HACE 30 AÑOS QUE EN FECHA COMO HOY TERMINÓ LA "GUERRA FRÍA" ENTRE ESTADOS UNIDOS Y LA URSS
«Caminamos hacia un mundo sin tiranía ni temor»,
afirmó George H. W. Bush. «Un mundo mejor para todos los pueblos de la
totalidad de los continentes», mencionó Mijail Gorbachov, consciente de la
importancia histórica de aquel encuentro. Era 2 de diciembre de 1989, hoy justo
hace 30 años, y los entonces presidentes de Estados Unidos y la URSS se reunían
en el buque «Máximo Gorki», fondeado en las costas de Malta, para poner fin a
las tensiones que habían monopolizado las relaciones entre ambas
superpotencias, durante 44 años, y de la escena política mundial. Se acabó, por
fin, la «guerra fría».
Un diminuto camarote con una mesa de apenas 60
centímetros de anchura, en un barco soviético, fue el escenario de la primera
jornada de la Cumbre de Malta, en el que se produjeron cinco horas de intensas
conversaciones «sin darse ni el almuerzo para descansar». Un marco singular,
forzado por la tempestad desatada fuera, para uno de los considerados
encuentros clave de la histórica del siglo XX.
Sobre la mesa, los acontecimientos más importantes
de un año, 1989, plagado de revoluciones y transformaciones: cambios en el
«telón de acero» y la Europa de Este, reunificación de Alemania – pocas semanas
antes había caído el Muro de Berlín–, relaciones económicas
soviético-americanas, conflictos regionales, derechos humanos y, naturalmente,
el desarme.
Los gastos militares durante la «guerra fría»
ascendieron desde los 100.000 millones de dólares en 1950 a 870.000 millones en
1985.
La estabilidad fue la piedra fundamental de aquella
cumbre destinada a terminar de una vez con la «guerra fría» y la amenaza
perpetua de guerra mundial, con unos gastos en armamento que las superpotencias
ya no podían soportar. Las cifras hablaban por sí solas: en 1950, el gasto
militar mundial se cifraba en 100.000 millones de dólares; en 1980, en 300.000
millones; en 1982 se elevó bruscamente a 500.000 y en 1985 a 870.000 millones.
La división de Europa daba sus últimos coletazos y
«las dos grandes alianzas militares, que hasta ayer preparaban la destrucción
mutua –contaba Juan Vicente Boo–, cooperan ahora para mantener la estabilidad
durante el incierto periodo de reformas en el Este y se aplican, en Viena, a
negociar un desarme convencional masivo del Atlántico a los Urales».
En efecto, la Cumbre esbozó las grandes líneas de un
proyecto encaminado a reducir los arsenales nucleares de Estados Unidos y la
URSS, ese mismo arsenal que las potencias habían ido acumulando a lo largo de
44 años y impidieron una guerra directa que nadie hubiera ganado.
Las dos grandes alianzas militares, que hasta preparaban la destrucción mutua cooperan ahora para mantener la estabilidad y
negocian un desarme convencional masivo del Atlántico a los Urales.
« Se deshiela la "guerra fría"», titulaba
ABC en portada, junto a la foto de los dos mandatarios saludándose efusivamente
e inaugurando una nueva era en las relaciones internacionales. Fin a la
intimidación, la propaganda, la subversión y las guerras locales entre los
aliados de la URSS y Estados Unidos. «Malta se convierte así en el comienzo de
un camino y en este sentido resulta justamente lo contrario que Yalta, punto y
final de una guerra», contaba en referencia a la Segunda Guerra Mundial y la
Conferencia de 1945 entre Stalin, Churchill y Roosevelt, que dio comienzo este
largo periodo de intimidación y «temor»..
«Es cierto que no se va a arreglar el mundo en
cuarenta y ocho horas, pero estas cuarenta y ocho horas son las primeras que
suenan en el reloj de un nuevo ciclo histórico del que saldrá beneficiada la
humanidad», aseguraba ABC. Sin embargo, a partir de entonces lo único claro es
que el mundo quedaba dominado por una sola superpotencia, Estados Unidos, cuyos
gastos militares han superado en poco tiempo al conjunto de los producidos durante
todo este largo periodo.
Fuente: ABC
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