EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL TEME UNA CRISIS POLÍTICA TRAS LA ECONÓMICA DEL 2010

WASHINGTON (18 Abril 2017).- Casi diez años después del pinchazo de la burbuja inmobiliaria en EE.UU. y del inicio del colapso financiero a finales de la década pasada, se transmitirá esta semana en Washington una buena noticia. La economía mundial crece ya de forma sincronizada en todos los grandes bloques económicos. Se podría decir que en la primavera del 2016 el FMI da por terminado la larga crisis económica iniciada con el cataclismo financiero del 2008.

Pero, otra noticia recorrerá los pasillos de la sede del FMI durante la asamblea que celebra esta semana junto con el Banco Mundial. Con Donald Trump en la casa Blanca, el Brexit en marcha en el Reino Unido y el espectro de movimientos políticos en Europa nada compatibles con el histórico consenso (neo) liberal de Washington, la crisis política acaba de empezar.

La amenaza del proteccionismo

Esta nueva crisis es el resultado de la naturaleza de la recuperación tras el 2008 que se ha traducido en un aumento disparado de la desigualdad acelerando la divergencia histórica entre las rentas de capital y trabajo analizada por el fondo en su nuevo informe de expectativas económicas presentada ayer en Washington. Existe “una amenaza significativa de un giro hacia el proteccionismo”, advierte el FMI. “El crecimiento bajo de los salarios medios y las perturbaciones estructurales en los mercados de trabajo(…) ha generado un apoyo político a políticas de juego suma cero que podrían minar las relaciones comerciales internacionales “, advirtió el economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld, en la presentación del informe .

El crecimiento mundial ya se sitúa en un razonable 3,5% y se produce una reactivación simultánea ya en todos los grandes bloques económicos, desde China a Estados Unidos. Hasta Europa, tirado por Alemania y España, empieza a registrar un crecimiento que, al menos, ya no es raquítico. Se ha producido una “recuperación de inversión, actividad manufacturera y comercio (aunque desde niveles históricamente bajos) que se anhelan desde hace tanto tiempo”, se explica. “Los mercados financieros son boyantes (...) y si la confianza y el sentimiento de mercado siguen fuertes, el crecimiento a corto plazo incluso puede superar a lo que se prevé”.

Dos grandes incógnitas: Los tipos de interés y China

Pero hay dos grandes incógnitas en el panorama global. Primero, tras años de expansión monetaria sin precedentes en la historia, no se sabe cuál será el impacto de las inevitables subidas de tipos de interés por parte del banco central en EE.UU. que serán, a juicio del FMI, “menos graduales” de lo que se preveía antes de la victoria de Trump cuyos planes de expansión fiscal inquietan al fondo. El FMI calcula que los recortes de impuestos anunciados por Trump así como el aumento del gasto en infraestructura, -aun sin ser ratificado en el Congreso- supondrán un aumento del déficit público estadounidense de dos puntos porcentuales. A largo plazo, el envejecimiento demográfico y los bajos niveles de productividad no permitirán una fase de crecimiento robusto, advierte. Pero, si la administración Trump propina ese estímulo fiscal equivalente al 1% del PIB, la Reserva federal actuará, con efectos imprevisibles para una economía mundial que arrastra enormes niveles de deuda.

La reacción de la Fed esta íntimamente relacionada con la segunda incógnita: ¿Cómo gestionará China la transición a un modelo de crecimiento menos basado en deuda e inversión sin provocar una crisis financiera? China crece más de lo que preveía el fondo –el 6,6% en el 2017, casi medio punto más de lo que el FMI preveía en octubre. Pero el impulso al PIB chino viene precisamente de los factores que crean el riesgo de una crisis. Los agentes económicos chinos “anticipan más crecimiento de crédito e inversión pública”. De ahí la aceleración. Pero “existen crecientes vulnerabilidades debido a la inversión financiada por el crédito”.

Mejoría en Europa

En Europa la situación mejora pero a largo plazo el FMI sigue pesimista respecto a su crecimiento potencial y a su capacidad para crear empleo. Ya relativamente optimista respecto a España ha revisado al alza su previsión para el 2017 hasta el 2,6%. España, la economía avanzada de mayor crecimiento económico, y otras economías se han visto beneficiadas por la competitividad del euro frente al dólar y por una política fiscal en Europa más expansiva que en los duros años de la austeridad, (políticas criticadas repetidamente por el FMI). Ahora el fondo elogia el hecho de que “tanto en Alemana como en España, el crecimiento proviene de un subida fuerte de la demanda interna”.

España, sin embargo, es el ejemplo perfecto, de una economía que destaca por su crecimiento pero que se resiente de la mala distribución de los beneficios con imprevisibles efecto políticos. La tasa de paro actualmente en el 18%, no caerá por debajo del 15% en los próximos cinco años, advierte el fondo. Asimismo, España es uno de los países más afectados por la desigualdad que se ha disparado desde el inicio de la crisis. Debido a este mal reparto del PIB, las políticas necesarias para bajar el déficit público en España provocaría una desaceleración del crecimiento en el 2018 y años posteriores, advierte el fondo, hasta el 2,1%. Por lo general, el Fondo no prevé una recuperación fuerte en la zona euro. “Las expectativas a medio plazo para la zona euro siguen siendo decepcionantes” debido a la baja productividad, el envejecimiento de población y en alguno países, sobre todo Italia pero España también, “al legado de deuda pública y privada”.

El Brexit, difícil de medir

Es más, el impacto del Brexit aún es difícil de medir. El fondo, como casi todos los economistas oficiales, se ha tenido que tragarse el sapo tras advertir antes del referéndum sobre catastróficos efectos de un voto en favor del salida de la UE. En realidad, la economía británica ha crecido de forma robusta en desde junio del 2016 y el FMI se ha visto forzado subir su previsión nada menos que medio punto hasta el 2%. Sin embargo advierte que “el impacto negativo sobre el crecimiento a medio plazo de nuevas barreras al comercio” en caso de que no se alcance un acuerdo sobre la incorporación del Reino Unido a un mercado único.

América Latina

Las incógnitas respecta los dos gigantes –EE.UU. y China- serán críticos para América Latina. El continuado recalentamiento en China ha caído como maná del cielo para las grandes economías en desarrollo exportadoras de materias primas como Brasil. El FMI ha publicado una revisión muy optimista, del 1,7% en el 2018 (algo electoral) en Brasil pese a reconocer que la demanda china no es sostenible. El crecimiento en México por su parte, se verá afectado por la evolución del trumpismo en EE.UU. Ya se prevé que será más de un punto porcentual menor de lo que el FMI preveía el año pasado debido a las subidas de tipos de interés (forzados por la depreciación del peso) y “el aumento de la incertidumbre sobre las relaciones comerciales entre EE.UU. y México”, advierte.


No hay comentarios.: