CONDENADA A PRISIÓN PERMANENTE LA DOMINICANA ANA JULIA QUEZADA POR LA MUERTE DEL NIÑO ESPAÑOL GABRIEL CRUZ
ALMERÍA (30 Septiembre
2019).- La dominicana Ana Julia Quezada fue condenada este lunes a prisión
permanente revisable, la pena más elevada que se aplica en España, por el
asesinato del niño Gabriel Cruz, de ocho años, hijo del hombre que entonces era
su pareja.
La sentencia
de este caso, que conmocionó el año pasado a la sociedad española, fue dictada
por un tribunal de Almería (sureste) después de que un jurado popular la declarara
culpable el pasado día 19 y los magistrados, además, añaden que cometió el
delito con alevosía y la agravante de parentesco.
Asimismo,
imponen a la condenada el pago de indemnizaciones por daños morales a los
padres del menor en la cantidad de 250.000 euros (245.000 dólares) a cada uno
de ellos.
Tampoco
podrá acercarse a ellos a menos de 500 metros por un periodo de 30 años. Junto
a ello, tendrá que abonar los gastos ocasionados al Estado en las labores de
búsqueda del menor, que ascienden a la suma de 200.203 euros (218.700 dólares).
La sentencia
recoge el veredicto de jurado popular, que había declaró probado que la mujer
mató de manera “intencionada y súbita” al niño en una finca de campo de la
provincia de Almería (sureste español).
En su
resolución, consideraron probado que, de forma intencionada, súbita y
repentina, la mujer golpeó al niño y después, “procedió la acusada, con sus
propias manos a taparle la boca y la nariz con fuerza, hasta vencer su
resistencia y provocar su fallecimiento” por asfixia.
El menor
murió el 27 de febrero de 2018, el mismo día de su desaparición, pero su
cadáver fue encontrado en el maletero de un coche que conducía Quezada el 11 de
marzo.
Quezada
siempre defendió que mató al niño de forma involuntaria, ya que según su
versión le tapó la boca para intentar callarle mientras le gritaba insultos
denigrantes y no se dio cuenta de que lo estaba asfixiando.
Tras matarlo,
lo enterró de forma provisional y al cabo de unos días lo desenterró para
llevarlo a otra zona, ya que tenía miedo de que el punto de la primera
inhumación fuera registrado.
Sin embargo,
los agentes de la Guardia Civil, que ya sospechaban de ella, la siguieron y la
detuvieron cuando transportaba el cuerpo en su automóvil.
Hasta
entonces, la condenada había mantenido silencio y participado en la búsqueda
del menor que las autoridades emprendieron y que se prolongó durante doce días
de angustia para su familia.
Por ello,
también fue hoy condenada por dos delitos de lesiones psíquicas cometidos en
las personas de los padres del menor, a tres años de prisión en la persona del
padre, por la concurrencia de la agravante de parentesco, y a dos años y nueve
meses de prisión en la persona de la madre.
Quezada es
la primera mujer condenada en España a prisión permanente revisable, desde que
se estableció esta condena en 2015, fruto de una reforma del Código Penal, ya
que los otros diez condenados hasta ahora han sido hombres.
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