HOUSTON (31 Octubre 2019).- Casi desahuciados en mayo. Campeones en octubre.
Dirigidos
por Dave Martínez, los Nacionales de Howie Kendrick, Anthony Rendón y compañía
completaron una larga travesía a contracorriente. Y consiguieron el título de
la Serie Mundial por primera vez en su historia con una nueva remontada, esta
vez en el séptimo juego.
Kendrick y
Rendón dispararon sendos jonrones en el séptimo inning y Washington revirtió un
déficit de dos carreras para vencer el miércoles 6-2 a los Astros de Houston,
con lo cual se coronó en el Clásico de Otoño.
“Es un grupo
de chicos resistentes e implacables”, afirmó Martínez. “Ha peleado todo el
año”.
Con todos
los ojos puestos en Max Scherzer y su notable recuperación tras recibir
inyecciones de analgésicos, los Nacionales aprovecharon su oportunidad en una
Serie Mundial donde el equipo visitante ganó cada uno de los siete duelos, algo
inédito en la historia de las Grandes Ligas y de los principales deportes
profesionales de Estados Unidos.
Y en otro
hecho sin precedente, el dominicano Juan Soto y los empeñosos Nacionales
remontaron para ganar cinco juegos de vida o muerte en esta postemporada.
“¡Qué
historia!”, exclamó Ryan Zimmermann, el primer reclutado por los Nacionales
durante un draft, en 2005. “Espero que D.C. esté listo para que lleguemos a
casa”.
Stephen
Strasburg, Patrick Corbin y los Nacionales llevaron a la capital estadounidense
su primer cetro de la Serie Mundial desde que Walter Johnson consiguió la
corona con los Senadores en 1924.
Esta franquicia
se fundó como los Expos de Montréal en 1969, cuando las Grandes Ligas se
expandieron al norte de la frontera. El equipo con gorras tricolores jugaba
entonces en el Jarry Park.
En 2005, se
mudó a la capital estadounidense, que había carecido de equipo en las mayores
durante más de tres décadas, luego que los Senadores desaparecieron por segunda
vez para transformarse en los Rangers de Texas.
Y el
increíble recorrido que siguieron estos Nacionales era algo que nadie pudo
imaginar.
Habían
perdido como agente libre a su estrella Bryce Harper, y enfrentaban serias
dudas con el bullpen. Comenzaron la campaña con una foja de 19-31.
Ahora,
Martínez es el segundo piloto boricua en ganar el Clásico de Otoño en forma
consecutiva. Alex Cora se había coronado el año anterior con los Medias Rojas
de Boston.
Los
Nacionales adoptaron un mantra que comenzó a aparecer en sus camisetas: “Sigue en
la pelea”.
“Ése fue
nuestro lema”, recalcó Scherzer.
Y durante
meses, no se cansaron de seguirlo al pie de la letra. Se colaron en el Juego de
Comodines y pelearon hasta obtener el cetro.
“¿Adivinen
qué? ¡Seguimos en la pelea y la ganamos!”, gritó Martínez durante la
celebración en el terreno, con el trofeo de las mayores.
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Para los
43.326 espectadores en el Minute Maid Park de Houston, la noche trajo conmoción
y decepciones. Estuvieron muy cerca de ver la segunda coronación de los Astros
en tres años.
Pero la
ventaja se evaporó repentinamente.
“Tengo acá a
un grupo de hombres con el corazón roto, quienes hicieron todo lo posible por
traer a esta ciudad un campeonato de la Serie Mundial. Nos quedamos a un
triunfo”, lamentó el piloto de Houston, AJ Hinch. “Seamos sinceros, hay otros
28 equipos a los que les habría encantado compartir la miseria que vivimos hoy.
Jugamos para llegar aquí, para tener una oportunidad de ganarlo todo.
Simplemente le dije a mi equipo que es difícil expresar esto con palabras y
recordar todo lo bueno que pasó, porque ahora tenemos el peor sentimiento que
alguien puede tener”.
Washington
siguió luchando incluso después de tomar la ventaja. Adam Eaton bateó un
sencillo de dos carreras en el noveno inning.
Zack Greinke
tenía el control del juego hasta que Rendón, originario de Houston, disparó un
bambinazo que redujo a 2-1 la ventaja de los Astros en el séptimo capítulo.
Acto
seguido, Soto gestionó un boleto con un out, y Hinch decidió relevar a Greinke.
En el bullpen, había calentado el abridor Gerrit Cole, pero el piloto se
decidió por Will Harris.
Al segundo
lanzamiento, Kendrick bateó la pelota hacia la pantalla adjunta al poste de
foul del prado derecho. Y en un santiamén, los fanáticos vestidos de
anaranjado, que alentaban al equipo que más triunfos acumuló en la campaña
regular, quedaron en silencio.
Como todos
los seguidores del equipo de casa en este Clásico de Otoño. Ésta fue la Serie
Mundial de los Visitantes.
Por los
Nacionales, los dominicanos Soto de 4-2 con una anotada y una producida, Víctor
Robles de 4-1 con una anotada. El venezolano Asdrúbal Cabrera de 3-1.
Por los
Astros, los venezolanos José Altuve de 5-1, Robinson Chirinos de 4-0. Los
cubanos Yuli Gurriel de 4-2 con dos anotadas y una empujada, Yordan Álvarez de
3-1. El puertorriqueño Carlos Correa de 4-2 con una remolcada.
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