De pronto, el país anuncia un liderazgo novedoso, que sepulta la vieja forma, que lleva a la cripta las mañas y la actitud non sancta en la administración de la cosa pública.
A Luis Abinader y el PRM toca timonear la nave, responsabilidad que traduce el más elevado compromiso con la patria.
Vemos que una importante franja de la sociedad política va irreversible al despeñadero, por no observar el asunto ético, pues lo moral mató liderazgos y lleva por igual rumbo Partidos.
El PRM está obligado a ser distinto, debe mirarse en el espejo de los otros, y hacer por parecerse a Luis Abinader.
La sociedad Dominicana aplaude la CONDUCTA correcta, de ahí el gran respaldo a Luis Abinader...
Por ELVIN SÁNCHEZ
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