LULA DA SILVA, DESDE LA CÁRCEL: "CON PRESIDENTES QUE ESTÉN LAMIENDO LAS BOTAS DE EE.UU., BRASIL NO AVANZARÁ"
BRASILIA (4 Octubre
2019).- "Trump fue elegido para ser presidente, pero cree que fue elegido
para ser Dios", exclama el expresidente brasileño, Luiz Inacio Lula da
Silva, en una entrevista exclusiva a RT. ¿Cómo explica el odio generalizado
contra él? ¿Quién no quiere en realidad que salga de prisión y por qué? ¿Cuál
es la única forma de resolver la crisis en Perú? ¿Por qué necesitamos una nueva
gobernanza mundial? Véalo en RT.
En esta
nueva edición de 'Entrevista', el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da
Silva, preso desde abril del 2018 por su presunta vinculación con el caso de
corrupción conocido como 'Lava Jato', recibe a RT en la cárcel de la ciudad de
Curitiba y explica por qué rechaza recibir el beneficio de la prisión
semiabierta a cambio de una multa equivalente a 1,25 millones de dólares.
"Yo no
rechazo mi libertad. Si hay algo que quiero en la vida es irme a casa a vivir
con mis hijos, a vivir con mi familia. No me gusta estar aquí", menciona.
Sin embargo, manifiesta: "Lo que no puedo aceptar es la tesis de que estoy
a la espera de una progresión porque cometí un crimen y ya cumplí un sexto de
la condena. Quiero salir de aquí con mi inocencia 100 % comprobada. Quiero que
aquellos que mintieron al pueblo brasileño se sometan al juicio del pueblo como
me estoy sometiendo yo".
Al respecto,
el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), quien fue inhabilitado por
la Justicia para participar de las elecciones del año pasado, cuando era el
candidato más popular, aclara: "Estoy desafiando a un juez que mintió en
mi juicio, que era [Sergio] Moro, un procurador que mintió en la acusación, y
los que dijeron mentiras en la investigación". Actualmente, el magistrado
que condenó a Lula dirige el Ministerio de Justicia bajo la Administración del
derechista Jair Bolsonaro.
"Como
no pensaron que podrían volver a lo que se hacía en el siglo XIX con los que se
rebelaron en este país: ahorcar, decapitar, descuartizar… decidieron utilizar
el poder judicial para transformarme en lo me que están transformando (...)
Quiero defenderme, porque el culpable en este país es el que me condenó, y
quiero demostrarlo".
Por otro
lado, el político comenta que su equipo legal está "recurriendo a todas
las instancias necesarias para que se lea la investigación", con el fin de
"analizar las acusaciones". Al mismo tiempo, muchos juristas se
preguntan si es legal que un condenado se rehuse a recibir mejores tratos en su
privación de la libertad: "No sé si la jueza [Carolina Lebbos] puede
forzarme a cumplir, no soy abogado. Lo único que sé es lo siguiente: estoy
luchando por mi inocencia. Yo fui víctima de un juicio político". En este
sentido, el condenado opina que "no hay una denuncia verídica", sino
que existen "muchas mentiras y hay intereses políticos".
"Todo fue para evitar que sea
presidente"
Analizando
el presente del 'Gigante de Sudamérica', el entrevistado entiende que todo fue
una maniobra para correr al PT del centro de la escena política: "Le
dieron el golpe a Dilma [Rousseff] y después del golpe Lula no podría volver a
ser presidente, así que fue necesario crear una confusión con Lula". Y
sigue: "Como no pensaron que podrían volver a lo que se hacía en el siglo
XIX con los que se rebelaron en este país: ahorcar, decapitar, descuartizar…
decidieron utilizar el poder judicial para transformarme en lo me que están
transformando".
Además, el
entrevistado se muestra convencido de que el responsable de este presunto
entramado es Moro: "Quiero defenderme, porque el culpable en este país es
el que me condenó, y quiero demostrarlo".
