ANA JULIA LA DOMINICANA QUE MATÓ AL NIÑO GABRIEL, AHORA DICE QUE FUE ACCIDENTAL
MADRID (12 Abril 2018).- La dominicana Ana Julia Quezada, quien
confesó que había matado el 27 de febrero pasado al niño español Gabriel Cruz,
ha pedido perdón a la familia del menor y ha reiterado que la muerte fue un
accidente.
“Me asusté mucho, el miedo te bloquea y actué así”,
dice Quezada en una carta dirigida a un programa de la cadena española
Telecinco, remitida desde el centro penitenciario El Acebuche de Almería
(sureste de España).
El caso, ocurrido en la provincia de Almería,
despertó un gran interés mediático en España mientras el niño estuvo
desaparecido, y una gran conmoción nacional cuando la mujer reconoció a las
fuerzas de seguridad que lo asfixió tras golpearle con un hacha.
La mujer, pareja del padre del niño cuando
ocurrieron los hechos, añade que no está “nada bien” y reclama perdón a “toda
la familia de Gabriel” y a las personas a las que ha hecho daño.
Sostiene que no puede hablar debido al secreto del
sumario judicial de la causa, aunque asegura que está afectada por todas las
“mentiras” sobre ella.
“Fue un accidente y siempre lo diré porque es la
verdad (...) No fui lo suficientemente fuerte como para decirle a mi pareja, a
nadie, lo que había pasado y, poco a poco, me fui metiendo en una bola cada vez
más grande”, asegura Quezada, quien sabe que no tiene “excusa”.
“Quité a la persona que amo lo más grande que uno
puede tener, un hijo (...) Tengo una hija y le he hecho mucho daño, espero que
ella algún día me pueda perdonar”, añade.
En una segunda misiva remitida al programa, Quezada
rechaza que unas personas de Coripe, un pueblo de la provincia española de
Sevilla (sur), quemaran una muñeca negra que la representaba a ella el Domingo
de Resurrección porque cree que es un acto de “racismo y xenofobia”.
“No soy más monstruo que esas personas y lo hice por
un accidente”. Y añade: “Soy negra, cometí un delito sin querer, lo único que
pido es que se me juzgue y se me trate como se me tiene que tratar en mi
situación”.
La Fiscalía española ha abierto diligencias para
investigar la denuncia del Movimiento contra la Intolerancia contra el
Ayuntamiento de Coripe por la quema de la muñeca.
Cuando la detuvieron e iba esposada, recuerda
Quezada, dos mujeres le dijeron que la iban a “matar”, y que ciertas personas, que
no precisa, la trataron “muy mal” en “el calabozo (de las fuerzas de seguridad)
y en más sitios”.
Por eso, ingresar en prisión preventiva en El
Acebuche fue para ella como hacerlo en el “cielo”.
Quezada también censura que una cadena de televisión
fuese a buscar a su familia a la República Dominicana. “Mi pobre madre sufre
del corazón. ¡Y eso no está bien! Estoy con antidepresivos y pastillas para
comer y dormir”, apunta.
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