SANTO DOMINGO, República Dominicana (29 Junio 2016).- El esposo del embajador de Estados Unidos en
República Dominicana pidió ayer al nuncio apostólico en el país, Jude Thaddeus
Okolo, al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y al obispo auxiliar de
Santo Domingo, Víctor Masalles, excusarse ante la comunidad LGBT en el país.
“Cardenal López Rodríguez, monseñor Masalles, Nuncio
Papal Okolo. Mi puerta está abierta para aceptar sus excusas”, escribió en su
cuenta de Twitter el señor Bob J. Satawake, en un escueto mensaje que acompañó
con una fotografía del Papa Francisco, líder de la iglesia Católica.
La versión del mensaje de Satawake en inglés, en su
cuenta de Twitter @BobSatawake, dice así: “Cardinal Lopez Rodríguez, Monsignor
Marsallas, Papal Nuncio Okolo my door is open I will accept your apology”.
El 13 de este mes,
el embajador de los Estados Unidos en República Dominicana cuestionó que
los líderes de las iglesias evangélica y católica marcharan contra los derechos
de los grupos LGBT, “horas después de la tragedia en masa en Orlando”. en la
que murieron unas 50 personas.
“¿Dónde está la humanidad?”, dijo Brewster al
respecto, y agregó que, “todavía estoy horrorizado porque este evento no se
canceló mientras el resto del mundo estuvo enviando mensajes de amor y apoyo a
las víctimas y familias”, dijo Brewster al enfatizar que “quizá tengamos
diferencias, pero cómo pueden líderes religiosos aprobar y liderar una marcha
contra ciudadanos LGBT y sus derechos, mientras todavía se mueven los cadáveres
en un club nocturno donde vidas inocentes fueron quitadas solo por el hecho de
ser gay”.
“Mi dios es un dios de amor. ¿Quién es el de ellos
para llenarlos con odio?”, había dicho
Brewster.
Según el reporte de AP, a bordo del avión rumbo a
Roma tras un viaje a Armenia, al pontífice se le preguntó si estaba de acuerdo
con uno de sus principales asesores, el cardenal alemán Karl Marx, quien dijo
durante una conferencia en Dublín en los días posteriores al letal ataque en
Orlando dentro de un club gay que la Iglesia les debe una disculpa a los
homosexuales por haberlos marginado.
El Papa respondió:
“¿Quién soy yo para juzgarlos?”, y una repetición de la enseñanza de la
Iglesia de que los gays no deben ser discriminados, sino tratados con respeto.
Dijo que algunos comportamientos politizados de la
comunidad homosexual pueden ser criticados por ser “un poco ofensivos para
otros”, pero agregó: “Alguien que tiene este estado, que tiene buena voluntad y
que busca a Dios, ¿quiénes somos nosotros para juzgarlo?”.
No hay comentarios.: