MUERE CLAUDE LANZMANN, DIRECTOR DEL DOCUMENTAL ‘SHOAH’ SOBRE EL HOLOCAUSTO
PARÍS (5 Julio 2018).- El cineasta y escritor francés Claude Lanzmann
“falleció el jueves en París a los 92 años”, anunció la editorial Gallimard.
“Estaba muy, muy débil desde hacía varios días", indicó una portavoz de la
casa que publicó sus memorias, “La liebre de la Patagonia”. El año pasado,
quedó profundamente afectado por la muerte de su hijo Félix, de 23 años, por un
"cáncer sin piedad".
Nieto de inmigrantes judíos de Bielorrusia, Lanzmann
nació el 27 de noviembre de 1925 en Bois-Colombes, en los suburbios de París.
Este hijo de un padre decorador y una madre anticuaria se confrontó rápidamente
al antisemitismo, sobre todo en el colegio parisino Condorcet.
En 1940, su padre, resistente, lo entrenaba a él y a
su hermano Jacques (más tarde letrista del cantautor Jacques Dutronc) y su
hermana Evelyne (una actriz que se suicidaría) a esconderse sin dejar rastros
para salvarse de las razzias.
“A través de las ramas, veíamos sus botas de SS y
escuchábamos su voz angustiada de padre judío: ‘Se movieron, hicieron ruido’”,
recuerda en sus memoria.
A los 18 se suma a la Resistencia en la región de
Auvergne. Después de la guerra, viaja a Alemania a estudiar filosofía. De
regreso a Francia, empieza a trabajar como periodista en diarios como
France-Dimanche y France-Soir.
En 1952, conoce a Jean-Paul Sartre y a Simone de
Beauvoir, de quien se convertirá en su amante durante 7 años, con la bendición
del autor de “El ser y la nada”. En esos años se pone a la cabeza, como
escritor y director, de la revista “Temps Modernes”.
En los años 60, tras una estadía en Corea, se
involucra en las luchas anticolonialistas y en la denuncia de la represión en
Argelia.
Su obra cinematográfica empieza en 1972 con “Por qué
Israel”. Pero su obra fundamental es sin duda “Shoah”, estrenado en 1982 tras
12 años trabajar sobre el documental. “Shoah es el término hebraico para
designar precisamente lo que ocurrió y significa la tempestad, el desastre, la
catástrofe, la aniquilación y la destrucción absoluta”, indicaba a la hora de
explicar el título elegido para este largometraje de más de 9 horas de
duración.
Sionista convencido, Lanzmann rodó luego “Tsahal”,
sobre el ejército del Estado hebreo y “Sobibor, 14 de octubre de 1943”, que
relata la revuelta de los judíos que mataron a sus captores en aquel campo de
exterminio. Más tarde llegarían otros documentales que retomaban fragmentos que
no había utilizado en “Shoah”
Gran defensor de Israel, Lanzmann denunciaba con
fuerza el “antisionismo”, “una de las máscaras del antisemitismo”, como afirmó
en 2015.
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