creado por el Congreso
estadounidense para asegurar el acceso de todos los ciudadanos a la asistencia
legal.
La brillante carrera de Hillary Clinton no pasó
desapercibida para algunos medios, que la incluyeron entre los cien abogados
más influyentes del país en los años 1975, 1979, 1988 y 1991. En esta etapa
como primera dama de Arkansas combinó sus actividades laborales con el apoyo a
distintas organizaciones relacionadas con la infancia: fue presidenta del
Comité Educativo de Arkansas, participó en labores asistenciales en el Arkansas
Children´s Hospital y cofundó un servicio público de asistencia legal para
familias y niños.
En la campaña para las elecciones presidenciales del
3 de noviembre de 1992, que llevarían al candidato demócrata Bill Clinton a la
Casa Blanca, Hillary Clinton hubo de jugar un importante papel. Durante esa
campaña, Hillary hizo frente a las afirmaciones de la ex-cantante de cabaret
Jennifer Flowers, que aseguró haber mantenido relaciones con Bill Clinton
durante doce años. Hillary manifestó: "No estoy aquí como la pobre
mujercita que viene a salvar a su marido. Estoy aquí porque lo quiero, lo
respeto por lo que ha pasado y por lo que hemos pasado juntos... Si eso no es
suficiente para la gente, pues que no le voten". Con esta declaración se
ganó la simpatía de muchas mujeres americanas. De hecho, uno los reclamos
electorales era "Votad al marido de Hillary".
La victoria de su marido y del grupo demócrata la
convirtió en la primera dama de Estados Unidos. El 20 de enero de 1993, tras la
fiesta por la toma de posesión de Bill Clinton como 42º Presidente de los
Estados Unidos, la familia Clinton trasladó su residencia a la Casa Blanca.
Hillary representó desde el principio al sector más avanzado de las
norteamericanas y rompió con el arquetipo tradicional. Sobre el protagonismo de
las mujeres en la vida pública aseguró que había nacido "un nuevo orden
mundial en la relación entre los sexos". Mujer de carácter, que no sabe
permanecer quieta ni tolera intromisiones en su vida privada, tuvo algunos
enfrentamientos con periodistas. Por todo ello fue criticada por quienes
defendían un papel más tradicional para la primera dama.
Después de jurar su cargo, el presidente Clinton la
eligió para dirigir una comisión especial sobre la reforma de la sanidad, el sector
más innovador del programa presidencial durante su primer año en el cargo. En
septiembre de 1994, un año después de que la comisión especial hubiera
presentado su informe, y después de que varios comités del Congreso propusieran
planes alternativos, se anunció que no podía acordarse ninguna propuesta sobre
sanidad, y el informe se archivó. Tras este importante revés, Hillary Clinton
decidió ocupar un papel sin trascendencia pública.
El 6 de noviembre de 1996 fue reelegido Bill Clinton
como presidente de Estados Unidos, frente al republicano Bob Dole. Hillary
aprendió a mirar a su marido de una forma embelesada en cada discurso y ofreció
una imagen sumisa para acercarse más a lo que en Estados Unidos se entiende por
primera dama. Pero entonces estalló el llamado caso Lewinski, un escándalo
sexual que puso en riesgo la segunda presidencia de su marido.
Hillary tuvo que enfrentarse a uno de los peores
momentos de su vida pública y privada: las acusaciones contra su marido de
perjurio y obstrucción a la justicia tras haber ocultado su relación adúltera
con una becaria de la Casa Blanca. En una primera comparecencia ante el
Congreso, el presidente de los Estados Unidos negó cualquier tipo de relación
con la joven becaria, en un intento de salvar su matrimonio y no enturbiar una
imagen pública positiva. Finalmente, y ante el Gran Jurado, Bill Clinton reconoció
su relación, acorralado por las numerosas pruebas.
Con
Barack Obama
Este hecho convirtió a su marido en el segundo
presidente de la historia de Estados Unidos que se enfrentaba a un proceso de
destitución, del que finalmente salió airoso. A Hillary no le faltaron las
señales de apoyo y solidaridad de gran parte de la sociedad e incluso de
numerosas mujeres, líderes de opinión, de otros países. Lejos de amedrentarse,
la primera dama saltó a la primera línea de defensa de su marido, al que
acompañó en todo momento durante la votación del Senado sobre su destitución.
En 2000 fue elegida senadora por el estado de Nueva
York, cargo para el cual volvió a ser votada en 2006. Luchadora infatigable y
ambiciosa, a inicios de 2007 hizo pública su intención de presentarse a la
nominación demócrata a la presidencia de Estados Unidos. Tras unas intensas
elecciones primarias en el seno del Partido Demócrata, en junio de 2008 decidió
retirar su candidatura a la presidencia, después de que su contrincante, Barack
Obama, consiguiera la mayoría de votos necesaria para la nominación. Tras ganar
las elecciones de 2008, Barack Obama la eligió para desempeñar el cargo de
secretaria de Estado.
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