LAS RAZONES DEL SENADO ARGENTINO PARA NO LEGALIZAR EL ABORTO
BUENOS AIRES
(8 Agosto 2018).- Pese al entusiasmo y las manifestaciones populares a favor de
la legalización del aborto, la Cámara alta de senadores no aprobó esta
iniciativa y dejó al país con una legislación de 1921 que solo acepta la
interrupción del embarazo en casos de violación o cuando la vida de la madre
está en peligro. La presión de la Iglesia y de los grupos conservadores pudo
más en Argentina, país donde el Estado y la Iglesia no son poderes independientes.
Con 38 votos
en contra y 31 a favor, el Senado argentino rechazó el proyecto de ley a favor
de la legalización del aborto, considerado actualmente como un delito penado
hasta con cuatro años de cárcel.
El proyecto
de ley había sido aprobado por la Cámara de Diputados el 8 de junio pasado y
solo esperaba la confirmación de los senadores para convertirse en ley. Sin
embargo, las presiones de la Iglesia católica y de los grupos conservadores
pudieron más que las estadísticas que indican que pese a las restricciones y
las sanciones, entre 350.000 y 450.000 mujeres abortan cada año en Argentina.
La presión de la
Iglesia y los grupos conservadores
Pese a que
la marea verde parecía haber ganado las simpatías de la ciudadanía, durante los
últimos días los votos de los senadores se fueron inclinando en contra de este
proyecto de ley y al tratarse de una Cámara mucho más conservadora, varios de
ellos se escudaron tras sus creencias religiosas y la necesidad de salvar las
dos vidas la de la madre y la del feto para justificar su voto en contra.
Además, está
el hecho de que Argentina es un país donde la Iglesia no es independiente de
las decisiones del Estado, en el artículo 2 de la Constitución nacional vigente
se afirma que: "El gobierno federal sostiene el culto católico apostólico
romano". Es más, hasta antes de la reforme constitucional de 1994, era
obligatorio que los ocupen el Poder Ejecutivo profesaran la religión católica
apostólica romana. De hecho, cuando Carlos Menem asumió la presidencia
argentina en 1989 tuvo que abandonar la religión musulmana y convertirse a la
fe cristiana.
También pesa
el hecho de que mientras que la Cámara de Diputados representa al pueblo pues
sus representantes son elegidos de acuerdo al censo nacional, la Cámara Alta
tiene un número fijo de tres senadores por provincia lo que le da ventaja a los
grupos conservadores. Así las cosas, es entendible la fuerza que tiene la
coalición conservadora Cambiemos de la que forma parte el presidente Mauricio
Macri, quien, a pesar de haber propuesto el debate, estaba también en contra de
la legalización del aborto.
Finalmente,
las declaraciones del Papa Francisco respecto al aborto también orientaron el
debate. Días después de que el proyecto había sido aprobado en la Cámara de
Diputados, él dijo lo siguiente
El siglo
pasado todo el mundo estaba escandalizado por lo que hacían los nazis para
cuidar la pureza de la raza. Hoy hacemos lo mismo pero con guantes blancos.
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