ONU DESTACA LEGISLACIÓN REPÚBLICA DOMINICANA EN MATERIA PROTECCIÓN DE NIÑEZ
PANAMÁ, (11 Mayo 2017).- La mitad de los niños del
mundo sufren el impacto de la violencia contra la infancia, un problema que en
América Latina alcanza niveles dramáticos y plantea el reto de crear leyes que
prohíban todas las formas de agresión hacia las niñez, afirmó una alta
funcionaria de Naciones Unidas.
La Representante Especial del Secretario General de
las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños, la portuguesa Marta
Santos Pais, dijo en una entrevista con Efe que “cada cinco minutos hay un niño
que muere como resultado de actos de violencia”.
En el último año, la mitad de los niños en el mundo
ha sufrido alguna forma de violencia psicológica física, sexual o en línea,
según Santos. “Es claramente un
problema de mucha preocupación y por eso se ha incluido como prioridad en la
nueva Agenda Global de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, lo que nos
abre una enorme oportunidad para cambiar la realidad”, afirmó.
En la Agenda Global, aprobada hace dos años, se ha
incluido por primera vez en la historia una meta precisa de eliminación de
todas las formas de violencia contra la niñez hacia el año 2030.
Santos, que participa en el V Foro Mundial de la Red
Global de Religiones a Favor de la Niñez (GNRC) en la capital panameña, dijo
que la situación es alarmante en Latinoamérica, que tiene el 8 % de la tasa
global de homicidios de niños. América
Central, por su parte, es “particularmente dramática” por las tasas de
violencia armada asociada a las pandillas y al crimen organizado “con
homicidios de niños con edad inferior a los 15 años”.
Datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia
(Unicef) de 2017 indican que 1 de 4 homicidios de niños o adolescentes que se
cometen a nivel mundial ocurre en la región.
Las estadísticas de Unicef también señalan que 1,1 millones de niñas
adolescentes entre 15 a 19 años han experimentado violencia sexual o cualquier
acto sexual forzado, mientras 2 de cada 3 niños y niñas sufren algún tipo de
disciplina violenta en el hogar y 1 de cada 2 menores de 15 años es sometido a
castigo corporal.
En Panamá, según estos mismos datos, un 18 % de niños,
niñas y adolescentes presentan un menor desarrollo para su edad por el impacto
de la disciplina violenta. Aún así, la
alta funcionaria de la ONU consideró que los datos estadísticos de los que se
dispone “son verdaderamente una pequeña indicación de lo que es la realidad”,
en parte, dijo, porque “los niños tienen mucho miedo de contar sus historias” y
los testigos tampoco lo hacen.
Pero señaló que es importante reconocer que en todos
los datos existentes “lo más frecuente son los casos de violencia al interior
de las familias”. Santos abogó porque
los países de la región trabajen en planes nacionales, políticas y reformulen
leyes para prevenir y eliminar la violencia contra la infancia, y resaltó que
desde el informe mundial de la ONU de 2006 se han dado avances “muy positivos”
en ese sentido.
Explicó que hasta el momento hay diez países de la
región con legislaciones fuertes que prohíben todas las formas de violencia e
identifican medidas de protección a las víctimas y también anticipan formas de
reintegración para que se recuperen del trauma sufrido.
Entre estos países se encuentran Uruguay, Venezuela,
Costa Rica, Argentina, Paraguay recientemente y hace cerca de un año Perú.
Resaltó que República Dominicana tiene una hoja de
ruta “extremadamente detallada” en esta materia “fruto de una participación muy
amplia del Estado, sociedad civil, líderes religiosos y jóvenes, junto con
Naciones Unidas.
“Solamente dos están haciendo falta en tener una ley
de protección integral de los derechos de la niñez con una clara prohibición de
todas las formas de violencia contra la niñez- Chile y Panamá”, remarcó. Santos destacó que en estos dos países
existe un proceso “muy importante” de reformulación legislativa con la
participación de expertos internacionales.
Pero aún así, expresó, “estamos aún muy lejos de lo
que queremos”. Ya pasaron casi dos años de la adopción de la agenda, apuntó, “y
no podemos postergar la adopción de medidas, porque no será el día antes del
final de 2030 que los cambios se van a alcanzar”.
Sobre los denuncias por abusos por miembros de la
Iglesia católica contra menores, la funcionaria dijo que aparte del seguimiento
que Naciones Unidas hace “muy de cerca a los procesos (…), esperamos que una
reunión -como la que concluye hoy- pueda cambiar, ayudar a investigar, a
prevenir y a proteger a las víctimas”.
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