Denominada "InfraWeek", esta serie de subastas de infraestructura comenzará el miércoles y el gobierno brasileño cuenta con la participación de grandes actores a nivel mundial, como la francesa Vinci y ADP, la española Aena o el consorcio brasileño-argentino Inframerica.
Pero es difícil predecir qué cantidades estarán dispuestos a gastar estos grupos, ya que la pandemia de coronavirus ha afectado gravemente al sector del transporte.
Y la crisis de salud es particularmente grave en Brasil, con más de 330.000 muertos y un gobierno criticado por todos lados por la falta de una política nacional coordinada para combatir el virus.
Suficiente para reforzar las preocupaciones de los inversionistas sobre el futuro de la economía más grande de América Latina.
Las subastas de esta semana deberían haber tenido lugar en octubre pasado, pero finalmente se pospusieron debido a la pandemia.
El puntapié inicial se dará el miércoles, con el otorgamiento de concesiones por 30 años de 22 aeropuertos, incluido el de la metrópoli amazónica Manaus (norte) y Foz d'Iguaçu (sur), muy turístico por sus espectaculares cascadas., En el frontera con Argentina.
El gobierno espera recaudar 6.100 millones de reales (unos 920 millones de euros) gracias a estas concesiones aeroportuarias.
El jueves, la subasta se referirá a la concesión por 35 años del ferrocarril Fiol 1, en el Estado de Bahía (noreste), para el transporte de minerales y cereales destinados a la exportación.
El gobierno espera inversiones por 3.300 millones de reales (500 millones de euros), más de un tercio para la conclusión de las obras del ferrocarril.
Y el viernes, las concesiones de cinco terminales portuarias, en los estados de Maranhao (noreste) y Rio Grande do Sul (sur), podrían permitir captar 600 millones de reales (unos 90 millones de euros).
Durante su campaña para las elecciones presidenciales
de 2018, sedujo a los mercados prometiendo una cura de austeridad y un vasto
plan de privatización, pero la pandemia lo ha puesto todo en tela de juicio.
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