MUNICH (6 Febrero 2018).- La Fiscalía de Múnich ordenó el registro de la sede
de la automotriz Audi en Ingolstadt, así como de una planta, como parte de las
investigaciones por la manipulación de emisiones contaminantes en vehículos
diésel.
En las investigaciones participan cerca de una
veintena de fiscales y funcionarios judiciales. En un comunicado, la Fiscalía
muniquesa señaló este martes (06.02.2018) que también se registró una vivienda
privada en la región de Baden-Württemberg, en el suroeste de Alemania.
Se sospecha que Audi manipuló con dispositivos
técnicos los valores de las emisiones de gases de motores diésel V6 de 3
litros, destinados al mercado europeo.
Esta es la segunda vez que la Justicia alemana
registra las sedes de Audi para investigar el posible trucaje en sus motores.
En 2015, el consorcio automovilístico Volkswagen, al que pertenece Audi,
reconoció haber vendido 11 millones de vehículos manipulados en todo el mundo.
En los procesos abiertos contra Volkswagen se
investigan los presuntos delitos de fraude y publicidad ilegal en la venta en
Europa y en Estados Unidos de al menos 201.000 vehículos diésel desde 2009.
En ese contexto se ha abierto también un
procedimiento de imposición de sanciones económicas contra miembros de la
dirección de Audi todavía no identificados y contra la propia empresa, por su
posible cooperación o participación en los hechos.
En marzo del año pasado, la Fiscalía de Múnich
adelantó que investigaba a Audi por fraude y publicidad ilegal en la venta en
EE.UU. entre 2009 y 2015 de alrededor de 80.000 vehículos.
Según explicó entonces, la sospecha era que se
habían instalado dispositivos para manipular los valores de las emisiones con
el fin de cumplir los límites fijados en Estados Unidos, sin informar a los
compradores.
El mes pasado la Oficina Federal de Vehículos a
Motor (KBA), dependiente del Ministerio de Transporte alemán, ordenó a Audi
llamar a talleres y reparar más de 127.000 vehículos diésel manipulados.
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