RENUNCIÓ MINISTRO "PRO-BREXIT" DE ESTERIORES BRITÁNICO BORIS JOHNSON


LONDRES (8 Julio 2018).- La renuncia del ministro de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, profundiza la crisis del Gobierno de Theresa May, tras la dimisión también del ministro para el "Brexit", David Davis. 

"Esta tarde del lunes, la primera ministra aceptó la renuncia de Boris Johnson como secretario (ministro) de Exteriores", señaló la oficina de May en un comunicado. "Su reemplazo será anunciado a la brevedad", indicó, y añadió: "La primera ministra agradece a Boris por su trabajo".

Unión aduanera y mercado único, ¿cada vez más probables?

David Davis, el jefe negociador de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), el "Brexit", renunció la víspera al cargo debido a sus desacuerdos con la política de May en este asunto y ya se preveía que Johnson, uno de los más arduos defensores del "Brexit", podría seguir el mismo camino.

En la misiva enviada a May en la que comunica su partida, Davis afirma que "la actual tendencia de políticas y tácticas" hace que "parezca cada vez menos probable" que el Reino Unido salga de la unión aduanera y del mercado único.

La noticia se difunde después de que el Gobierno alcanzara un acuerdo sobre un nuevo plan para la futura relación con la UE tras el "Brexit", que se concretará el 29 de marzo de 2019.

Londres buscaría limitar capital, fuerza de trabajo y servicios

El nuevo plan prevé que tras la salida de la UE, el Reino Unido siga estrechamente vinculado al mercado europeo para el intercambio de bienes. El objetivo es no perjudicar el comercio y la cadena de suministro entre Reino Unido y el continente.

Para garantizar este libre intercambio, se establecerían una serie de "reglas conjuntas" para que Londres mantenga regulaciones y estándares de la UE. En las próximas semanas se conocerá un documento con los detalles del acuerdo alcanzado en la reunión de gabinete del viernes.

Los otros tres elementos de libre circulación en el mercado único (capital, fuerza de trabajo y servicios) sufrirían limitaciones. De esta forma los británicos quieren frenar el ingreso ilimitado de ciudadanos europeos y seguir sus propias reglas en el sector de servicios.

Davis dijo a May que temía que el enfoque de negociación del Gobierno "simplemente conduzca a nuevas demandas de concesiones".

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