EL PODEROSO HURACÁN MICHAEL TOCA TIERRA EN FLORIDA CON DEVASTADORES VIENTOS 155 MPH
LA FLORIDA
(10 Octubre 2018).- El poderoso huracán Michael, de categoría 4, tocó tierra
este miércoles cerca de Mexico Beach, en el noroeste de Florida, donde descargó
la furia de sus catastróficos vientos de 155 millas por hora (249 km/h).
La
intensidad de los vientos coloca a Michael al borde de la categoría 5 en la
escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de 5, informó el Centro
Nacional de Huracanes (CNH).
Michael es
el primer huracán de categoría 4 en golpear el Panhandle de Florida desde que
se tienen registros que datan de 1851, según los meteorólogos.
Los
catastróficos vientos del huracán desembarcaron a unas cinco millas al noroeste
de Mexico Beach, una zona con menos de 1,200 habitantes ubicada al este de
Panama City.
Tras el
arribo de Michael, los mayores peligros son la posibilidad de una marejada
ciclónica de 9 a 14 pies de altura y el impacto catastrófico de los vientos,
dijo Pablo Santos, meteorólogo del CNH.
También existe
la posibilidad de tornados en algunas zonas del Panhandle y el norte de
Florida, en áreas de Georgia y el sur de Carolina del sur.
En la
mañana, a medida que se acercaba el ciclón, fuertes vientos y las marejadas
azotaban la costa del noroeste de Florida.
En
Apalachicola, a solo 45 minutos de donde más tarde tocaría tierra el huracán,
se registraban niveles de agua a 6.4 pies (1.8 metros), según el Servicio
Nacional de Metereología (SNM).
Los condados
de Bay, Gulf y Franklin recibieron advertencias de vientos extremos luego de
que los meteorólogos del SNM advirtieron que las ráfagas podrían superar las
130 mph.
“Esto es un
evento catastrófico para esa zona”, aseguró Santos.
Se esperaba
que la furia de los vientos de Michael, el séptimo huracán de la temporada en
el Atlántico en 2018, derribara árboles y el tendido de la electricidad, volara
techos de casas, destruyera edificaciones y afectara puentes.
En Panama
City Beach los vientos comenzaron a castigar algunas edificaciones. Una casa en
construcción colapsó y el techo se desprendió.
Menos de una
hora después de que Michael tocara tierra más de 185,000 usuarios ya habían
perdido la electricidad en Florida.
La empresa
de electricidad Duke Energy Florida calcula que habrá entre 100,000 a 200,000
cortes del fluido eléctrico por el paso de Michael y que restituir el servicio
podría tomar semanas.
“Los datos
históricos y la experiencia de la compañía indican que una restauración
completa tras una tormenta de esta magnitud podría tomar desde varios días
hasta más de una semana, dependiendo de la extensión del daño real, la
capacidad de los equipos de llegar a zonas e islas remotas, y las condiciones
tras el paso del huracán, como inundaciones”, explicó la compañía.
Duke Energy
movilizó a más de 7,000 miembros de su personal al noroeste de Florida.
A su vez, el
presidente Donald Trump anunció que visitará las áreas afectadas el domingo o
lunes.
A pesar del
fuerte oleaje en Panamá City Beach y antes de que Michael tocara tierra, los
espectadores de último minuto acudían en masa al centro turístico, caminaban
por los campos de minigolf, pasaban por restaurantes de ostras desiertos y
edificios de condominios vacíos.
Randy
Simmons, de 57 años, estaba disfrutando de su café de la mañana en la terraza
de su apartamento con vista a la playa. Vino a revisar su propiedad antes de
retirarse a otra propiedad que posee un par de millas tierra adentro.
“Iba a
quedarme aquí hasta que fuera categoría cuatro. Esto va a ser un gran lío”,
dijo.
Simmons
muestra su antebrazo izquierdo para revelar su nombre escrito con letras
grandes y negras, en caso de que los rescatistas necesiten identificarlo.
“Uno nunca
sabe qué va a pasar en estas situaciones. La gente muere”, comentó Simmons.
Jeff Moats,
oriundo de Arkansas, decidió quedarse en su casa en la playa de Panama City. El
motivo: “Mi primer huracán. Pero estoy empezando a preguntarme si debería
haberme ido”.
Moats
caminaba en la playa con su amigo, John Porter, de 68 años, un nativo de
Panhandle que ha superado muchos huracanes.
Jake, el
perro de Porter, se acercaba y se alejaba de la orilla mientras el agua y la
espuma llegaban cada vez más cerca, deteniéndose solo para orinar.
“A mi perro
no parece importarle”, dijo Porter, un hombre alto con barba y una gorra roja
‘Make America Great’”.
Fuente: EL NUEVO HERALD
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