NUEVA YORK (6 Octubre 2014).- Tras varios reportes de ataques contra
taxistas sin medallón registrados en los últimos dos meses, los más recientes
ocurridos la semana pasada, los trabajadores de este gremio dijeron estar
preocupados y sentirse vulnerables por la inseguridad en la ciudad, y en gran
medida culparon a las bases de taxi por no proporcionarles suficiente trabajo y
verse obligados a recoger pasajeros en la calle de manera ilegal para poder
sobrevivir.
Apenas el pasado jueves el chofer Llulainy Polanco
(34) fue atacado por un hombre que le rompió la mandíbula cuando el taxista se
detuvo para ofrecerle su servicio en el sector de Pelham Gardens, en El Bronx.
Y sólo un día después, el viernes, Jean Appelon (55)
fue baleado en un brazo por una pasajera a quien estaba dejando en el área de
Canarsie, en Brooklyn.
Ambos sucesos ocurrieron apenas a una semana de que
el conductor Fernando Crispín fuera apuñalado 7 veces el pasado 26 de
septiembre en Queens. Por eso suceso fue detenido Keneth Suden (41), quien fue
acusado de solicitar el servicio del taxista y luego de apuñalarlo se llevó su
vehículo. Suden ahora enfrenta cargos criminales por intento de homicidio y
robo entre otros.
En agosto se registraron tres casos de ataques a
taxistas, que dejaron a uno muerto en El Bronx, otro gravemente herido de bala
en Queens y uno más que fue asaltado y brutalmente golpeado en Washington
Heights.
“Estamos perjudicados por todos los frentes. Por la
TLC dando multas, por los bandidos atacándonos y por la Policía que no hace
nada”, dijo Miguel Rodríquez (60), un taxista dominicano que trabaja en el área
de Washington Heights.
Al igual que Rodríguez, varios conductores
entrevistados por El Diario se quejaron de la poca seguridad con la que
desempeñan su labor y en gran medida culparon a las bases de taxis porque no
les proporcionan suficientes servicios como para no tener que recoger pasajeros
en la calle. Los taxi sin medallón o “livery”, solo están permitidos a tomar
servicios previamente acordados con la base. Pero como explican muchos de
ellos, la demanda a través de las compañías no es suficiente para todos.
“El taxista que no recoge en la calle no sobrevive”,
dijo Jorge Quezada (57), de origen cubano. “A veces uno puede pasar 3 o 4 horas
sin recibir un servicio de la base, entonces si alguien hace la parada en la
calle uno va a tomar el riesgo”, agregó.
Aunque los servicios previamente acordados con la
base requieren información básica del cliente como número de teléfono y una
dirección, los conductores todavía creen que no es suficiente. “El que es
bandido y mal intencionado va a atacar, va a dar información falsa y de todas
manera va a tratar de robar los $50 que lleva el taxista encima”, dijo Quezada.
Al respecto Fernando Mateo, portavoz de la
Federación de Taxistas del Estado de Nueva York, dijo que las bases debían
buscar la forma de proporcionar más trabajo a sus afiliados. “Es un problema
porque las bases contratan taxistas sólo para cobrar la cuota semanal, pero en
realidad no reciben un volumen de llamadas suficiente para darles a todos
trabajo”, dijo.
Las bases de taxis se defienden aduciendo que como
cualquier negocio la oferta y la demanda del servicio puede ser impredecible, y
que influyen muchos factores como la época del año, el clima y actualmente el
ingreso de nuevas compañías con más dinero para publicidad y más alcance de
clientes a través del internet.
“Tenemos un límite de taxistas que trabajan para la
base, pero este es un negocio y como todos los negocios hay días buenos y días
malos. No podemos garantizar un número de servicios por día o un ingreso fijo
de dinero, de eso son conscientes nuestros afiliados”, dijo Liz González,
gerente de la base Prestige, en El Bronx.
Métodos
más seguros
Algunos taxistas dijeron haber encontrado un alivio
a la situación a través de las aplicaciones de internet. “Trabajé muchos años con bases de taxis con
radio-teléfono, pero ahora con Uber me va mejor y es mucho más seguro”, dijo
Elvin Bonilla (38).
Los clientes que solicitan servicio con las
compañías a través del internet deben pagar con una tarjeta de crédito,
entonces queda registrada toda su información y además el taxista no recibe
dinero en efectivo, lo que reduce potencialmente el riesgo de atracos.
Al igual que Bonilla varios taxistas dijeron haberse
cambiado a las compañías a través del internet e incluso algunos dijeron estar
combinando las empresas para hacer más dinero. “Es más fácil si uno está con
Lift y Uber al mismo tiempo. Incluso uno puede pertenecer a una base de taxi y
una compañía de internet”, dijo un conductor que prefirió no ser identificado.
Mateo también aplaudió la decisión de enrolarse con
las compañías de internet e invitó a las mujeres taxistas a vincularse con la
compañía creada por su esposa de servicios exclusivamente para mujeres,
She-Cab.
Medidas
de seguridad:
Aunque los taxistas de autos amarillo también han
sido víctimas de la delincuencia, Mateo dijo que estaban más expuestos los
conductores de los “livery”, porque trabajan en barrios más peligrosos. “Los
taxis amarillos trabajan en el centro de la ciudad, con gente de dinero y con
turistas, eso explica porque las víctimas son taxistas sin medallón en El
Bronx, Queens, Washington Heights”, dijo.
Mateo dijo que continuaban en conversaciones con
NYPD para reactivar un programa de seguridad que logró disminuir la
criminalidad contra los taxistas entre el 2000 y el 2001 en un 95%.
No hay comentarios.: