FRANCISCO A DONALD: “QUIERO QUE SEA COMO UN OLIVO HACER LA PAZ; PRESIDENTE "NO OLVIDARÉ"
CIUDAD DEL VATICANO (24 MAYO 2017).- Francisco y el
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se han reunido esta mañana
–acompañados sólo de un intérprete-, durante aproximadamente media hora, en la
biblioteca privada del Pontífice, en el Palacio Apostólico. En el intercambio
de regalos, el Papa ha puesto énfasis en el mensaje de la paz. Le ha entregado
un documento suyo que redactó para la Jornada Mundial de la Paz y una medalla
con una rama de olivo también alusiva al mismo tema.
Francisco le ha hecho comentarios en castellano (”Se
lo entrego a usted, para que sea instrumento de paz”), que el intérprete
traducía. “Necesitamos la paz”, ha contestado Trump. Este ha obsequiado al
Pontífice con una caja que contenía libros de Martin Luther King, el líder
negro, campeón de los derechos civiles, asesinado en 1968. Al abandonar la
biblioteca, Trump se ha despedido con estas palabras: “No olvidaré lo que me ha
dicho”.
En un comunicado oficial posterior emitido por el
Vaticano se ha puesta énfasis en “la satisfacción por las buenas relaciones
bilaterales existentes entre la Santa Sede y los Estados Unidos de América, así
como por el compromiso común en favor de la vida y de la libertad religiosa y
de conciencia”. Se manifestó asimismo “el deseo de una colaboración serena
entre el Estado y la Iglesia Católica en los Estados Unidos, comprometida en el
servicio a la población en los campos de la salud, la educación y la asistencia
a los inmigrantes”.
En las conversaciones también hubo “un intercambio
de puntos de vista sobre algunos temas relacionados con la actualidad
internacional y con la promoción de la paz en el mundo a través de la
negociación política y el diálogo interreligioso, con especial referencia a la
situación en Oriente Medio y a la tutela de las comunidades cristianas”.
Al principio, durante las fotos, el Papa ha mostrado
un rostro muy serio, frente a la amplia sonrisa –un poco forzada- del inquilino
de la Casa Blanca, luego se ha visto a Francisco ya más contento y relajado.
Había una enorme expectación por el cara a cara
entre el líder de la superpotencia y el pontífice argentino, que está hoy al
frente de una religión con más de 1.200 millones de fieles y a quien, más allá
del universo católico, se le reconoce una gran autoridad moral en todo el mundo
y una capacidad de interlocución casi sin igual. Durante la campaña electoral
norteamericana,el año pasado, el Papa hizo duros comentarios sobre los planes
de Trump de levantar un muro en la frontera con México. Bergoglio dijo que
quien pretendía hacer estas cosas no podía ser considerado cristiano. A estas
palabras el entonces candidato republicano replicó con dureza.
Tras su encuentro con el Papa, Trump se reúne, como
es habitual, con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro
Parolin, y el ‘ministro’ de Exteriores, el arzobispo Paul Richard Gallagher.
Luego está previsto que el presidente de Estados Unidos y su séquito realicen
una breve visita a la basílica de San Pedro y a la Capilla Sixtina.
A Trump le acompañaba su esposa Melania –con vestido
negro y mantilla corta-; su hija Ivanka y el marido, Jared Kushner; el
secretario de Estado, Rex Tillerson; el general H.R. McMaster, consejero de
Seguridad Nacional, junto a un reducido grupo de colaboradores y el intérprete.
La comitiva de vehículos ha atravesado los muros del
Vaticano por una entrada secundaria, la del Perugino, para evitar al máximo
crear problemas a los miles de personas que se preparaban para asistir a la
audiencia general de los miércoles en la plaza de San Pedro. Aunque se barajó
la idea de que Trump llegara al Vaticano en helicóptero, esta alternativa quedó
descartada porque habrían sido necesarios varios aparatos de gran tamaño para
desplazar a todo el séquito y eso hubiera creado mucho estruendo y una aparatosidad
excesiva que el Papa quería ahorrar a los fieles y a los ciudadanos de Roma.
No hay comentarios.: