EMBAJADORA DE EE.UU: HAY ELEMENTOS INTANGIBLES EN EL CLIMA DE INVERSIÓN COMO LA APERTURA, CLARIDAD Y CONFIABILIDAD


SANTO DOMINGO, República Dominicana (27 Noviembre 2019).- Al disertar este miércoles en el Almuerzo Mensual de la matrícula de la Cámara de Americana de Comercio en la República Dominicana (AMCHAMDR) la embajadora estadounidense en Santo Domingo, Robin S. Bernstein, consideró que el clima de inversión en el país no es predecible.

También censuró la falta de transparencia y competitividad en algunos sectores económicos.

Criticó la embajadora Bernstein la carencia de transparencia y de competitividad internacional que muestran áreas como la energía y la infraestructura en el país, necesidades que aseguró pueden ser abordadas.

“La inversión extranjera directa puede abordar esas necesidades tangibles. Son desafíos, pero también oportunidades. Sin embargo, también hay elementos intangibles en el clima de inversión, tales como la apertura, claridad y confiabilidad. Son la base de los procesos democráticos y un reflejo del compromiso nacional con la institucionalidad”, expresó.

La diplomática también destacó que el Programa de Derecho Comercial está trabajando con la Dirección General de Contrataciones Públicas para abogar por mejoras en el sector proceso de contrataciones públicas.

ALTERNATIVASNOTICIOSAS.COM presenta a sus lectores el discurso de la embajadora.

Buenas tardes. Estoy encantada de estar aquí con ustedes hoy, compartiendo esta tradición. El Día de Acción de Gracias es el momento en que las familias y amigos se unen, como estamos haciéndolo hoy aquí, para dar gracias por todo lo que nos ha bendecido durante el año que termina. Cuando me presenté ante ustedes el año pasado, recién llegada, aún estableciéndome en un puesto que había perseguido durante más de un año, y con el cual había soñado por mucho más tiempo, estaba comenzando a conocer este hermoso país y sólo había viajado fuera de la capital unas pocas veces.

Hoy, vengo ante ustedes conociendo, y apreciando, mucho más a la República Dominicana. En el último año, he viajado a lo largo y ancho de esta nación, desde Dajabón hasta Punta Cana, desde Las Terrenas hasta Bahía de las Águilas, desde Sosúa hasta Baní y muchos otros lugares en el camino. En cada paso del camino, todos ustedes, y el pueblo dominicano, me han recibido con los brazos abiertos. Entonces, quiero iniciar este discurso con motivo del día de Acción de Gracias diciendo ¡Gracias! Gracias por recibirnos a mí y a mi familia y ayudarnos a aprender sobre este fantástico país y su cultura. También quiero agradecer a nuestro maravilloso y comprometido equipo de servidores públicos en la Embajada, quienes me apoyan todos los días. Gracias a todos. Y si alguno de ustedes necesita un consejito sobre cómo bailar merengue, déjenme saber, creo que estoy preparada para la tarea ahora.

Este 2019 también marca 135 años desde el establecimiento de relaciones diplomáticas formales entre nuestros países. Estoy agradecida de continuar esta tradición, representando a los Estados Unidos en la República Dominicana, fortaleciendo nuestra relación, acercándonos y trabajando con ustedes para lograr el éxito compartido. Todos ustedes son clave para ese éxito compartido. Franklin Roosevelt dijo en 1936, “siempre creeré en la empresa privada como columna vertebral del bienestar de los Estados Unidos”. Creo que eso es igualmente cierto aquí en la República Dominicana. Todos ustedes son la columna vertebral, son la representación viva de lo que es posible.

Para esta misma época el año pasado, les presenté mis prioridades a ustedes y al país, con un acrónimo con el que estoy segura de que ya están familiarizados. SIDE. Seguridad, inversión y comercio, preparación y respuesta ante desastres y educación. Lado a lado, hemos movido la pelota hacia adelante en todas estas áreas prioritarias.

La seguridad es un aspecto muy importante para nuestros dos países. Este año, ayudamos a construir y capacitar al equipo de análisis financiero que permitió a la República Dominicana calificar para unirse al grupo Egmont para combatir el lavado de activos, lo que permitirá aumentar las actividades de intercambio de información que informarán esfuerzos aún mayores para combatir el financiamiento ilícito. Ese es un logro que tomó 13 años llevar a cabo. La policía estadounidense también apoyó a la dominicana en numerosas operaciones, incluida la más grande jamás realizada por la Policía Nacional, una investigación conjunta para eliminar una red de fraude de documentos. La República Dominicana organizó en junio su mayor ejercicio conjunto regional militar a la fecha, Tradewinds, en cooperación con nuestro Comando Sur. Además, financiamos un nuevo sistema de comunicación de 2 millones de dólares para ayudar a los servicios de seguridad dominicanos a cooperar mejor entre sí. Por último, no solo estamos trabajando en los elementos de seguridad duros, sino también en elementos más blandos e igualmente críticos, como la seguridad de la salud. La Oficina del Coordinador Global del VIH/SIDA aumentó nuestro presupuesto para el año fiscal 2020 de US$15 millones a más de US$25 millones para combatir la propagación del VIH en la República Dominicana. Colaboramos con el Ministerio de Salud para lanzar el programa Vitamin Angels para la reducción de enfermedades prevenibles y la mortalidad infantil y materna en madres y niños en riesgo.

En mi primera visita, me dijeron que lo más importante para ustedes era la inversión extranjera directa y estoy orgullosa del trabajo de nuestros equipos económicos y comerciales, en colaboración con muchos de ustedes, para identificar socios potenciales para suministros y servicios. En junio, AMCHAM-DR participó en la Conferencia de Negocios de Estados Unidos y el Caribe en Miami, que atrajo a más de 400 empresarios e inversionistas de todos los Estados Unidos y la región del Caribe. El próximo año, también en cooperación con AMCHAM-DR, mi equipo organizará una Misión Comercial del Caribe, que incluirá traer una gran delegación de empresas e inversionistas estadounidenses a la República Dominicana.

El corazón de la “I” en SIDE, la inversión, aquí en la República Dominicana, como ustedes me comunicaron, es la inversión extranjera directa. Así que nos propusimos traer a OPIC, la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional, de regreso a la República Dominicana. ¡Y lo hicimos! El mes pasado, dimos la bienvenida oficialmente a los primeros nuevos proyectos de OPIC en casi 20 años. OPIC, en asociación con Citi, respaldará a dos instituciones financieras locales en la expansión de su alcance y préstamos a micro, pequeñas y medianas empresas. Uno de los mayores desafíos que enfrentan estas empresas es el acceso al crédito. Esta colaboración entre OPIC, Citi y los Bancos Adopem y ADEMI movilizará casi US$20 millones para ayudar a emprendedores y propietarios de pequeñas empresas a desarrollar sus negocios y hacer realidad sus sueños. Estoy muy orgullosa de ver el lanzamiento de este primer proyecto respaldado por OPIC. Sabemos que hay una cartera de empresas enfocadas en oportunidades de infraestructura pública más grandes, que esperan hacer ofertas para aprovechar esas oportunidades a través de licitaciones abiertas y transparentes. Estamos esperando ansiosamente más licitaciones y, por lo tanto, más proyectos a ser lanzados el próximo año.

Con respecto a la preparación ante desastres y la resiliencia, la “D” en SIDE, logramos numerosos avances. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) colaboró ​​con el Gobierno dominicano para lanzar planeadores submarinos que recopilan datos del océano para mejorar los pronósticos de huracanes en el Mar Caribe y el Océano Atlántico. Para enfocarnos en la respuesta inmediata a un desastre natural, nos complació apoyar la conferencia de AMCHAM-DR en abril pasado que organizó a expertos académicos, del sector privado y de los gobiernos dominicano y estadounidense para participar en nuevos enfoques e inversiones para construir resiliencia ante los desastres naturales. El sector privado sabe muy bien que no estar preparado tiene un costo y me alienta ver el papel de liderazgo que esta organización sigue mostrando para mejorar esta área crítica. También apoyamos el ejercicio de las Fuerzas Aliadas Humanitarias (FAHUM) aquí en la República Dominicana. El ejercicio reunió a unidades de rescate humanitario de 16 países de la región para un entrenamiento que reforzó los mecanismos civiles y militares de emergencia y respuesta a desastres. Todos sabemos que un desastre no tiene fronteras y debemos prepararnos constantemente.

He hablado mucho sobre inversiones hoy, y muchos de ustedes aquí son conscientes de que la educación representa una inversión clave; la “E” en SIDE. Estamos invirtiendo en educación en la República Dominicana. La semana pasada concluimos la cumbre de Educación Superior Florida-RD para facilitar más intercambios e investigaciones entre universidades de mi estado de la Florida y la República Dominicana, y fue un éxito rotundo. Hemos alcanzado más de 400 escuelas con nuestro proyecto de desarrollo de alfabetización, LEER o READ, y capacitamos a más de 600 especialistas en enseñanza del idioma inglés solo en el 2019.

También hemos invertido mucho capital humano en nuestra nueva iniciativa de la que me han escuchado hablar: SAFE. JP Morgan dijo: “El primer paso para llegar a algún lado es decidir que no te vas a quedar donde estás”. SAFE surgió cuando conocí a un joven estudiante atleta dominicano cuya pierna fue amputada y sus sueños destrozados cuando le suministraron sustancias para caballos de 1,000 libras, para mejorar el rendimiento. Y entonces me prometí a mí misma que haría algo al respecto. SAFE es un paraguas bajo el cual personas y organizaciones afines que apoyan un futuro saludable y seguro para los jóvenes estudiantes atletas dominicanos pueden unirse. Estamos colaborando con los principales actores, incluidos el Gobierno dominicano, el Comité Olímpico Dominicano, el sector privado y las Grandes Ligas de Béisbol, para que den un paso adelante y demuestren su compromiso con los estudiantes atletas dominicanos. Espero que todos ustedes también consideren lo que pueden hacer para mejorar las vidas de los jóvenes deportistas dominicanos. ¡Porque no somos peloteros, pero nos gusta la pelota!

Entonces, claramente, ¡estamos de su lado! Me gustaría tomar un momento y compartir con todos ustedes una reflexión visual sobre cuánto hemos logrado el año pasado desde mi llegada.


Increíble, ¿verdad? Hemos estado muy ocupados. Ahora, para continuar con ese impulso hacia adelante en un área de interés mutuo, quiero abundar un poco más sobre la inversión, el corazón de la “I” en SIDE . Quiero hablar sobre las oportunidades y desafíos para la inversión extranjera aquí en la República Dominicana. Una de las primeras cosas que el presidente Medina y yo discutimos a mi llegada fue traer más inversión estadounidense a la República Dominicana. La República Dominicana ha disfrutado de un crecimiento económico fuerte y constante en la última década, el más fuerte en América Latina el año pasado.

La inversión extranjera directa (IED) puede desempeñar un papel importante para asegurar aún más crecimiento y puede reducir el tiempo que les toma a los países alcanzar niveles de ingresos más altos. La IED es una herramienta importante, y representa una oportunidad de diversificación que es crucial para garantizar la resiliencia económica. En 2018, la IED total recibida en la República Dominicana fue equivalente al 3% del PIB anual total, en comparación con las remesas, una cifra equivalente al 7.5% del PIB. Por el contrario, Honduras, Uruguay, Costa Rica y Panamá reciben más IED como porcentaje del PIB, y cada una de esas economías es más pequeña que la de República Dominicana. En el caso de Panamá, la IED equivale al 10% del PIB. Durante todo este año, he conversado con las comunidades que he visitado, trabajando para recopilar información. Mis experiencias me convencen de que este país ofrece oportunidades comerciales convincentes para el futuro.

El clima de inversión es un factor clave en la forma en que los inversionistas analizan los riesgos de venir a la República Dominicana frente a otros países que compiten por esos fondos de inversión. Existen elementos tangibles, como infraestructura, electricidad y mano de obra. Sabemos que necesitan atención; no debería sorprender a nadie notar que los sectores de energía e infraestructura en la República Dominicana no siempre han sido los sectores más transparentes o internacionalmente competitivos. La inversión extranjera directa puede abordar directamente esas necesidades tangibles. Son desafíos, pero también oportunidades. Sin embargo, también hay elementos intangibles en el clima de inversión, tales como la apertura, claridad y confiabilidad. Son la base de los procesos democráticos y un reflejo del compromiso nacional con la institucionalidad. Pensamos en ellos como el gobierno, pero es más que eso, porque tanto el gobierno como el sector privado deben estar comprometidos con esos valores intangibles.

A medida que viajamos por el país y recibimos visitantes estadounidenses, somos testigos y escuchamos historias de grandes dificultades que algunos inversionistas han encontrado aquí. Algunas compañías estadounidenses nos informaron sobre casos en los que una interpretación de larga data de una regulación cambió repentinamente sin previo aviso, amenazando su inversión con fuertes multas por incumplimiento. Otras compañías explicaron sus experiencias durante las cuales el gobierno introdujo nuevas leyes o regulaciones sin consultar a los sectores comerciales afectados, cambiando las circunstancias bajo las cuales hicieron su inversión inicial. Algunos inversonistas individuales compartieron historias con nosotros acerca de millones de dólares que gastaron para comprar una casa o propiedad que nunca recibieron, y sus intentos de recuperar sus fondos quedaron estancados en el sistema legal donde las decisiones son influidas por la influencia política o económica. Estos casos forman parte de una creciente preocupación por el clima de inversión aquí en la República Dominicana.

Naturalmente, en el mundo de los negocios, las regulaciones cambian y se producen disputas. No estoy sugiriendo que un clima de inversión saludable implique perfección. Pero cuando es necesario que esos cambios ocurran, ahí es cuando la naturaleza intangible de un fuerte clima de inversión, se hace más evidente, a diferencia de uno impredecible. Un clima de inversión fuerte implica que la respuesta a un cambio o desafío es comprensible, incluso predecible. Eso, a su vez, produce confianza en el sistema. De esta manera, un inversionista puede evaluar los otros riesgos presentados por un proyecto y determinar razonablemente el nivel de tolerancia que tiene ante ese riesgo. Sin apertura, claridad y confiabilidad, invertir es simplemente un juego de azar.

Un clima de inversión no predecible es algo que la República Dominicana puede abordar. Estados Unidos puede ayudar, y estamos ayudando. Nuestro Programa de Desarrollo de Derecho Comercial está trabajando con la Dirección General de Contrataciones Públicas para abogar por mejoras en el proceso de contratación pública. Contamos con asistencia técnica de numerosas agencias de los Estados Unidos, incluidos los Departamentos del Tesoro, Comercio y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), enfocados en desarrollar la capacidad de los funcionarios del gobierno en varias agencias dominicanas. Sin embargo, esos esfuerzos se quedan cortos a menos que la voluntad de la gente de pedir cuentas al gobierno, y la voluntad del gobierno de servir a su gente, establezcan estándares y se comprometan a mantener esos estándares.

La inversión estadounidense representa más de una cuarta parte de toda la IED en la República Dominicana. Eso convierte a los Estados Unidos en un accionista importante en el futuro éxito de la República Dominicana, solo superado por los mismos dominicanos. La mayoría de ustedes aquí son empresarios, accionistas de sus negocios y de negocios de otros, sé que entienden cuando digo que los accionistas esperan valor. Eso significa inversionistas estadounidenses, y también el pueblo dominicano. Porque el verdadero valor solo proviene de tener fuertes elementos tangibles e intangibles en el clima de inversión, trabajando juntos.

Estados Unidos es el socio ideal para la República Dominicana. Las relaciones que mantenemos en los ámbitos político, económico, cultural y familiar son inigualables. Hemos estado aquí, y seguiremos estando aquí, dispuestos a invertir si la República Dominicana está dispuesta a comprometerse con generar valor, en la forma de un clima de inversión que sea realmente atractivo para los inversionistas estadounidenses. Estados Unidos está listo. ¿Lo están ustedes?

El 2020 será un año de gran transición y promesa. Yo espero que todos ustedes, el sector privado, la columna vertebral, continúen desempeñando un papel activo en este proceso, interactuando con los líderes y candidatos, y pidiéndoles la construcción de la República Dominicana que desean. Cuando estuve en la Semana Dominicana en septiembre, pude observar en los niveles más altos del gobierno de los Estados Unidos, el interés en asociarse con la República Dominicana. Esta es una oportunidad para aprovechar y canalizar los recursos y la experiencia de muchas agencias gubernamentales de los Estados Unidos, con el propósito de construir un entorno para la inversión del sector privado que sea transparente, competitivo y alineado con las mejores prácticas internacionales. Eso, a su vez, conducirá a un continuo aumento de nuestra prosperidad compartida.


Que Dios bendiga a la República Dominicana y a los Estados Unidos de América. ¡Feliz día de acción de gracias! ¡Estamos Unidos!


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