"Se
transformó una operación policial en una operación política partidista para
tratar de evitar que fuera presidente de la República, que era el único
propósito".
En cuanto a
la investigación del 'Lava Jato', el brasileño reconoce que esa indagación
"tuvo mérito en algunas cosas". De hecho, considera que "se
arrestó a personas que confesaron haber robado, y todos los que robaron tienen
que ser arrestados". No obstante, sostiene que en su caso se transformó
"una operación policial en una operación política partidista para tratar
de evitar que fuera presidente de la República, que era el único
propósito". Sobre ello, menciona algunas de las posibles irregularidades
en su proceso de enjuiciamiento: "Fui juzgado en Curitiba, aunque debería
haber sido juzgado en Sao Paulo. Me acusaron de cosas que no hice, estoy
condenado por un departamento que no es mío".
Más allá de
su ansiada libertad, para el dirigente lo más importante es que sus adversarios
pidan perdón: "Después de ochenta portadas de revistas, cientos de horas
en televisión, miles de portadas que dicen que Lula era corrupto, ¿cómo van a
disculparse ahora con el pueblo brasileño y decir 'lo siento'?".
El papel de Brasil en
la política mundial
En otro
tramo del reportaje, Lula critica a la actual Administración de aquel país
latinoamericano: "Este Gobierno hasta ahora en Brasil no ha dicho la
palabra 'producir', la palabra 'crecimiento', la palabra 'distribución de la
renta', la palabra 'aumento de sueldo', nada de eso existe". Asimismo,
expresa que, "hasta ahora, este país se está sosteniendo por las reservas
que ha creado el PT de 387.000 millones de dólares".
Sobre el rol
de las potencias mundiales, se muestra "orgulloso" del papel que
ocupa el presidente ruso, Vladímir Putin, en la "historia mundial
actual": "Significa que el mundo no puede ser tomado como rehén por
la política estadounidense", acota.
En contrapartida, para referirse al
líder de la Casa Blanca, Donald Trump, menciona "la locura de un
presidente que cree que puede invadir cualquier país" y "matar a
cualquier presidente". Al respecto, afirma: "¡Es necesario que
alguien detenga eso! Y Brasil puede detenerlo. Brasil tiene tamaño para eso,
tiene grandeza para eso, tiene fronteras con diez países de América del
Sur".
En esa
línea, el entrevistado explica que "en el momento que tienes presidentes
que no se respeten, que no respeten su soberanía y que sigan lamiendo las botas
de los estadounidenses, como lo hizo Fernando Henrique Cardoso con Clinton y
como hace Bolsonaro con Trump, el país no avanzará", e insiste:
"¡Este país tiene que ser soberano!".
"Las
elecciones en Argentina, Uruguay y Bolivia nos permitirán soñar con crear un
fuerte bloque económico y político en América del Sur (...) La gente tiene que
entender que no podemos, en el siglo XXI, seguir viviendo como hemos vivido
durante todos los siglos desde que fuimos descubiertos".
Más
adelante, sobre el mandatario estadounidense, asegura: "Fue elegido
candidato, pero cree que fue elegido Dios", y recuerda que ser presidente
significa "tener la capacidad de construir una mayoría política a
diario". "Significa que debes construirlo hablando con aquellos que
te gustan y con los que no, hablando a las personas que te ayudarán a ejercer
esa democracia y gobernar un país. Entonces, lamentablemente, el mundo está
retrocediendo. Está retrocediendo en Europa, en América del Sur, en Estados
Unidos. Es algo muy malo", añade.
Desde su perspectiva,
su modelo ideal sería estando alineado a los BRICS, es decir, las economías de
Rusia, India, China y Sudáfrica. Le gustaría contar con una "industria
fuerte" y darle mayor preponderancia a Petrobras, la firma estatal más
importante del país dedicada al petróleo. En ese sentido, señala que la mejor
época de América Latina fue cuando coexistían los llamados "gobiernos
progresistas": "Creamos la UNASUR, creamos la CELAC. Tuvimos
reuniones entre Sudamérica y África, Sudamérica y los países árabes. El
Mercosur pasó de 10.000 millones [de dólares] en comercio a casi 74.000
millones. Así que las cosas estaban creciendo de forma extraordinaria".
