ANA JULIA USÓ “UNA VIOLENCIA INTENSA Y EXTENSA” CONTRA GABRIEL; AFIRMA MÉDICO INTERNISTA FIRMA LA MUERTE DEL MENOR
ALMERÍA (16 Septiembre
2019).- Nicasio Marín, el médico internista que firma el informe sobre la
muerte de Gabriel Cruz presentado por la acusación particular en el juicio que
se celebra en la Audiencia de Almería contra Ana Julia Quezada ha afirmado este
lunes que la acusada usó una “violencia intensa y extensa” contra el menor.
“Saben ustedes que esta sesión ha sido a puerta cerrada, así lo ha decretado la
magistrada Alejandra Dodero y voy a cumplir y acatar, pero puedo decirles que
hemos aportado pruebas y evidencias de una violencia intensa y extensa”, ha
manifestado el perito a los medios de comunicación presentes a la salida de los
juzgados.
El médico ha
asegurado que el mecanismo de muerte que describen en su informe los dos
forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería no parece “ni
razonable ni lógica”. Para añadir que “la simplificación del mecanismo de tapar
nariz y boca es probablemente una banalización”. Marín ha advertido que dar por
buena esa tesis “sí produce una victimización adicional a la pobre madre”, en
alusión a Patricia Ramírez, cuyos abogados han presentado el informe.
El informe
aportado por los abogados de la defensa, que la semana pasada trató de avalar
la fiscal Elena Fernández en sus interrogatorios, determina que Gabriel murió
al sufrir una “anoxia anóxica” tras una “asfixia mecánica por sofocación
manual”, en concreto una “oclusión extrínseca” de los orificios respiratorios,
fosas nasales y boca, sin contemplar, como mantiene la acusación, que la
acusada pudiera haber golpeado previamente y dejar “agonizando” al niño durante
más de una hora.
Para Marín,
el relato de los hechos es “terrible”, por lo que considera que el informe que
ha presentado es el “corazón del asunto”, con una declaración ante los nueve
miembros del jurado popular que ha destacado por la “crudeza relatada de forma
contundente y clara”.
El informe
médico presentado por los abogados de los padres de Gabriel, Francisco y Miguel
Ángel Torres, ahonda en la planificación y el ensañamiento y en demostrar que
Ana Julia Quezada mató con una “frialdad estremecedora” el 27 de febrero del
año pasado al menor. Según el escrito de la acusación particular, una vez en la
casa en la que se produjo el crimen que la acusada siempre ha admitido, Ana
Julia Quezada se aprovechó del “escenario” y comenzó a “golpearlo
reiteradamente, con violencia y con un objeto contundente”, presumiblemente el
hacha que después utilizó para seccionarle la mano derecha que sobresalía del
hoyo en el que ocultó el cadáver.
s letrados
aseguran que Gabriel quedó “aturdido por la violencia de los golpes y por la
superioridad física de la acusada” e insisten en que “aún en ese estado, podría
haber sido reanimado” si la acusada hubiera alertado a los servicios médicos de
emergencia. Pero en cambio, siguiendo con su “propósito criminal” y al ver que
el menor “seguía respirando”, le tapó la nariz y la boca hasta provocarle la
muerte, insistiendo en que desde que lo golpeó y hasta este momento pasaron
entre 45 y 90 minutos agónicos para el pequeño.
El estudio
de los médicos forenses señala que la muerte del niño se produjo entre las
15:30 y las 16:30 horas del 27 de febrero del 2018, poco después de que el
menor abandonara la casa de su abuela Carmen en las Hortichuelas para ir a
jugar con unas primas. Los forenses indican que la oclusión extrínseca de los
orificios respiratorios se produce de forma accidental con mayor frecuencia y
mucho menos en casos “de etiología homicida como el que nos ocupa”. Y explican
que en casos de naturaliza homicida existe, como en este caso, “una gran
desproporción de fuerzas”. También destacan que en el cadáver del niño eran
“muy llamativos los signos generales de asfixia”. Los únicos que los forenses
del Instituto de Medicina Legal destacaron en su informe tras la autopsia.
Por MAYKA
NAVARRO/LaVanguardia.com
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