RENUNCIA DE ÖZIL A LA SELECCIÓN SACUDE A ALEMANIA


BERLÍN (23 Julio 2018).- La canciller alemana, Angela Merkel, expresó hoy su "respeto" por la decisión del germano-turco Mesut Özil de retirarse de la selección nacional, así como la alta estima que le merece como futbolista, sin entrar en valoraciones sobre sus acusaciones de racismo a la Federación Alemana de Fútbol (DFB). Así lo indicó la viceportavoz del Gobierno, Ulrike Demmer, en una comparecencia de rutina ante los medios.

La fuente gubernamental recordó asimismo el papel del deporte como factor integrador en la sociedad alemana e insistió en que Alemania es un "país abierto", que acoge a la población de origen inmigrante.

"Es un gran futbolista", enfatizó la portavoz en nombre de Merkel, gran aficionada al fútbol y quien a menudo se ha dejado fotografiar con Özil, incluido en sus puntuales visitas al vestuario de la selección.

Tormenta política

La retirada de Özil entre fuertes acusaciones a la cúpula de la DFB ha desatado una tormenta política y futbolística en el país.

"Es una señal alarmante que un gran futbolista como Özil no se sienta querido en su país ni representado por la DFB", escribió la ministra de Justicia, Katarina Barley en su cuenta en Twitter.

Mientras en Alemania las reacciones han tenido un tono crítico, en Turquía, el ministro de Justicia, Abdulhamit Gül, escribió: "Felicito a Mesut Özil por su mejor gol que ha marcado contra el virus del fascismo, al dejar la selección alemana”.

Las razones de Özil

Özil comunicó ayer su retirada de la selección con una declaración enviada en tres partes a través de Twitter, donde afirmaba que para el presidente de la DFB, Reinhard Grindel, un jugador de origen inmigrante como él solo es aceptado cuando se gana, pero no cuando se pierde. El centrocampista, de 29 años y durante años pieza clave en la selección, acusaba a la federación de no aceptarlo como alemán, pese a haber ganado en 2014 la Copa del Mundo para el país donde nació.

Özil había causado revuelo hace un mes y medio por una fotografía en que aparecía junto al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, cuestión que desató entonces una fuerte controversia en Alemania por entenderse como un apoyo a la campaña de éste por la reelección. "Para mí, hacerme una foto con el presidente Erdogan no tiene nada que ver con la política o con las elecciones, sino con el respeto hacia el máximo cargo del país de mi familia", explicó Özil.

Arremetida de Hoeness

La dimisión del centrocampista ha desatado, en paralelo, una lluvia de críticas a la cúpula de la federación alemana de fútbol (DFB), fuertemente cuestionada ya por el mal papel de Alemania en Rusia.

Por otra parte, el presidente del Bayern Múnich, Uli Hoeness, criticó hoy duramente a Özil. "Estoy contento de que haya terminado la pesadilla. Hace años que su juego es una basura. El último duelo que ganó fue antes del Mundial de 2014. Y ahora se escuda a él mismo y a su porquería de juego detrás de esta foto", declaró Hoeness a los periodistas poco antes de que el Bayern emprendiera su viaje a Estados Unidos.

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