WASHINGTON (6 Febrero 2018).- Barack Obama visitó la
Argentina y cumplió muchos de los objetivos que se había planteado, pero se
quedó con una deuda pendiente: hacer que sus hijas, que ya habían conocido al
Papa Francisco, puedan tener la oportunidad de compartir un momento con Lionel
Messi.
Si bien muchos especularon que se podía dar el
encuentro, ya que el rosarino se encontraba en el país para jugar con la
Selección Argentina, las intenciones no prosperaron y el Presidente se quedó
con las ganas.
Leo le dio mucha importancia al pedido del
mandatario estadounidense y se encargó de enviarles su camiseta, con el nombre
de las 2 admiradoras en la espalda y para alegría de ellas, con su autógrafo.
Lo que más sorprendió a todos, fue el encargado de
intermediar entre ambos. Mauricio Macri, presidente argentino y futbolero como
pocos políticos, llevó los regalos en su viaje a los Estados Unidos.
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