Nyonyo, dicen en Kenia: dar el pecho, en España.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la mejor vía de
alimentación que puede recibir el bebé durante sus seis primeros meses de vida.
Una opción que en los países africanos no tiene más misterio que el de ofrecer
el pecho al pequeño cada vez que éste lo requiera y, sin embargo, en otros
países como España, las dudas que acarrea conllevan en muchas ocasiones el
abandono de la lactancia materna. Según el Instituto Nacional de Estadística
(los únicos datos disponibles), a las seis semanas de nacer el bebé, el 66%
recibe lactancia materna exclusiva, a los tres meses, el porcentaje se reduce
al 53% y a los seis meses, al 28%.
El hecho de que muchas de las mujeres que han
decidido dar el pecho a sus hijos finalmente desistan se debe, más que las
dudas, a las falsas creencias y los mitos heredados de lo que los expertos
denominan la generación del 'bibe'. "Ha habido una época en la que se
creía que la leche de fórmula era mejor que la materna", explica Juana
María Aguilar, enfermera coordinadora de Lactancia Materna del Hospital
Materno-Infantil del 12 de Octubre de Madrid.
Esta especialista junto a Inma Mellado, consultora
acreditada de Lactancia Materna, destierran algunos de los mitos más extendidos
a ELMUNDO.es.
1. Mi pecho es pequeño, puede que no tenga suficiente
leche. Falso. No se tiene más o menos leche en función del tamaño del pecho. El
tamaño lo define la grasa, no los conductos que 'fabrican' leche. De hecho, el
pecho produce tanta leche como el niño necesita. Para asegurar la producción
basta con encontrar la postura correcta, y que el bebé haga tomas frecuentes.
2. Tener los pezones planos o invertidos va a hacer
casi imposible la lactancia. Falso. Los pezones van sufriendo cambios al final
del embarazo y durante la lactancia. Además, los niños no se enganchan sólo del
pezón, sino de una buena cantidad de pecho que puede abarcar toda la areola,
según el tamaño de la misma. No obstante, si existe dificultad, se puede buscar
la ayuda de un profesional experto en lactancia.
3. Hasta que me suba la leche, tendré que darle el
biberón. Falso. Al principio, el calostro (la primera leche) es todo lo que
necesita el bebé si mama a demanda y con frecuencia. Son muy pocas las mujeres
que no tienen nada de leche.
4. Creo que mi leche es acuosa y no alimenta. Falso.
La leche de todas las madres alimenta. Sólo hay que dársela tantas veces como
el bebé necesite. Es verdad que cuando se inicia la toma, la primera leche que
sale tiene más cantidad de agua y azúcares. Después de un rato de succión y
vaciado se hace más espesa por tener más contenido en grasas que sacia y
engorda.
5. Para tener más leche, tengo que beber mucha
leche. Falso. La producción de leche aumenta o disminuye en función del vaciado
del pecho, no de los alimentos que se toman. Al igual que no hay alimentos que
aumenten la producción de la leche, tampoco hay alimentos que provoquen gas en
la leche o en el niño.
6. Hay que dar el pecho cada tres horas, para dar
tiempo a que "se recargue". Falso. Precisamente lo contrario. Para
asegurar una adecuada producción y flujo de la leche durante los seis meses de
lactancia materna exclusiva, el lactante tiene que ser amamantado tan
frecuentemente como él o ella quiera, tanto de día como de noche. Así lo
confirma, además un estudio científico publicado en 'Pediatrics'.
Es lo que se conoce como lactancia materna a
demanda. Los lactantes se alimentan de acuerdo con su apetito, obtienen lo
necesario para un crecimiento satisfactorio. Estos lactantes no vacían
completamente el pecho, extraen solamente entre el 63% y el 72% de la leche
disponible. Siempre pueden obtener más leche, lo que demuestra que el lactante
deja de alimentarse debido a que se ha saciado, y no porque el pecho se haya
vaciado, según otro estudio de la revista 'Food and Nutrition'.
Hay que tener en cuenta que no todos los pechos
tienen la misma capacidad de almacenamiento de leche. Los lactantes de mujeres
con baja capacidad de almacenamiento pueden necesitar alimentarse con mayor
frecuencia, para extraer la leche y asegurar una ingesta y producción láctea
adecuadas.
7. Si les das a demanda a tu bebé, no se acostumbra
a comer con unas pautas y eso le puede dañar el estómago. Falso. Si el niño
come cuando quiere y el tiempo que desea, su estómago se irá desarrollando de
forma adecuada. Imponer horarios y cantidades que no se ajustan a las
necesidades del bebé es lo que puede producir malestar e irritabilidad.
8. El bebé sigue llorando, querrá comer más y no
tengo suficiente. Falso. Los bebés lloran por muchas razones, no necesariamente
tiene que ser por leche insuficiente. Los niños que toman el pecho sin
restricción, en la duración y frecuencia de las tomas, no suelen tener cólicos.
Si parece que llora porque tiene más hambre, se le puede ofrecer más pecho. La
leche de la madre es de fácil digestión y se tolera bien.
9. Las tomas empiezan a ser más frecuentes de lo
habitual, quizás mi bebé se queda con hambre. Falso. Unas veces querrán comer
más y otras tienen sed y necesita mamar sólo un poco, sobre todo en temporadas
de calor. También puede deberse a los brotes de crecimiento. Los niños pueden
volverse más demandantes para que la madre aumente la cantidad de leche que
ahora necesita. Después de dos o tres días, se recupera un ritmo más relajado
sin necesidad de añadir biberones extra.
10. Ya no noto el pecho 'lleno', puede que no tenga
suficiente leche. Falso. Al final, casi todas las dudas terminan en la misma
pregunta: ¿tendré suficiente leche? Según la enfermera, es normal sentir el
pecho menos hinchado con el tiempo, pero esto no indica menos producción. La
producción depende de las tomas del bebé.
11. Con el sacaleches, me extraigo poca cantidad. No
puedo continuar con la lactancia. Falso. La extracción manual, con o sin
sacaleches, no sirve para medir la cantidad de leche que tiene cada mujer, un
niño bien enganchado sacará mucho más.
12. "Vuelvo a tener la menstruación, el fin de
la lactancia materna. Falso. La producción de leche se mantiene mientras haya
estimulación y vaciado de las mamas hasta que la madre y el bebé quieran.
13. El estrés puede 'cortar' la leche. Falso. Al
final, muchos miedos tienen la misma explicación y es que la producción de
leche se mantiene mientras haya estimulación y vaciado de las mamas.
14. Estar resfriada, tener la gripe o tomar
medicamentos es incompatible con la lactancia. Falso. Ni hay que dejar de dar
el pecho porque la madre tenga un resfriado o gripe ni tampoco si toma
fármacos. Por la leche, transferimos defensas al niño/a que le protegen de la
infección. Antes de coger al bebé, conviene lavarse las manos y, si es necesario,
nos cubriremos la nariz y la boca con una mascarilla o un pañuelo.
En cuanto a los medicamentos, muchos más de los que
pensamos y más de los que a priori desaconsejan algunos médicos pueden tomarse
durante la lactancia. Existe una web E-lactancia muy recomendable para
comprobar la compatibilidad de los medicamentos con la lactancia materna. En
caso de que uno fuera incompatible, se puede buscar otro alternativo. Y si no
lo hubiera, se puede mantener la producción de leche con extracción mientras
dura el tratamiento para después retomar la lactancia y no abandonarla.
15. Si el bebé no duerme del tirón es porque ya
necesita un suplemento (leche de fórmula). Falso. No existe relación. Cuando
son pequeños, necesitan comer a menudo y no suelen dormir 'del tirón'. Después,
van espaciando las tomas y duermen más por la noche, pero algunos quieren
seguir comiendo a menudo. No depende de si toman leche materna o de fórmula,
sino de cada niño.
16. El aumento de peso del bebé no es tan rápido
como se espera. No se está alimentando bien. Falso. Cada niño tiene un patrón
de crecimiento. No todos tienen que crecer con los mismos patrones.
17. Me he quedado embarazada, tengo que destetar a
mi bebé. Falso. No es una obligación, sino una decisión de cada mujer. Se puede
amamantar durante todo el embarazo, siempre que el niño quiera y no se trate de
una gestación de riesgo. Cuando llega el nuevo miembro, incluso se puede
amamantar en tándem, siempre dando prioridad al más pequeño.
18. Con seis meses, el bebé es muy mayor ya para
tomar pecho. Falso. La OMS y la Asociación Española de Pediatría recomiendan la
introducción de alimentación complementaria al pecho a partir de los seis
meses, pero es eso, complementaria, subraya Juana María Aguilar. Primero el
pecho y después lo demás poco a poco. Hasta el año de vida, la leche de madre
sigue siendo el alimento principal. Cuando el niño come de todo sigue siendo la
principal fuente de leche hasta los dos años o más.
19. Tras la incorporación laboral ya no es posible
continuar con la lactancia materna. Falso. Depende de muchos factores, el
tiempo que pasan la madre y el bebé separados, si la madre hace extracción
durante ese tiempo, si la persona que se queda al cargo puede darle nuestra
leche, de la edad del bebé y la expectativa que tengamos. En algunas ocasiones,
por las circunstancias, la madre opta por una lactancia complementada o mixta.
Fuente
EL MUNDO
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