ESTADOS UNIDOS Y RUSIA CHOCAN EN LAS NACIOONES UNIDAS POR LAS PROTESTAS DE IRÁN
NACIONES UNIDAS (6 Enero 2017).- El Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas se encontraba el viernes dividido durante una reunión de emergencia
convocada para discutir la oleada de protestas en Irán, mientras el gobierno de
ese país buscaba calmar el malestar.
La embajadora de Estados Unidos, Nikki Haley, quien
convocó la reunión, había señalado que las manifestaciones -primero contra el
gobierno y ahora a su favor- podrían escalar a un verdadero conflicto, haciendo
una comparación con Siria.
“El régimen iraní está ahora sobre aviso: el mundo
estará observando lo que hagan”, advirtió Haley durante la reunión del Consejo
de Seguridad.
Rusia criticó fuertemente a Estados Unidos por
presionar para que el caso de Irán sea discutido al más alto nivel de Naciones
Unidas, alegando que las protestas no representan una amenaza para la paz y la
seguridad internacional.
Sin embargo, Moscú no llegó a pedir que se
suspendiera la reunión.
Un total de 21 personas han muerto y cientos han
sido detenidas desde el 28 de diciembre por las protestas contra el alto costo
de la vida primero y luego contra el régimen en general, que incluyeron ataques
a edificios del gobierno y estaciones de policía.
En reacción al movimiento de protesta, el viernes se
realizaron manifestaciones a favor de Teherán por tercer día consecutivo,
mientras el régimen trata de poner fin a la violencia.
Funcionarios iraníes acusaron a la CIA
estadounidense, Israel y Arabia Saudita de estar detrás de los disturbios que
convulsionaron al país por cinco días, como parte de las crecientes tensiones
que hay entre Irán y sus vecinos desde que el presidente Donald Trump llegó al
poder.
En tanto, Estados Unidos ha incrementado la presión
sobre Irán, con Trump comprometiéndose a ayudar a los iraníes a “recuperar” su
gobierno.
Washington ha impuesto sanciones unilaterales a
cinco compañías vinculadas al programa de misiles balísticos de Teherán.
“La gente iraní ha manifestado en más de 79
localidades en todo el país”, dijo Haley al Consejo.
“Es una exhibición poderosa del valor de personas
tan hartas de su gobierno opresivo que están dispuestas a arriesgar su vida en
las protestas”, añadió.
Una “farsa”
El embajador de Irán ante la ONU, Gholamali
Khoshroo, criticó la reunión como una “farsa” y una “pérdida de tiempo” y dijo
que el Consejo debería enfocarse en abordar el conflicto palestino-israelí o la
guerra en Yemen.
El embajador ruso, en tanto, señaló que si el punto
de vista de Estados Unidos es cierto, el Consejo debería haber discutido los
disturbios de 2014 en Ferguson, Misuri, por el tiroteo policial contra un
adolescente negro o la represión estadounidense contra el movimiento Occupy
Wall Street.
También China describió la reunión como una
intromisión en los asuntos de Irán, mientras que Etiopía, Kuwait y Suecia
expresaron reservas sobre la discusión.
Gran Bretaña y Francia reiteraron que Irán debe
respetar los derechos de los manifestantes, pero el embajador francés Francois
Delattre dijo que “los acontecimientos de los últimos días no constituyen una
amenaza para la paz y la seguridad internacional”.
Aún sigue siendo difícil determinar quiénes
estuvieron involucrados en las protestas antigubernamentales.
Los simpatizantes del presidente Hasan Rohani
culparon a sus rivales conservadores por avivar la ira por los temas
económicos, que rápidamente se salió de control.
Los conservadores rechazaron la acusación y dijeron
que Rohani debe hacer más para aliviar la pobreza.
El ministro del Interior Abdolreza Rahmani Fazli
dijo que 42.000 personas participaron en las protestas en todo el país.
Un complot
El fiscal general iraní, Mohammad Jafar Montazeri,
acusó de los disturbios a un complot entre Estados Unidos, Israel y Arabia
Saudita que data de cuatro años, mientras que también afirmó que hubo esfuerzos
por infiltrar al grupo Estado Islámico en su país.
No obstante, muchos funcionarios han reconocido las
genuinas carencias económicas de muchos iraníes, particularmente el desempleo
que alcanza una tasa de casi 30% entre los jóvenes.
La economía de Irán creció 12% en el último año,
después que le fueron levantadas las sanciones bajo el acuerdo nuclear que
firmó en 2015 con potencias mundiales, pero los analistas creen que mucho de
ese crecimiento extraordinario viene de las ventas del petróleo que generan
pocos empleos.
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