ADVIERTE CASA ABIERTA SOBRE EL USO DE LA BURUNDANGA CON FINES DELICTIVOS EN EL PAÍS
SANTO DOMINGO, República Dominicana (14 Mayo 2018).-
Una advertencia sobre el uso, con fines delictivos, de una sustancia, o cóctel
de sustancias, que en otras latitudes ha sido bautizada como “droga zombi”,
“burundanga”, “beso del sueño” o el “aliento del diablo”, ha hecho este lunes
el director ejecutivo de Casa Abierta, Juan Raddamés de la Rosa Hidalgo.
En un documento, el psicólogo refiere a los daños
que causa la droga, que localmente se le llama el “polvillo”, “una sustancia
que no tiene sabor, ni color, ni olores reconocibles, pero que tiene la
capacidad de anular la voluntad de la persona sometida a sus efectos”.
Alternativasnoticiosas.com
continuación, el texto de De la Rosa
Hidalgo:
La sociedad dominicana, principalmente como
consecuencia de su anacrónica política, continúa a merced del abuso de drogas,
legales e ilegales. Ahora aparece un nuevo motivo de alerta y preocupación. Ya
es conocido que se está usando en nuestro país con fines delictivos una sustancia,
o coctel de sustancias, que en otras latitudes ha sido bautizada como “droga
zombi”, “burundanga”, “beso del sueño”, o el “aliento del diablo”. Localmente
se le llama el “polvillo”. Se trata de una sustancia que no tiene sabor, ni
color, ni olores reconocibles, pero que tiene la capacidad de anular la
voluntad de la persona sometida a sus efectos.
En Casa Abierta ya conocemos de varias personas,
mujeres específicamente, que han sido asaltadas usando esta sustancia. Para
algunos se trata de la escopolamina, sin embargo, no tenemos ninguna evidencia
de lo que realmente es esta sustancia. Sí sabemos que es una droga que en
cuestión de escasos minutos deja a la persona totalmente a merced de su
agresor, al grado que la voluntad de la persona queda totalmente anulada. Esta
indefensión hace que la persona entregue sus bienes a la persona que la ha
drogado. Se conocen casos de robo de dinero, retiros de cuentas bancarias,
joyas, celulares, equipos informáticos... Evidentemente que también se usa para
agresiones sexuales, aunque estas últimas generalmente no se denuncian. Puede
ser que incluso esta droga se esté usando para cometer delitos mayores, como
asesinatos.
Experiencias con esta sustancia en otras naciones,
España, Colombia, Estados Unidos..., evidencian la peligrosidad de este nuevo
método delincuencial. Las personas sometidas a esta droga no muestran ninguna
conducta extraña. Las víctimas aparentemente no parecen drogadas, ni
somnolientas, por lo que las personas a su alrededor no perciben nada anormal,
pero su voluntad ha sido robada por su victimario, que aprovecha para
violentarla de diversas formas. Se ha encontrado además que la salud y
comportamiento de las personas que han sido intoxicadas con estas sustancias se
afecta de forma permanente y muy seriamente. Una persona afectada puede sufrir
depresión, paranoia, pérdida de memoria permanente y problemas emocionales de
todo tipo como trastorno por estrés postraumático. La forma de administración
es por inhalación o mezclada con alcohol u otra bebida.
Las autoridades, policía, DNCD, Consejo de Drogas,
Ministerio de Salud, tienen un gran desafío para detener el uso de esta
sustancia. El hecho de que no se vincule a hechos de sangre, no la hace menos
peligrosa para la salud y la seguridad ciudadana. No podemos seguir con una
política equivocada que solo persigue el uso y tráfico de las sustancias
tradicionales, como marihuana, cocaína, heroína. Los daños que esta droga está
causando obligan a ponerle atención.
Pero también la ciudadanía debe hacer conciencia de
los riesgos a que está expuesta. Se deben tomar medidas como: fijarse que las
bebidas que compren estén siempre sin abrir. No aceptar vasos de personas
desconocidas o que acaba de conocer. No dejar su comida o bebida sin vigilar.
Evitar a grupos de personas desconocidas en la calle. Evitar a personas que se
acerquen con la excusa de preguntar por una dirección o pidiendo caridad para
que le lean un papel. Evitar conversaciones con extraños en la cola del banco.
No aceptar demostraciones de perfumes. Tener cuidado cuando una persona
desconocida sacude un papel o pañuelo enfrente suyo. Cuidado en taxis y
transporte público en general. En la casa evitar abrir la puerta a personas
desconocidas: supuestos empleados públicos, vendedores ambulantes, predicadores
religiosos...
Sin embargo, mientras el Estado dominicano continúe
con una mirada equivocada acerca del fenómeno de las drogas, nuestra sociedad
seguirá siendo muy vulnerable. Siempre habrá personas que aprovechan la
indefensión que genera una política de drogas que no investiga, no educa, no
atiende a las personas.
No hay comentarios.: