GAS PIMIENTA Y LACRIMÓGENOS CONTRA LOS CHALECOS AMARILLOS
PARÍS (5 Enero
2019).- Desafiantes «chalecos amarillos» demostraron por octavo sábado
consecutivo su descontento con el Gobierno de Enmanuel Macron y se enfrentaron
a las fuerzas de la ley que utilizaron granadas de humo, gases pimienta y
lacrimógenos contra quienes intentaban romper la línea policial.
Cientos de
manifestantes irrumpieron en las proximidades del edificio de la Asamblea
Nacional, pero la línea de defensa de las fuerzas antimotines impidió el avance
de la muchedumbre, reportaron agencias noticiosas, con el lanzamiento de los
gases que afectó a muchos de los participantes en las manifestaciones, que
también fueron golpeados, mientras lanzaban botellas y piedras a los gendarmes
y se erigían barricadas en la zona de los restaurantes junto al río Sena.
Las
protestas también fueron reprimidas en Nantes y se estima que unas 50 000
personas participaron este sábado según datos suministrados por el ministro del
Interior, Christophe Castaner, dijo RT.
Las
autoridades francesas emplearon en esta ocasión 3 600 policías, incluidas las
fuerzas antimotines, y fueron arrestados solo en París por lo menos 103
manifestantes.
También
varios miles de chalecos amarillos marcharon pacíficamente a través de la
capital hacia los Campos Elíseos cantando La Marsellesa, el himno nacional
galo, mientras llevaban banderolas llamando a la dimisión del presidente Macron
y a «abolir los privilegios de la élite».
El
movimiento de los chalecos amarillos —que comenzó a mediados de noviembre
contra el alza del costo de los combustibles, pero rápidamente reflejó un
descontento mayor hacia las políticas del Presidente que afectaban sus
estándares de vida—, espera fortalecerse en este nuevo año y en un manifiesto
dado a conocer el jueves advirtieron a Macron: «La ira se convertirá en odio si
continúas, desde tu pedestal, tú y tus asociados, mirando a las personas
pequeñas como mendigos».
El miércoles
fue detenido Eric Drouet, uno de los líderes del movimiento, por organizar un
mitin no autorizado y sus seguidores llamaron a la acción policiaca una señal
de «dictadura».
Según PL, el
movimiento ha denunciado que los grandes medios de comunicación galos se
enfocan solo en los hechos de violencia, con el fin de justificar las
arremetidas de las fuerzas de seguridad y de desvirtuar la esencia de las
demostraciones.
El Gobierno
galo cuestionó la víspera a los participantes en las demostraciones al
calificarlos de agitadores, según el pronunciamiento del portavoz oficial,
Benjamin Griveaux, al finalizar el Consejo de Ministros, y dijo que se trata de
«agitadores que quieren la insurrección y derrocar al Gobierno», y que se
encuentran «en una lucha política para cuestionar la legitimidad del Presidente
de la República».
Griveaux
advirtió que las autoridades serían firmes en la aplicación de las normas
contra los manifestantes que salieran a las calles este sábado, pues «nadie
está por encima de las leyes en Francia».
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