ESTAMBUL (13 Diciembre 2017).- Este miércoles, en el
marco de la reunión extraordinaria de la Organización para la Cooperación
Islámica (OCI) en Estambul, el presidente palestino, Mahmud Abbas, dijo que
tanto los Acuerdos de Oslo como los pactos sellados desde entonces dejaron de
estar en vigencia cuando Washington reconoció a Jerusalén como la capital de
Israel (6.12.2017) y anunció la mudanza de la embajada estadounidense de Tel
Aviv a la ciudad milenaria, sagrada para millones de judíos, musulmanes y
cristianos.
“La decisión sobre Jerusalén nos libera de todo
convenio que hayamos firmado. Por ejemplo, los Acuerdos de Oslo. Los firmamos,
pero ahora ya no son vinculantes para nosotros”, señaló Abbas, agregando que,
gracias a la decisión tomada por el presidente Donald Trump, Estados Unidos
había perdido su papel como mediador en el proceso de paz entre israelíes y
palestinos. “No aceptamos que Estados Unidos juege ningún rol en las
negociaciones de ahora en adelante porque está completamente parcializado a
favor de Israel”, anunció.
Los Acuerdos de Oslo, firmados en 1993,
establecieron el reconocimiento internacional de la Autoridad Palestina como cuerpo
administrativo en Cisjordania y Gaza, y sentaron las bases para la colaboración
administrativa entre el Gobierno israelí y organismos palestinos en los
territorios ocupados. Al respecto, Abbas insinuó que podría dejar de ocuparse
de los asuntos administrativos civiles, como los servicios de salud, y devolver
toda la responsabilidad a Israel. “¿Por qué deberíamos responsabilizarnos?
Ustedes son el Estado ocupante”, dijo.
Abbas sostuvo que no podía haber ni paz ni
establidad en el Medio Oriente hasta que Jerusalén no fuera reconocida como la
capital de Palestina. “Jerusalén es y siempre siempre será la capital del
Estado palestino”, subrayó el líder del partido Al Fatah, aprovechando la
ocasión para pedir que la Organización de las Naciones Unidas asuma responsabilidades
plenas como facilitador del diálogo entre las partes en discordia y que los
países favorables a una solución de dos Estados reconozcan plenamente a
Palestina como miembro de la comunidad de naciones.
Abbas fue aún más lejos: le pidió a la comunidad
internacional ejercer presiones sobre Estados Unidos y emitir sanciones en su
contra. “Ya que todo el mundo mira por propio su interés, deben sentir que
están pagando un precio” muy alto por la reciente decisión de la Casa Blanca.
“Trump le ofrece Jerusalén a Israel como regalo, algo unilateral, como si les
regalara una ciudad estadounidense. Eso terminará reforzando a grupos
extremistas y transformando un conflicto político en uno religioso. Pues, que
así sea. El mundo sufrirá las consecuencias y deberá asumir la
responsabilidad”, alertó Abbas.
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