RAFA NADAL LLEGA A LA FINAL EN MONTECARLO, ARRASANDO A GRIGORI DIMITROV


MONTECARLO (21 Abril 2018).- Rafa Nadal acudirá fiel este domingo a su cita con la final del Masters 1000 de Montecarlo. El manacorí, ganador en diez ocasiones del torneo monegasco, disputará su duodécima final en quince años después de derrotar de forma aplastante al búlgaro Grigori Dimitrov en dos sets por 6-4 y 6-1, en apenas una hora y media de juego. Kei Nishikori o Alexander Zverev serán sus rivales por el título.

En su primera cita con la tierra batida de la temporada, el número uno mundial marcó el listón de lo que sus rivales deberán hacer si quieren derrotarlo. Dimitrov, posible rival de Nadal en la final del Open Banc Sabadell 2018 tras el sorteo de este sábado, vio como el manacorí lo borraba de la pista en un segundo set lleno de poderío del español que le rompió dos veces el servicio. El búlgaro salvó el rosco pero le costará más creerse que puede derrotar a Nadal.

Los dos sets tuvieron un inicio calcado. Nadal saltó a la pista despuesto a resolver el partido por la vía rápida y en un visto y no visto se plantó con un 3-0 en la primera manga ante un rival que peleaba cada punto, aunque no le valía para ganar su servicio. A partir del cuarto juego se vio al Rafa Nadal más humano, capaz de cometer demasiados errores, lo que su rival aprovechó para romperle el set en el quinto juego.

La ventaja de tres juegos para Nadal se le esfumó rápidamente con el 3-3 pero el manacorí mantuvo a raya al búlgaro, no permitiéndole que tomara ventaja en el marcador. Dimitrov aguantó una nueva embestida de Nadal evitando el break en el octavo juego (4-4) pero en el noveno Nadal estuvo sublime con su primer servicio para ponerse 5-4 y ganar el set por 6-4 tras romperle el servicio a un Dimitrov demasiado presionado.

Nadal se sentía fuerte y a Dimitrov le empezaba a pasar factura su maltrecho hombro. Ante el sofocante calor, lo mejor que podía hacer Nadal era resolver el partido rápidamente y reservar energía para la final. Volvió a ponerse 3-0 pero Dimitrov ya no estaba para intentar remontadas. Se aceleró el juego del búlgaro y esa fue su tumba. La prisa por acabar los puntos provocó que Nadal, con un juego muy sólido desde el fondo de la pista alargara la racha hasta el 5-0.

Dimitrov necesitaba salvar su honor y recuperar algo de credibilidad para próximos torneos -el lunes estará en Barcelona- y salvo, a la tercera, su servicio para ponerse en 5-1, un mal menor. Nadal aseguró su servicio en el séptimo set para asegurarse su enésima presencia en la final de unos de sus torneos más queridos.


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