"Un fuerte bloque
económico y político en América del Sur"
Según Lula,
"es posible crear una integración regional nuevamente". Por ello,
sigue de cerca cómo se desarrollarán los próximos comicios presidenciales en
Argentina, Uruguay y Bolivia: "Nos permitirán soñar con crear un fuerte
bloque económico y político en América del Sur". Además, sobre el rol que
históricamente ocupó la región en el mundo, el dirigente sostiene: "La
gente tiene que entender que no podemos, en el siglo XXI, seguir viviendo como
hemos vivido durante todos los siglos desde que fuimos descubiertos".
Crisis política en Perú
Sobre el
dramático momento que atraviesa Lima, donde los poderes Ejecutivo y Legislativo
no se reconocen entre sí, situación que terminó con la disolución del
Parlamento ordenada por el presidente Martín Vizcarra, Lula es muy crítico con
el mandatario: "Son nuevos tipos de golpes de Estado que aparecen cada
día". Además, opina que lo mejor sería desarrollar nuevos comicios
presidenciales: "Si la situación de Perú es mala, que se convoquen nuevas
elecciones. El primer gesto de un presidente de la República que sea
responsable no es revocar el mandato de los demás. ¡Revoca el tuyo! Porque si
la orquesta no funciona bien, no culparemos al violín, culparemos al
director".
"No
estoy de acuerdo con la intromisión estadounidense, brasileña, colombiana,
cualquiera que sea la intromisión, tratando de gobernar un país soberano...
inventando un candidato, inventando una mentira como Guaidó".
Tensión en Venezuela
Más allá de
la política interna del país bolivariano, Lula se refiere a las relaciones internacionales
con la nación presidida por Nicolás Maduro. Al respecto, criticó la injerencia
extranjera en los asuntos de Caracas: "No estoy de acuerdo con la
intromisión estadounidense, la intromisión brasileña, la intromisión
colombiana, cualquiera que sea la intromisión, tratando de gobernar un país
soberano... inventando un candidato, inventando una mentira como Guaidó".
Amazonia
"En
nuestro Gobierno, redujimos la deforestación en más del 83 % (...) y las
emisiones de gases de efecto invernadero en un 80 %", repasa Lula. Además,
critica que la actual Presidencia reniegue de recibir apoyo internacional para
proteger la Amazonia, en medio de la preocupación mundial por los sucesivos
incendios que ponen en riesgo aquel importante ecosistema: "Lo que Brasil tiene
que entender es que nuestra incapacidad científica, nuestra incapacidad
financiera para cuidar ese ecosistema y esa biodiversidad con el cuidado que la
humanidad necesita que tengamos, no nos dispensa de recibir apoyo".
Desde su
punto de vista, aceptar ayuda extranjera no socava la soberanía brasileña. Al
mismo tiempo, recuerda que en su Administración se cerraron acuerdos con
Alemania y Noruega con ese propósito. "Bolsonaro habla de soberanía, por
un lado, y, por otro lado, envía a su hijo a ser embajador en EE.UU. para
entregarles la Amazonia para su explotación".
"El odio se
enfrenta con amor"
Para
concluir la charla, el referente del PT le dice a la audiencia: "No hay
forma de que puedas enfrentarte al odio con más odio. El odio se enfrenta con
amor, con humanismo, con amabilidad y solidaridad". También repasa que
dejó el Gobierno con una alta aprobación popular, pero reflexiona sobre la
confrontación actual: "La única explicación que encuentro por el odio
generalizado contra mí es que hemos hecho que las personas más humildes de este
país suban en la escala social".
Y finaliza:
"Tengo 73 años, cumplo 74 el 27 de octubre y quiero vivir hasta los 120
años. Y voy a comprobar que ellos son los mentirosos".
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