LA HABANA
(10 Octubre 2018).- Tres hoteles cubanos recibieron recientemente el premio
World Travel Awards 2018, considerado el mayor lauro para identificar la
excelencia en todas las actividades vinculadas con la industria global de
viajes y el turismo a nivel mundial.
Princesa del
Mar, de Varadero, así como el Gran Hotel Kempinski y el Nacional de Cuba, ambos
de La Habana, merecieron en diferentes categorías tal reconocimiento que los
expertos equiparan con el que, en su rama, entrega cada año la Academia de las
Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos.
El mejor
posicionamiento de esas instalaciones constituye, sin duda, un fruto del empeño
colectivo que tiene como ejemplo a seguir el del emblemático Nacional, gratificado
con el galardón por decimocuarta ocasión, y afincado en la avanzada de la
industria sin humo del país, cuyo progreso no pueden impedir ni películas de
ficción como la de los supuestos ataques sónicos, ni el ilegal bloqueo del
Gobierno estadounidense, ni otras medidas draconianas de su actual
administración.
Con ellas
solo se ha contenido momentáneamente que muchos de sus ciudadanos cumplan el
deseo creciente por conocer la realidad de este archipiélago, al que siguen
arribando turistas de todas las latitudes, en la búsqueda no solo del destino
sol y playa; también de su acervo cultural, medioambiental y el insustituible
intercambio con la población.
Decir que
todas sus actividades pueden transcurrir con tranquilidad es refutado por la
derecha en Estados Unidos, obligada a hacer como el avestruz, cuando Respect,
la principal asociación norteamericana de entidades promotoras de viajes a
Cuba, acuñó que esta nación es un «destino seguro».
Así lo
constatan quienes llegan y se convierten en testigos de las transformaciones
ostensibles para el aumento de la planta hotelera, sobre todo en uno de los
polos más demandados en la actualidad, el de La Habana.
En general,
decenas de millones de pesos sustentan el acelerado proceso inversionista en
lugares conocidos y otros con alto potencial como es el caso de la cayería al
norte, opción nada despreciable para los foráneos que deseen colocar su
capital, y reforzada hace menos de tres meses con modificaciones a la Ley de
Inversión Extranjera, lo cual reafirma que hacer negocios en Cuba es seguro,
igual que visitarla.
Fuente: GRANMA
No hay comentarios.: