CONDENADO DE 42 AÑOS A CADENA PERPÉTUA EL ENFERMERO ALEMÁN QUE ASESINÓ A 85 PACIENTES
BERLÍN (6
Junio 2019).- Un exenfermero a quien le gustaba provocar un paro cardíaco a sus
pacientes porque disfrutaba de la sensación de poder reanimarlos ha sido
condenado por cometer 85 asesinatos, lo que le convierte en el mayor asesino en
serie de la historia moderna de Alemania. El juez de la corte de Oldenburg,
Sebastian Buehrmann, ha sentenciado a Niels Högel, de 42 años, a cadena
perpetua.
Högel
trabajó en un hospital en Oldenburg, al noroeste de Alemania, entre 1999 y 2002
y en otro hospital cercano en Delmenhorst de 2003 a 2005. Desde el año 2000
hasta el 2005, el procesado acabó con la vida de decenas de pacientes. Las
víctimas tenían entre 34 y 96 años en el momento de su muerte. En su veredicto,
el juez Buehrmann ha justificado la condena “por la seriedad particular de los
crímenes”.
Previamente
a esta sentencia, Högel fue condenado en el 2015 por cometer dos asesinatos y
dos intentos de asesinato, por lo que en la actualidad ya estaba cumpliendo
cadena perpetua. A pesar de que no existen las sentencias consecutivas en el
sistema judicial alemán, la decisión del tribunal sobre la gravedad de los
delitos garantiza que permanezca en prisión después de que termine el período
estándar de 15 años.
Durante el
primer juicio, el condenado reconoció que provocó de manera intencionada paros
cardíacos a 90 pacientes en Delmenhorst porque disfrutaba de la sensación de poder
reanimarlos y porque “era la única manera de integrarse en el equipo”. Más
tarde, confesó a los investigadores que también mató a pacientes durante su
etapa en el hospital de Oldenburg.
A raíz de
estas declaraciones, los investigadores revisaron cientos de muertes, lo que
les llegó a tener que exhumar cuerpos de pacientes que fallecieron cuando eran
asistidos por el enfermero. Otros casos no llegaron a poder ser esclarecidos
porque los pacientes fallecidos habían sido incinerados.
Hoegel fue
condenado en el 2015 por cometer dos asesinatos y dos intentos de asesinato
En total,
Högel fue juzgado en Oldenburg por 100 cargos de asesinato, pero el tribunal lo
declaró inocente de 15 de ellos por falta de pruebas, ya que los motivos de
estas muertes no quedaron recogidos en el sistema alemán. Durante los siete
meses que duró el juicio, el procesado admitió que había acabado con la vida de
43 personas, negó su responsabilidad en la muerte de cinco pacientes y dijo que
no podía recordar a otros 52.
Asimismo,
Högel declaró que tuvo una infancia “protegida”, libre de violencia; que su
abuela y su padre, que eran enfermeros, habían sido sus modelos a seguir para
la profesión. “Ahora me siento completamente convencido de que quiero dar una
respuesta a cada familiar”, dijo Hoegel durante el juicio. “Lo siento mucho”.
El caso se
retomó después de que Högel se jactara ante otros reos de haber matado a
decenas de pacientes
De hecho, en
su declaración final ante el tribunal que lo ha juzgado, el exenfermero ha
reiterado sus disculpas, ha dicho que se siente avergonzado y con remordimientos
por lo que hizo. Además, ha asegurado que se ha dado cuenta del dolor y el
sufrimiento que ha causado con estos “actos terribles”. “A todos y cada uno de
ustedes, me disculpo sinceramente por todo lo que he hecho”, ha concluido.
Los crímenes
de Högel salieron a la luz en verano de 2005 después de que una compañera lo
sorprendiera cuando inyectaba los medicamentos que provocaban crisis cardíacas
a un paciente. A raíz de aquí se abrieron diligencias contra él y fue condenado
por doble asesinato, dos intentos de asesinato y dos casos de lesiones graves a
pacientes. El caso parecía resuelto. Sin embargo, se reabrió cuando el
enfermero comentó a otros reos que “después de haber matado a 50 enfermos”
había dejado de contar. Un comentario que llegó a oídos de la Fiscalía, que
decidió retomar la investigación.
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