EXPRESIDENTE RAFAEL CORREA CONFÍA EN QUE BÉLGICA NO LO EXTRADITARÁ
BRUSELAS (4 Julio 2018).- El expresidente ecuatoriano Rafael Correa, quien
vive en Bélgica tras dejar el poder en 2017, tiene orden de captura por su
presunta vinculación en el secuestro de un opositor en Colombia en 2012.
La jueza Daniela Camacho aceptó este martes un
pedido de la Fiscalía y ordenó "prisión preventiva" contra el
expresidente ecuatoriano Rafael Correa de 55 años, según una decisión difundida
por la Corte Nacional de Justicia (CNJ).
Al mismo tiempo activó una circular roja para que la
Interpol ubique a Correa con fines de extradición.
Correa, quien gobernó Ecuador durante una década, es
acusado de los delitos de asociación ilícita y secuestro del exdiputado
Fernando Balda, según la Fiscalía. La investigación todavía está en curso y el
dirigente podría ser sobreseído antes de que la suprema CNJ lo llame a juicio.
Frente a este panorama, Correa no descarta pedir
asilo en Bélgica cuando se haya formalizado la petición de extradición por
parte de Ecuador.
Correa reside en las afueras de Bruselas, en la
ciudad universitaria de Louvain-la-Neuve, donde ya cursó sus estudios a
principios de los años 1990 y donde conoció a su esposa, Anne Malherbe.
El expresidente asegura que lo que sufre es una
persecución política y que Bélgica jamás accederá a la extradición porque se
trata de un Estado de derecho.
“Tenemos a un fiscal puesto a dedo para perseguirme,
un Consejo de la Judicatura puesto a dedo para presionar a los jueces. Ningún
país con Estado de derecho, empezando por Bélgica, va a aceptar una
monstruosidad como la que se ha dado en Ecuador, ni la propia Interpol”,
sostuvo el exmandatario ecuatoriano.
Correa ha hecho estas declaraciones antes de una
entrevista con la televisión pública belga. El exmandatario confía en que no se
tramite la extradición cuyo proceso puede ser largo.
Ecuador deberá formalizar la petición y entonces
Bélgica la estudiará. Pero si se considera que Correa es perseguido por motivos
políticos, se puede desestimar, según las normas de Interpol.
El caso Balda
En medio de su enconada lucha con su sucesor y
exaliado Lenín Moreno, Correa quedó en la mira de la justicia debido a una
demanda de Balda, quien lo acusa de ordenar su secuestro cuando estaba
refugiado en Bogotá en 2012.
Aunque cinco personas alcanzaron a subirlo a la
fuerza en un automóvil, la policía colombiana interceptó el vehículo y logró la
inmediata liberación del parlamentario.
Poco después, Balda fue expulsado de Colombia por
pedido de Quito para que respondiera por varios delitos. El adversario del
exmandatario estuvo en la cárcel más de dos años por injurias y atentar contra
la seguridad del Estado.
Por el caso del secuestro ya están detenidos tres
agentes de inteligencia y un excomandante de la Policía, mientras que pesa una
orden de prisión sobre un exjefe de la Secretaría (ministerio) Nacional de Inteligencia
que está en España y cuya extradición fue pedida por Ecuador.
En una audiencia de este martes, el fiscal general
Paúl Pérez había solicitado la prisión para el exmandatario socialista
"por incumplimiento de medida cautelar de presentación periódica"
ante la CNJ en Quito.
De acuerdo con expertos legales, si finalmente
Correa no es detenido, el caso expirará en seis años.
Por ESTHER HERRERA/RFI
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