MARCELO ODEBRECHT SALE DE LA CÁRCEL Y AHORA CUMPLE ARRESTO DOMICILIARIO EN SU MANSIÓN
BRASIL (19 Diciembre 2017).- El ex presidente de la constructora brasileña
Odebrecht, Marcelo Odebrecht, condenado en el mayor escándalo de corrupción de
la historia de Brasil, pasó este martes a régimen de arresto domiciliario
después de haber estado dos años y medio en una cárcel de la ciudad brasileña
de Curitiba.
El magnate salió del Complejo Médico-Penal de
Pinhais para trasladarse, custodiado por agentes, hasta los juzgados de primera
instancia de Curitiba (sur), donde le colocaron una tobillera electrónica que
lo acompañará durante el resto de su pena.
Marcelo Odebrecht sale de la cárcel y ahora cumple
arresto domiciliario en su mansión de San Pablo
Marcelo Odebrecht, ex presidente de la constructora
Odebrecht. / EFE, archivo.
Acto seguido, Odebrecht tenía previsto partir en su
avión privado hasta su mansión, situaba en uno de los barrios más pudientes de
San Pablo, para reencontrarse con su familia, según medios locales.
El empresario, al que apodaron "el
príncipe", pasará los próximos dos años y medio confinado en su residencia
con la tobillera electrónica y progresivamente se irá ampliando su grado de
libertad conforme se acerque el final de su pena.
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de 9 millones de dólares
La vida de Odebrecht dio un vuelco de 180 grados
cuando el 19 de junio de 2015, fue detenido en el marco de la Operación Lava
Jato, que investiga desde hace casi cuatro años la trama corrupta que desvió
millonarios recursos de la petrolera estatal Petrobras.
En diciembre de ese año renunció a la dirección y a
los consejos de administración de las compañías del grupo, presente en 25
países, y pocos meses después, el 8 de marzo de 2016, fue condenado a 19 años y
4 meses por corrupción pasiva, lavado de dinero y asociación ilícita.
La sentencia fue dictaminada por el juez federal
Sergio Moro, encargado en primera instancia del caso Petrobras y quien ha
condenado a otros importantes empresarios y políticos, entre ellos al ex
presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
La confesión y el terremoto
A finales de 2016, Marcelo Odebrecht y otros 76 ex
ejecutivos de la empresa se sentaron con las autoridades y confesaron las
prácticas corruptas que llevaron a cabo en Brasil y en otros países de
Latinoamérica.
Ese acuerdo de colaboración con la Justicia hizo
posible reducir sus condenas y provocó un auténtico terremoto en Brasil, con
réplicas igual de fuertes en otros países de Latinoamérica.
De acuerdo con las investigaciones y los testimonios
de estos ex directivos, el grupo Odebrecht participó de un "cartel"
con otras 15 importantes constructoras brasileñas para hacerse con las
licitaciones de manera fraudulenta de Petrobras.
Las autoridades comprobaron que esas empresas inflaban
los valores en los contratos y repartían las diferencias entre ejecutivos de la
petrolera, empresarios y políticos, que amparaban esas prácticas y legislaban a
favor de las compañías.
La corrupción en Odebrecht no se limitó a Brasil y
se expandió por otra decena de países de Latinoamérica y África, cuyas
autoridades investigan el pago de sobornos a sus políticos de parte de la
constructora.
Solo en Brasil, la divulgación de los testimonios de
los exdirectivos de Odebrecht hizo que la Corte Suprema autorizara la apertura
de 76 investigaciones contra casi cien políticos con fuero privilegiado citados
en las delaciones, entre ellos varios ministros del Gobierno del presidente
Michel Temer.
Una vez que cumpla su pena, Marcelo Odebrecht
todavía tendrá que cumplir restricciones en el ámbito profesional, pues hasta
2025 estará impedido de ejercer cualquier función ejecutiva en Odebrecht, según
el acuerdo que firmó con la Justicia.
Su padre, Emilio Odebrecht, ha anunciado que dejará
la presidencia del Consejo de Administración el próximo abril, además de
afirmar que ningún miembro de la familia volverá jamás a presidir el grupo, en
medio de un programa de reestructuración para "pasar página" de los
escándalos de corrupción.
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